Cap 11

1.2K 133 28
                                    

Los días parecían ir casa vez más rápidos, faltaba una semana para poder ir a la apertura del parque de diversiones y Yoshiko ya quería que llegara.

Últimamente con Riko y Dia distraídas, gracias a los entrenamientos del equipo, no les daba ni tiempo de fastidiarlas y era perfecto, sus días eran más normales.

Ya iba una semana de tranquilidad.

Yoshiko incluso asistía a los entrenamientos y siempre lograba ver a Riko, sin que esta estuviera burlándose de ella. Algunas veces podía jurar que la pelirroja la observaba de reojo, pero estaba tan concentrada en vigilar que no estuviera constantemente cerca de Shiro, que no pudo estar del todo segura.

De vez en cuando, en medio de los entrenamientos, ellos se daban unos castos besos en los labios. Claro que Yoshiko rechinaba los dientes cada vez que los veía, pero después el chico tenía que seguir con el partido, y duraban casi toda la tarde separados.

Hoy se encontraba observándola. Había quedado poco traumada desde la última vez que estuvo en las gradas y por ello procuró estar toda la hora pendiente del balón y a donde lo lanzaban.

Después, cuando las porristas se vestían, tuvo que ir a esperar a Chika fuera de los vestuarios. Estaba tardando mucho.

De la nada la puerta se abrió, mostrando a una enojada Riko que llevaba nada más un top blanco y una falda de jean, su cabello estaba mojado y olía a vainilla.

Yoshiko tuvo que echarse hacia atrás, ya que la pelirroja había lanzado la toalla contra el piso, y al parecer aún no la había visto.

-¡Maldita mandarina!.-Dijo en un pequeño murmullo, pero no lo suficiente bajo cómo para que las chicas en el vestuario no la escucharan. Apretaba los dientes y se frotaba las manos.

En verdad, verdad, estaba increíblemente y tierna, ¿Cómo eso era posible?, pronto la mirada amarilla se posó en ella y abrió los ojos, seguidamente frunció el ceño ya que no se encontraba de ánimos para la peliazul.

-¿Que mierda miras?.-Le dijo muy bruscamente.

Yoshiko volvió a la realidad, al ver su rostro vio sus labios y recordó el besuqueo de Riko con su novio. Apretó las manos y se acerco a la pelirroja.

Riko, un poco desorientada, se alejó unos cuantos pasos.

-¿Qué te pasa?.-Acuso a Yoshiko, prácticamente fulminándola con la mirada.

-¿Peleaste con Chika, cierto?.-Preguntó más de cerca de lo que planeaba de la pelirroja.

Riko volvió a retroceder y Yoshiko avanzó un paso más.

-¿Qué te importa si peleé con esa perra?, igual es su culpa, por no parar de ladrar.-Dijo apoyándose en los casilleros a sus espaldas. Yoshiko estaba muy cerca.

-Ella no es una perra, no te confundas contigo misma.-Espetó acercándose aún más y acorralando a la pelirroja contra la pared-. Mas te vale que no le hayas hecho nada.

-Aww, ¿Por qué?, ¿Es tu novia?.-Preguntó con un tono adorable completamente falso pero atravesó a Yoshiko con los ojos, y la última palabra la soltó con amargura palpable.

Yoshiko perdió la compostura, por un momento parpadeo confundida, y alejó su rostro de la morada.

-¿Novia?, para nada, es una de mis mejores amigas.-Aclaró y casi pudo ver cómo la mirada de Riko se relajó levemente, sería su imaginación-. Por eso no quiero que chicas como tú la molesten, me enferman.

-¿Enfermarte?, si yo soy una de las chicas más deseadas del colegio, te quedas patética.-Rodó los ojos y alzó la barbilla con superioridad.

-Pues ya veo, tu querido novio lo demuestra comiéndote la boca todos los días.-Dijo y observó la sonrisa burlona de Riko que le estaba provocando una seria irritabilidad-. ¿Que te pasa?, ¿Por qué sonríes?.

-¿Te molesta, no?.-Preguntó, insinuante, y Yoshiko parpadeó.

-Que tontería es esa.

-Por favor, si siempre nos estás mirando. Que desagradable, ¿Acaso estás enamorada de mí o algo?, Esa sería la única explicación, de por qué nunca me puedes quitar los ojos de encima.-Dijo con una mirada burlona y un tono venenoso.

Yoshiko sintió su corazón acelerarse, pero la indignación se apoderó de cada fibra de su cuerpo, y observó a la pelirroja con tanto odio que el rostro de Riko se mostró ligeramente conmocionado. La intensa mirada rosa lograba intimidarla un poco.

-¿Enamorada?, ¿Yo?, ¿De ti?, ¡Ja!.-Soltó Yoshiko con una risota falsa y se alejó de la chica unos centímetros, observando fijamente sus ojos nuevamente-. Nunca en mi vida podría fijarme en alguien tan jodida como tú. Primero seguro besaría a tu amiga, Mari, antes que a ti.

Sonrío mordazmente, aunque no era del todo cierto lo que decía. Tomó una posición confiada para agregar lo siguiente.

-Además, no me gustan las bajitas.-Dijo eso último alejándose se ella como si tuviese una enfermedad contagiosa, observó el rostro enojado de Riko y sus ojos húmedos.

¿Eran lágrimas?, imposible.

-Qué suerte, ya me estaba preocupando de tener una perdedora babeando por mí. Ya es suficiente con el resto de la escuela, fenómeno.-Dijo acomodándose la mochila en su hombro, aunque ahora su voz se escuchaba ahogada, y fue tanto así, que su rostro cambió momentáneamente.

Yoshiko empezó a sentir un gran dolor en el pecho y sin pensar que hacer, intentó acercarse, pero Riko se alejó de ella, hablando con voz rota.

-Haz un favor con tu vida, vete a otro país y simplemente desaparece.-Se dio la vuelta y se fue por el pasillo.

Yoshiko seguía inmóvil en su lugar con una punzada dolorosa en el pecho, pero esas palabras fueron muy hirientes cómo para hacerla quedarse en su sitio y no ir corriendo a besarla hasta quedarse sin aire en los pulmones.

Oh. Eso era nuevo.

Que mierda, cada vez empeoraba más.

Rivales (YohaRiko)Where stories live. Discover now