Celoso || Terminada ||

20

Erick

Han pasado varios meses desde que estoy con Joel.

Es raro, nunca pensé ver a un chico en un restaurante y de la noche a la mañana esté conmigo.

A esto lo podría llamar cliché, a mi no me gusta esos tipos de película pero con él todo ese pensamiento se desvaneció.

Joel está a mi lado en el parque, comiendo helado de chocolate y en su bolsa tiene papas.

No sé, tiene una obsesión con las papas.

---El día que te ví en el restaurante, pensé que eras ese tipo de chico popular, que no le importa la escuela, solo las mujeres y pues mi perspectiva estaba equivocada---digo sonriendo y me acaricia el rostro, suavemente.

---Pues yo desde un principio sabía que eras para mí--- dice sonriendo y lo miro levantando una ceja.

---Si como no, sabias que era para ti y estabas con una chica--- digo demostrando de mentira cara de enojado y empieza a reír.

---Buen punto--- dice antes de levantarse y agarra mi mano, para regresar a casa.

También fue raro cuando le dije a mi madre que Joel se iba a mudar en casa.

Pensé que me iba a decir que no pero al paso de los días fue conociendo lo más y dejó que se quede.

Llegamos a casa y veo a mi madre durmiendo en el sillón.

Avanzamos en puntillas a mi habitación y al entrar Joel me jala de la cintura y me sienta en sus piernas.

---Bebé--- dice acariciando me y lo miro a los ojos.

---¿Si?--- digo con voz de niño y sonríe.

---Tengo hambre--- dice y lo miro entre cerrando los ojos.

---No jodas, has comido como 3 bolsas de papas y sigues teniendo hambre?--- digo riendo.

---Uh, está agresivo el niño--- dice empezando a reír y lo miro serio.

---No soy un niño--- digo cruzando los brazos y me abraza.

---Para mi, si lo eres--- dice sonriendo--- mi niño.

---Y pues quién dijo que tengo hambre de comida?--- dice levantando la cabeza y lo miro sonriendo.

---Yo tengo sueño--- digo tirando me para atras y me agarra más fuerte, para que no me caiga.

---Tengo hambre de ti--- dice levantándome y me besa el cuello.

---Ya te dije, tengo sueño--- digo levantándome pero agarra mi cintura nuevamente.

---Está bien, pero hoy por la noche te lo voy a meter tan duro que no podrás caminar bien por la mañana--- me dice en mi oído y no puedo evitar reír.

---Claro, claro--- digo saliendo de la habitación para bajar a comer algo.

Tengo hambre, de comida.

Y también de Joel.

Bajo hacia la cocina y veo que mi madre ya no está durmiendo.

De seguro está en su habitación.

Me preparo palomitas y jugo de naranja, para luego regresar a la habitación y veo que Joel está echado, en la cama boca bajo.

Camino despacio, para que no me escuche y me tiro encima de él, asustándolo.

Abrazo su cintura y beso su espalda.

Voltea y se recuesta en la cabecera agarrando mi cintura.

---Hay que ver una película--- digo besando su mejilla y mueve su cabeza afirmativamente.

Me levanto de el y traigo la comida, echando me nuevamente a su lado.

Me abraza y pongo "La fábrica de chocolate".

Nunca la entendí, pero me gusta.

De ves en cuando Joel me da en la boca las palomitas y río interinamente.

Es tan tierno.

Al terminar de ver la película, Joel me echa para atrás y me besa, buscando mi lengua.

Mete sus manos bajo mi pantalón  y aprieta mi trasero, haciéndome jadear.

Me subo sobre él y empiezo a restregar la erección que ya se a formado en mi, en el pene de Joel.

Me va sacando mi camisa pero nos detenemos al escuchar pasos subiendo las escaleras.

Es mi madre.

Me levanto rápido, casi tropezando y me siento en el pequeño escritorio que tengo en mi habitación.

---No los escuché regresar--- dice acercándose a Joel para saludarlo y luego se dirige a mi para besar mi mejilla.

---Tengo que ir al trabajo, una de las secretarias se puso mal y voy a tomar su puesto--- dice soltando un suspiro.

---No te preocupes, me llamas cuando estés volviendo--- digo despidiendo me de ella y se retira del cuarto.

Ella sabe que estoy con Joel, pero todavía piensa que soy un "Niño".

De ves en cuando nos damos un pico frente a ella , pero solo eso.

Suspiro aliviado y Joel me mira sonriendo.

---¿De qué te ríes?--- digo mirándolo mal.

---Hubieras visto tu cara cuando escuchaste a tu madre venir--- dice riendo--- fue gracioso.

---Para ti, para mi no--- digo yendo hacia la cama y me siento a lado de él.

---Eres un bebé--- dice agarrando mis manos--- un bebé hermoso.

No puedo evitar sonreír y me abraza, recostando su cabeza en mi pecho.

Nos echamos nuevamente en la cama y ruedo hacia el.

Me sonríe y besa mi nariz.

Estoy tan feliz.

---Eres hermosoo--- dice alargando la "o".

---Callate--- dice negando con la cabeza.

--- Es la verdad---dice acurrucando se más.

---Tu también lo eres--- digo mirándolo.

---Ya lo sabía---dice orgulloso y ruedo los ojos.

Pues es verdad, es hermoso.

Es mi hermoso.