𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 4

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Goku se había encargado en ser lo más atento que se pudiera ser, con Bulma; mientras Vegeta trataba de hacer lo contrario, evitar cualquier contacto con la peliazul, pues cada vez que la miraba se sentía más atraído por ella, por el contorno de su...

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Goku se había encargado en ser lo más atento que se pudiera ser, con Bulma; mientras Vegeta trataba de hacer lo contrario, evitar cualquier contacto con la peliazul, pues cada vez que la miraba se sentía más atraído por ella, por el contorno de su perfecto cuerpo...por el deseo...un deseo excesivo de poseerla.

Esa noche el guerrero no podía dormir, la cercanía con ella lo tenía sumamente intranquilo; en el momento en que su rostro se encontraba frente a él deseaba olvidarse de todo y besar sus labios...¿Besarla? ¿Estoy a punto de casarme?...Se preguntaba así mismo con un remordimiento profanando su pecho por aquellos equivocados pensamientos. Había estado en la intimidad con Milk, pero jamás le había despertado ese deseo insaciable de querer hacerla suya; al contrario de aquella joven, que sin haberla tocado, ya anhelaba satisfacer su deseo. Tal vez sería el cansancio que comenzaba a enloquecerlo o quizás estaba deslumbrado por la belleza de la joven; y ¿Quien podría culparlo? Realmente era la mujer más hermosa que se le haya cruzado por el camino; sus facciones eran tan finas y delicadas; su suave piel tan blanca y sensible; y sobre todo su bella silueta,perfectamente delineada, con la que cualquier hombre llegaría a la locura por tener.
Pero después de tanto meditarlo; cerró los ojos esperando que la noche transcurriera rápidamente y olvidarlo todo...

Despertó con los molestos rayos del sol sobre su cara; mientras Goku y la peliazul todavía dormían, se levantó y se dirigió hacía ella; por un instante contempló las estilizadas líneas de su rostro, era tan hermosa que era difícil hacerse a la idea de renunciar al placer de tenerla.
Obligado por su orgullo, decidió que sería mejor olvidar todas aquellas estupideces que llegaron a su mente la noche anterior y trataría de ser indiferente a su presencia; por una futura vida en la cual ella no era contemplada...

– Eso es lo correcto– susurró mientras la peliazul comenzaba a abrir los ojos.

– Buenos días– ella sonrió al mirarlo al pie de la cama.

– ...– Vegeta la miró fríamente y se alejó sin responder; pero su pecho sintió un pequeño pinchazo al hacerlo.

– Buenos días Bulma– dijo Goku comenzando a levantarse y con actitud positiva como era ya su costumbre.

Ella le respondió con una pequeña sonrisa y después miró a Vegeta extrañada por su frialdad tan evidente. Era justo después de no querer mencionar nada sobre su pasado; así que se esforzaría por hacer lo posible por compensar su resguardo.

– ¿Hice algo malo?– le preguntó la peliazul con voz débil.

– No...¿por qué lo preguntas?

– luces molesto...quiero saber si yo hice algo indebido...

– Siempre es así de serio; él no es muy amigable– contestó Goku con una risita saliendo de su boca.

– El tiene razón, así que acostubrate...– Vegeta hizo un gesto de molestía y tomó sus cosas– los espero afuera, no tarden demasiado...hay un largo camino por recorrer– frustrado salió por la puerta.

𝒀 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒂𝒔𝒕𝒆 𝒂 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂Where stories live. Discover now