Nunca Mas!

Parte 2: La "partida" de Don Mateo

Gabriel había logrado cursar en dos años sus estudios de grado y se encontraba por iniciar su maestría y doctorado. Su primera carrera era Administración de Empresas y su especialización sería en Finanzas. El proyectaba que este último estudio lo podría realizar en menos tiempo del estipulado y de esa manera comenzar a trabajar a medio tiempo en las empresas de su familia. Ya lo había hablado con sus padres y ellos se habían mostrado de acuerdo.

Lamentó no ir, a la graduación de Lourdes pero hizo los arreglos necesarios para que le grabaran el acto y la fiesta. Lo que verdaderamente deseaba era grabar el momento de entrega del título a Lourdes así como filmarla a la hora del baile de graduación. Finalmente logró contratar los servicios de grabación y después de casi tres años de solo verla en el anuario, la tenía filmada en todo su esplendor y la podía ver las veces que quisiera. Varias noches, después de contemplarla en el video tuvo varios sueños húmedos.

La deseaba, la había comenzado a amar desde el momento que la vio, por primera vez, en la escuela. Y ahora, al momento de graduarse estaba más que hermosa: alta, delgada, de cara fina, cabello ondulado, largo y de color castaño. Pero lo que más deseaba era que esos ojos lo miraran. Esa mujer había hecho que el cambiara, que reorientara su vida y optara por la decisión de continuar viviendo.

En lo que le restaba de tiempo para finalizar sus estudios, Gabriel se inscribió en un gimnasio y comenzó a hacer ejercicio regularmente. Hacía pesas, aeróbicos, corría maratones, triatlones. También se sometió a dietas estrictas y transformó su forma de vestir y combinar colores. Cambio sus lentes a de contacto así como se mando a hacer unas gafas más modernas y que le daban un mejor semblante a su rostro. Fue un cambio total.

Con el pasar de los días, Gabriel fue testigo de cómo su presencia había cambiado y cómo ahora, las mujeres se fijaban más en el. Se inscribió a varios clubes de la universidad y comenzó a practicar el golf y tenis. Deportes bastantes elitistas pero que al final proporcionaban buenos contactos y relaciones.

Después de un tiempo, las mujeres comenzaron a lloverle, a declarársele de la forma más descarada. Así pues, un día de tantos perdió su inocencia con una bella mujer de mundo y sofisticada. Ambos sabían que sus encuentros se limitaban a solo lo carnal pero la verdad es que lo disfrutaban y ninguno de los dos deseaba poner punto final a esa relación.

Su nombre era Laura Smith, era entrenadora personal y le llevaba casi nueve años de edad. Ella le enseñó muchos de los placeres carnales que Gabriel desconocía pero que igual los aprendió y al final hasta mejoró la técnica. En una de las vacaciones de la universidad, ambos tomaron un tours por toda Europa y pasaron el final de esos días en Paris. Era una tierra mágica y encantadora. Disfrutaron mucho y también ese tiempo sirvió para que ambos se empalagaran más de sexo.

Al regreso a Inglaterra, Laura le insinuó que formalizaran la relación. A Gabriel esa petición lo tomó por sorpresa; primero porque no lo esperaba de ella y segundo porque no se veía "atado a Laura" por el resto de su vida. Con el tiempo que llevaban juntos, Gabriel había comprendido que Laura se había fijado en el por su estado físico actual. Jamás lo hubiese contemplado si hubiese continuado siendo el chico nerd de la clase. El tiempo pasó para gracia de Gabriel y el tema no volvió a ser retomado de nuevo.

A casi seis meses de finalizar su grado, su madre le llamo desconsolada avisándole que su padre estaba agonizando. Un mes atrás le habían detectado leucemia en grado avanzado y no iba a poder resistir más. Gabriel colgó la llamada y se apresuró a hacer las maletas. Laura llegó al piso que compartían y le explicó la situación. Para Gabriel, esa explicación supuso el rompimiento definitivo por lo que no lo abordó explícitamente.

Fue a la universidad y habló con el catedrático sobre su retiro. Ya que contaba con un rendimiento impecable, el rector de la universidad le autorizó su partida y acordaron que finalizaría su carrera a distancia. Gabriel le agradeció y ambos se dieron un fuerte abrazo, el trato había sido cerrado.