3 - Tercer intento

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Kenma tosió levemente mientras volvía a girarse en su cama de nuevo para tratar de dormir sin mucho éxito.

No tenía ni la menor idea de que hora era pero estaba seguro que el horario escolar estaba acabando, y probablemente el Nekoma ese día se quedaría practicando incluso después de clases ya que dentro de una semana tenían un partido importante.

A Kenma en el muy fondo le irritaba no poder ir aunque sea para practicar mejor una nueva jugada que había comenzado con Kuroo pero esa misma mañana se levantó con 38'7ºC y claramente su madre no le permitió ir a clases.

Volvió a toser molesto por la sensación de ardor que esa acción producía y empezó a pensar un poco en como podría haberse enfermado.

¿Podría haber sido por el clima? Nah, era un clima normal y corriente, sin cambios bruscos de temperatura.

¿Tal vez fue por caminar descalzo? No, descartado, Kenma nunca caminaba descalzo, le resultaba muy incómodo...

Siguió pensando un raro y un recuerdo de hace un par de días vino a su mente...

"Estoy perfectamente, solo me encuentro un poco mal"

La voz de Kuroo resonó en su cabeza y por un segundo tomó la opción de que tal vez Kuroo hubiera estado enfermo y se lo hubiera contagiado.

Volvió a toser y abrió sus ojos con molestia, no importaba si estaba enfermo por culpa de Kuroo o no; eso no solucionaba nada, él seguía enfermo.

Estaba tan sumido en sus pensamientos que no escuchó el momento en el que llamaron a la puerta de su cuarto.

Su madre no podía ser ya que ella trabajaba hasta tarde ese día, aunque tal vez después de haber visto que su hijo tenía fiebre decidió volver antes para cuidar de él.

Kenma seguía pensando en si su madre podía volver antes o no hasta que volvieron a tocar la puerta y Kenma se golpeó mentalmente por distraerse por tanto tiempo pensando.

-Uh... pasa...- Dijo convencido de que sería su madre la que abriera la puerta pero se llevo una total sorpresa al ver a Kuroo.

-Vaya, entonces estás enfermo...- Rompió Kuroo el silencio mientras se adentraba en la habitación y se sentaba en la silla del escritorio mientras dejaba su mochila en el suelo con tranquilidad.

-¿Y qué pasa con el club de voley?- Preguntó Kenma confundido ya que sabía que Kuroo no se perdería nunca un entrenamiento una semana antes de un partido tan importante.

-Creo que eres más importante, además debía darte los apuntes que dieron hoy.- Dijo como si nada y Kenma le miró más sorprendido aún.

-P-Pero tú ni siquiera eres de mi curso.- Murmuró el teñido y Kuroo sonrió.

-Pero me preocupo por ti.- Respondió con tranquilidad y Kenma abrió la boca para hablar pero en cambio solo salió tos y el menor llevo la mano a su boca mientras trataba de controlar un poco la tos.

Kuroo se acercó entregándole el vaso con agua que había en la mesita de noche y Kenma le agradeció asintiendo levemente mientras que comenzaba a beber.

Después de unos segundos separó el vaso de sus labios y se sintió feliz de que la tos hubiera cesado. Mientras tanto Kuroo rebuscaba alguna cosa en su mochila hasta finalmente sacar una libreta.

-¿Uh?- Murmuró Kenma sin saber que era esa libreta.

-Aquí escribí todos los apuntes que dieron en tu clase hoy, quédate la libreta.

El teñido miró sorprendido a Kuroo, ¿enserio se había tomado la molestia de escribir unos apuntes que ni siquiera eran de su clase?

-Antes de que preguntes nada, sí, escribí los apuntes porque me dio la gana, ahora simplemente quédate la libreta o me enfadaré.

Kenma asintió levemente indicándole que la dejará sobre el escritorio ya que haría sus apuntes después.

-Ya que me diste los apuntes aún te queda tiempo para entrenar un rato con el equipo.- Propuso Kenma y Kuroo soltó una pequeña risa.

-Ya que vine hasta aquí no me iré tan fácilmente, debo cuidar de ti.

-Pero estoy bien.- Murmuró Kenma mientras sentía sus mejillas arder.

-No lo creo, estás rojo.

-¿Sabes qué? Creo que me dieron muchas ganas de tomar agua y ya se me ha acabado, será mejor que vaya a por una botella.- Cambió de tema Kenma mientras se levantaba dispuesto a irse pero Kuroo le frenó.

-No, tú quédate aquí, yo iré a por la botella.

-Es totalmente innecesario.

-Es una petición, lee un poco los apuntes ya que estás.- Habló el pelinegro con una pequeña sonrisa y Kenma suspiró.- Ahora vuelvo.

Y Kuroo salió de la habitación en rumbo a la cocina. Por otra parte Kenma se levantó de su cama para tomar la libreta del escritorio entre sus manos.

Fue caminando hacia su cama con intención de sentarse al borde de ésta y leer por encima los apuntes pero sintió como tropezaba con una de las consolas que tenía en el suelo y aunque él no hubiera perdido por completo el equilibrio la libreta cayó al suelo quedando abierta por más o menos la mitad.

Kenma se agachó a recogerla pero cuando miró más detenidamente las páginas en las que se había quedado comenzó a sentir sus mejillas arder de nuevo.

Por las dos páginas estaba escrito su nombre repetidas veces y con corazones al rededor de este.

Los 5 acercamientos de Kuroo + el intento de Kenma ; KurokenWhere stories live. Discover now