3️⃣

2K 141 14
                                    

Tres días después de lo ocurrido, por fin le daban el alta al peli plata. Aunque no estaba muy de acuerdo con irse de allí.

-No me quiero ir – Le decía a su amigo, que lo había ido a buscar en su auto.

- ¿Te quieres quedar con esa sensual doctora, picaron?

- ¡Claro que no! – Pero sus mejillas, muy coloradas, indicaban lo contrario. Claro que quería quedarse allí por Kaghome. La veía todos los días, lo trataba con dulzura y cuidaba de él ¿Cómo no querer quedarse?

- Tienes cuentas pendientes, bestia – Le dijo completamente serio. Miroku había pertenecido al mundo de las peleas por mas tiempo que Inuyasha, pero aun recordaba bien las leyes. Ya habían pasado los cinco días la arena central te permitia para volver a enfrentarte al "jefe" sin necesidad de pasar por todos los hermanos, pero aun asi, tenia que vencer a Bankotsu para recuperar el orgullo.

- Lo se. Lo se – Tomo su bolso con las pocas prendas que tenia – Vamos. Me dare una ducha y volveré a la arena.

- No tienes que ir hoy. No te has recuperado completamente – Tomo su hombro y lo detuvo, muy preocupado.

- Creeme amigo. Mejor no podría estar – Le sonrio, aparto la mano y camino hacia la salida.

- ¿Ese estado de animo tiene algo que ver con la doctora? – Le murmuro picaro.

- ¿Para que mentirte, amigo mio? – Ambos comenzaron a reir.

Al salir, se encontraron con la pequeña motivo de los suspiros del peli plata, junto a una enfermera, aun mas joven que la azabache, pero no mas linda.

-Inuyasha ¿Ya te vas? – Pregunto con una sonrisa, pero en sus ojos se podía ver la decepción.

- Asi es, Kaghome. Mis días en el hospital han terminado – Tambien le sonrio, pero sin mucho animo.

- Prometeme que no volveras a esas peleas – Lo miro con mucha seriedad, y quería decirle que no lo volveria a hacer, pero no podía. Con algo de vergüenza le corrió el rostro, mordiendo su labio inferior con remordimiento – Vas a ir otra vez, ¿No?

- Luego de terminar con esto, prometo no volver a pisarlo – Le insisto con algo de entusiasmo, queriendo que no pensara mal de él y que le creyera, pero ¿Por qué lo hacia? Si no la volveria a ver nunca mas. Con suerte, alguna vez que pisara el hospital podría cruzarla, pero nada mas.

- Esta bien, Inuyasha – Le dijo con una forzada sonrisa – Lo entiendo. Solo ten cuidado ¿Si?

- Claro. Lo prometo – Nuevamente se perdieron en la mirada del otro, y el mundo a su alrededor desaparecio, pero solo por un instante porque, otra vez, los interrumpieron. Aunque no era una enfermera como la vez anterior.

- Kaghome – Los presentes giraron al oir esa voz gruesa y varonil, encontrándose con un joven de cabellos negros y ojos azules.

- Kouga – Susurro sorprendida, ya que hacia casi un mes que no lo veía y había dado por hecho que se había cansado de perseguirla - ¿Qué haces aquí?

- Vine a verte. Sabes que te extraño – Se acerco hacia ella, y Kaghome retrocedio un paso.

- Tu también ya sabes que no quiero verte, Kouga. Nuestra historia ya termino. Entiendelo de una vez – Quiso sonar firme, pero su voz se quebró al ultimo segundo. Temia lo que él pudiera hacerle, ya que siempre fue algo violento, aunque nunca llego a golpearla.

- No. Se que me amas y que podremos comenzar otra vez – La tomo del brazo, atrayéndola hacia su lado.

- Sueltame – Le rogo y sus ojos ya se pusieron lagrimosos debido a la situación.

Desengaños y amorWhere stories live. Discover now