Capítulo 5

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POV's Can

Me acerco a Ae.

— Quiero que me grabes bien cuando salte de un edificio al otro ¿Me entiendes?

— Tranquilo Can, no soy Decha, tu sabes que siempre capturo tus mejores ángulos.

— ¿Perdón? -Salta Decha a la defensiva. YO siempre capturo los mejores ángulos de Can.

— ¡Tu a penas filmas el skate! -se queja Ae. -

Lo entiendo. Ae es el artista de nuestro equipo, sí, también patina un poco, pero lo suyo es el arte, producir, editar. Mi skate tiene un mono muy cool que dice: "Mono Albino", un apodo que me dio un senior. Y todos los skates de los chicos, tienen sus creaciones.

— Solo presiona ese rec, en el momento exacto. -Digo y comienzo a deslizarme en mi tabla. -

Sencillo: Saltar de un techo a otro, no lo hice mil veces ¡lo he hecho veinte mil veces! Hasta más. Siento la corriente de aire y salgo (es que así me vuela el cabello y me veo más cool). En cuanto tengo que hacer el salto, me preparo; decisión y precisión. Flexiono las rodillas, tomo el impulso, voy volando en el aire entre ambos edificios... y caigo al vacío.

Me despierto de un salto. Estoy bañado en sudor, sin aire y el maldito aparatito que indica mis latidos ¡hace un ruido de mierda! Más rápido de lo normal. Joder.

— ¿Can? -Es Decha preocupado. — ¿Te encuentras bien?

¿Qué ocurrió? ¿Eso fue real? ¿En verdad... me caí desde un techo por hacer una acrobacia? Una que he hecho varias veces, por cierto. Que estúpido me siento.

— ¿Can?

Sí, veo a Decha ahí, pero no sé... ese sueño se sintió muy real... ¿fue así? ¿Fui tan malo? Porque algo tuvo que haberme sucedido para caer en medio de ese salto ¡Vamos! ¡Lo he hecho muchas veces!

Viene el maldito doctor. ¡Mierda Decha ¿Cuándo saliste?! ¿Y este sexy doctor no duerme? ¿No tiene casa? Maldito... no me deja en paz. Lo que me lleva a preguntarme ¿Cómo alguien puede verse tan bien siempre? Hasta sin dormir. Maldita sea. Los estúpidos pitidos que se habían calmado un poco, volvieron a dispararse.

POV's Tin

Hoy estoy de guardia, dentro de todo ha sido un día tranquilo, hay peores. Son las dos de la mañana y no hay nada, así que como he estado desde la mañana temprano (porque me gusta) y ya hice mis rondas, me voy a echar una siestita.

Estaba casi llegando al sector de los enfermeros, sí, Pete me deja descansar allí. Pero antes de llegar, veo que una persona sale de una de las habitaciones:

— ¡Ayuda, ayuda! ¡Necesito ayuda!

Me dirijo rápido hacia allí: es el cuarto del rebelde. Entro. El paciente está sentado en la cama, lo que es casi imposible dada su condición física. Además, me ve entrar y no dice nada; está sentado, despierto y callado. Me acerco velozmente, saco mi linterna y observo sus pupilas... me saca la mano con brusquedad. Vaya que novedad.

— ¿Qué haces? -Se queja en su tonito habitual. — Te dije que no quiero que me toques.

Respiro hondo... logra sacarme con tanta facilidad. Aunque mi pecho se siente más liviano ahora que "ya volvió a ser él": El chico desagradable y no un zombie.

— ¿Cómo se siente?
— Bien. -Responde seco. — No sé ni para qué viniste...
— Su amigo me llamó muy preocupado. -Expreso tranquilo. Golpeándome mentalmente, se supone que debo hablarle informal para que se sienta en confianza. -
— ¡Decha! ¿Por qué hiciste eso? -Reprocha. -
— Tuviste una pesadilla -el chico se acerca y toma la mano del rebelde, sorprendentemente, lo deja. Lo miro boqueando. — Y te hablaba y no me respondías. -Se escucha genuinamente preocupado. -
— ¿Yo? ¿Pesadillas? ¡Por favor! No tengo cinco años...

¿En serio? Porque si no lo dice, la verdad que lo dudo. Que chico que me saca de mis casillas... y ahora lo peor: volver a acostarlo. Yo solo.

— Le debo pedir que se retire un momento. -Le digo al acompañante. -

Quedamos solos los dos. Creo que es la primera vez que estamos a solas, sin sus amigos y sin Pete. Como sea, debo acostarlo y me iré a dormir. Estoy cansando.

— En su condición, no debería moverse mucho. -Le explico lo obvio. -

Por alguna extraña razón está... ¿dócil? y quiero aprovechar esto. Subo su pijama para poder auscultarlo mejor. No, no tengo necesidad porque está conectado al electrocardiógrafo, pero siento la necesidad de hacerlo manualmente. Su pecho está un poco descubierto y la otra mitad está vendado, ese es el problema para acostarlo. Aunque él no se queja, solo me observa y se sonroja un poco. ¿Él? ¿sonrojándose?

— Bien. Ahora viene la parte difícil. -Le comunico y él me observa con miedo, aunque no lo reconocería. — Tendré que acostarte y eso te va a doler.

Bajo su pijama y noto que su respiración comienza a acelerarse y el electrocardiógrafo también.

— Tranquilo. -Lo miro y sonrío. — Eres un chico fuerte, puedes soportarlo. -Él asiente de forma casi imperceptible. -

Lo sostengo fuerte y comienzo a acostarlo. Por lo general lo hago con Pete, pero con él colaborando, puedo solo. Al final, ya estaba casi apoyado por completo pero se me resbaló un poco; él no se quejó. Pero ese movimiento brusco produjo que me fuera muy hacia adelante, mi nariz casi se entierra en su cuello. Comienzo a levantar mi cabeza y nos quedamos unos segundos observándonos con intensidad. ¿Qué demonios me sucede? ¿Por qué no me quito?

— ¿Ya terminaron? -Era su amigo que había entrado sin permiso. Me erguí de inmediato. -

— Sí, me retiro. Ya sabes, si ocurre algo, avísame. - Salgo rápido, con el corazón latiéndome acelerado. Todo el sueño se fue de repente. -

Camino nuevamente por los pasillos buscando algo que hacer, si voy solo a acostarme, seguiré martillándome la cabeza con lo mismo. ¿Pete se habrá ido ya? Sin un rumbo fijo, llego a donde me dirigía originalmente antes de lo sucedido, busco a Pete con la mirada. Normalmente, a esta hora, él también estaría aquí, y más hoy, siendo un día básicamente tranquilo.

— ¿Sabe si Pete se ha ido? - Le pregunto a una de sus compañeras en el pasillo. -

Ella se sonroja, y me trago una maldición. Pasar tiempo con el rebelde me hace mal. Pero estoy, de cierta manera, desesperado y sé que por lo menos Pete puede sacarme conversación.

— Doctor Medthanan. - Empieza. — Él está dando una vuelta, revisando a los pacientes en la otra ala del hospital. No debe tardar en venir aquí. - Asiento agradeciéndole y ambos seguimos nuestros camino. -

Sin otra opción, me acuesto en una colchoneta, no podía hacer más, a menos que llegue una emergencia. Doy vueltas y vueltas sin conseguir nada, la luz la había apagado y estaba en silencio total. O lo más silencioso que se puede estar en un hospital. Miro el techo en busca de sueño, y recuerdo la cercanía de nuestros rostros... Él... es realmente bonito.

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Anyi: Weno, weno, weno, ya se ha roto una barrera entre ellos, riko no? 😏 Ustedes saben que soy un hueso duro de roer para el lemon but... juas.

Dejo las galletitas de siempre 7u7. Con formita de dinosaurios. <3

Lili: Se empieza a poner bueno ¿no? XD Sorry que la cosa sea lenta, pero hay que tener caps para poder actualizar con regularidad :)
No se olviden de su bebida  n___n

Amor Accidentado [Terminado]Where stories live. Discover now