Nuestro amor es un pecado.

Un día de trabajo.

Narra Julia:

Este parque a pesar de ser uno abandonado, sigue siendo muy hermoso... Más porque ya está oscureciendo y estoy sentada en la grama esperando a que llegue Ali por mí, mientras me asumo en mis dudas, esta mañana mi madre hizo un comentario algo extraño.

— Te tengo noticias, dentro de 2 días llega alguien muy especial... — Confesó mi madre muy emotiva, yo, algo extrañada le pregunto:

— ¿Quién vendrá? Porque si es el primo Mario, yo... Prefiero irme ese día. — Manifesté, ya que no disfruto de la compañía de un familiar tan engreído como él.

— No, — Niega mi madre, con una sonrisa mientras negaba con la cabeza. — es una sorpresa. Pero te puedo decir que es alguien muy especial.

No entendí a que se referiría, pero no era algo que me atormentara, ahora estoy aquí. Esperando a Ali para irnos a la oficina de mandados en una compañía. Me levanto cuando escucho la moto cerca de mí, veo a Ali acercarse en la moto, se detiene y se baja de su moto.

— ¿Por qué llegas tan tarde? Llevo alrededor de 45 minutos esperándote.

— Tuve unos asuntos que resolver... — Contestó y yo me le acerque hasta quedar al frente de él.

— ¿Unos asuntos? — Cuestiono, me acerco un poco más quedando a pocos centímetros de él. — ¿Asuntos que no me contaras?... Porque si me pones a esperar tanto, debió ser por algo importante, ¿No?

— No... No, no... Sí, bueno no. Am... — Negó y afirmó, a la vez que parecía haber reaccionado y darse cuenta lo cerca que me encontraba yo de él. Se apartó un poco de mí y se volvió a montar en su moto. — Ahora no hay tiempo para esto, tenemos que apresurarnos para llegar a tiempo.

— Esta bien, — Dije, motandome en la moto detrás de él y le susurré al oído. — La próxima trata de pensar en una excusa para poder dejarme esperando. — Mientras le susurraba eso me agarre fuerte a su cintura. Él río por mi comentario y arrancó la moto. 

Aveces da un poco de miedo a que nos descubran en medio de un saboteo, pero. Me reconforta el echo de saber que no estoy haciendo esto yo sola. Digo, es obvio que también me encantaría hacer esto si no estuviera a Ali, pero con él todo es más fácil y complicado a la vez... Supongo que no hay limites cuando te sientes bien acompañada. Adoro estar montada en la moto con él, es una sensación estupenda y al mismo terrorífica porque... ¿Quién es él? La persona que ha estado conmigo en los momentos que necesito alguien, como la vez que saque un 01 en matemática y llore todo el receso mientras él me abrazaba, o la vez que nos persiguió un perro rabioso y casi me cargo mientras corríamos,  también cuando me enseño montar bicicleta y cuando yo le ayude aprender a manejar su moto. Todo el mundo podía ser una mierda, podíamos tener pocas personas que nos apoyasen, podíamos hablarnos sólo cinco minutos en un receso y no volver a tener la oportunidad siquiera para despedirnos... Sin embargo sólo hacia falta vernos a los ojos para tener la fuerza suficiente para seguir peleando contra todas las guerras que existían y existen. Por eso y más cosas es para mí alguien esencial en mi vida. Y también por eso siento temor cuando lo tengo cerca. ¡QUÉ FILOSÓFICA Y COMPLICADA SOY! 

— Estamos llegando ponte la capucha y cúbrete. — Me advierte Ali, me pongo la capucha y tapaboca, seguimos un camino que nos llevo a la parte de atrás del edificio.

Ali saco su alaptop y comenzó a alterar el sistema de cámaras de seguridad, mientras que yo por otra parte creaba una distracción para los dos guardias que habían en la entrada, a ésta hora sólo se encontraban dos, debido a reducción del personal y que esta sólo era una oficina de envíos de una compañía. Teníamos todo calculado llevábamos semanas preparando esto, tenemos que conseguir pruebas de fraude en los registros de pagos de la compañía. Y para poder entrar... Bueno, digamos que los dos guardias están sobrando.