Capítulo 05.

11.9K 1.2K 233
                                    


La espalda de Park dolía, bueno a quien no, sí se había caído de su cama tres veces anoche, aun no podía creer que estaba bajo el mismo techo que Min YoonGi, uno de los empresarios más codiciados, suspiró con fuerza recordando cuando lo vio ayer en la cocina y automáticamente los recuerdos de haber machado su pantalón a la hora de la cena llegaron a él como un baldazo de agua fria, con la palma de su mano golpeó su frente.

─Eres tonto JiMin, arruinaste todo.

Se dijo asi mismo, seguidamente  su ceño se fruncio al darse cuenta de sus propias palabras.

─Pero que diablos estoy diciendo, no me gustan los hombres, NO, YoonGi es guapísima claro que lo es, pero tiene un pene igual que yo...¿Por qué estoy hablando solo?

Llevo sus manos a sus mejillas rápidamente apretando aquellas que no  tardaron en teñirse de un tono rojizo.

─Creo que me estoy volviendo loco..

Sentenció con un rostro que denotaba sorpresa y molestia a la vez, no, él, Park JiMin, definitivamente no se involucraria con un hombre, y menos con uno que cargará aquella fama, la cual llevaba Min.

La puerta del pequeño cuarto se abrió, JiMin dio un pequeño salto retrocediendo para atrás por instinto, llevo una de sus manos a su pecho.

─Mamá me asustaste- Dijo al ver la figura de la mujer mayor al frente suyo.

La señora se cruzó de brazos mirándolo sería, estaba algo molesta.

─¿Has visto la hora que es JiMin?

El pelinaranja mira el reloj de la pared y al no llegar a comprender aquellas manecillas busco de manera rapida su celular,  las 09:01 de la mañana marcaba aquel aparato.

─Debes ayudarme con la casa, el señor YoonGi se fue esta mañana por lo que dijeron las muchachas del servicio, tienes tiempo de sobra para ir a cambiar las sabanas, iré a hacer las compras, no te metas en problema JiMin, y lo digo en serio.

El menor estaba a punto  de responderle, dejarle en claro a su progenitora que no se meteria en problemas, porque él definitivamente no era ningun niño, pero aquella mujer ya se encontraba afuera del alcance de su vista, rendido decidió salir rumbo hacia aquella habitación, mientras iba escaleras arriba vio a la misma rubia la cual él consideraba que era una chismosa en su mayor esplendor, frunció su ceño al verla sonreír de aquella forma, sin duda, no entendió a que se debia aquel gesto, "Está loca" pensó sin darle importancia.

[...]

JiMin tarareaba animadamente una canción mientras acomodaba las sabanas nuevas de un tono azul marino, él aún estaba con su pijama puesta, ya que después de todo, su jefe supuestamente  no se encontraba en aquella casa, así que por esa misma razón no veía el por que hacer un cambio de ropa.

Dio pasos atrás para mirar como quedo aquella cama, su ceño se  frunció automáticamente al ver que aquella sábana tenia muchos pliegues, es decir, tenia pequeñas líneas abultadas.

─¿Tan inútil soy?- se preguntó a sí mismo.

Ante aquello se dio por vencido, soltó un suspiro como si sus acciones hubieran sido de lo más agotador, sin pensarlo dos veces  se  acostó en la gran cama mirando el techo de aquella habitación, pudo sentir el aroma de aquel hombre aún en el aire, tan varonil, tan llamativo, estaba seguro que aquel aroma lograría impregnarse en cualquier prenda con tan solo un roce de su poseedor, jodida mierda, él necesitaba salir de allí antes de que sus tramposos y sucios  pensamientos lo traicionaran como lo habían estado haciendo desde que puso un pie en aquel lugar. Rasco su oreja un poco a medida que cerraba sus ojos.

【Satiriasis】Onde histórias criam vida. Descubra agora