Parte ocho

493 61 7
                                    


—¡Para, SeHun! — Las lágrimas de KyungSoo volvieron a brotar de sus ojos. Agarraba la camisa de su amigo intentando separarlo del cuerpo de JongIn, pero era imposible, parecía decidido a golpearlo y el moreno no hacía nada para remediarlo. Aquello solo lo desesperaba mucho más.

—¡Deja de defenderlo y dime ahora qué te hizo!

—¡Nada, él no me hizo nada! ¡No tiene nada que ver en esto! — Chilló angustiado, viendo con más relajo cómo SeHun cedía un poco el agarre en la camiseta del moreno, que se había mantenido en silencio en todo momento. — ¿Por qué lloraba KyungSoo?

—Eso es algo que no me corresponde responderte. — Habló JongIn con voz calmada, sin despegar su oscura mirada de la furiosa del chico ligeramente más alto. JongIn pensó que no era justo que alguien menor le llevara al menos cuatro centímetros de ventaja, si es que no eran más.

SeHun, no contento con la altanería del chico a quien tenía preso contra la pared, apretó su mordida afinando aún más la línea de su mandíbula, alejándose del moreno para mirar a su amigo que asustadizo estaba detrás de él.

—Kyung, si me estás mintiendo...

—No te estoy mintiendo, él no tiene nada que ver. Lo prometo. — Le dijo tomando uno de sus brazos, mirándolo de manera angustiada. Solo necesitaba algo de paz. No necesitaba que vinieran a interrumpir aquella calma que necesitaba para asimilar las cosas. Había tanto en lo que pensar y tan poca privacidad para sus pensamientos.

—Yo me voy. — Habló JongIn, arreglando sus ropas para después pasar junto a ellos, dedicándole una mirada arrepentida a KyungSoo antes de dirigirse a la puerta, saliendo por ella unos segundos después.

—¿Vas a explicarme qué pasó? — Exigió el chico más alto, mirando de soslayo a su amigo que parecía en trance, negando con la cabeza como si fuese alguna especie de máquina.

—Estoy cansado, Hun. ¿A qué has venido? — Le preguntó sentándose en el sofá, jamás en la vida había deseado echar a patadas de su casa a alguno de sus amigos.

SeHun lo imitó sentándose en el sofá de en frente, apoyando la cabeza sobre su mano con una mueca de fastidio. — He discutido con LuHan.

—¿Otra vez? — KyungSoo cuestionó preocupado.

—Sí, otra vez. — Aceptó el de cabellos rubios, suspirando de forma honda. — Había estado extraño desde la mañana, así que me salté las clases para ir a verlo a la tienda, y saber qué le pasaba. Él es simplemente ridículo...

—No hables así de tu novio, Oh SeHun. LuHan es mayor que tú y le debes respeto. — El susodicho rodó los ojos, chasqueando la lengua. — ¿Por qué discutieron?

SeHun lo miró por unos segundos, para después desviar la mirada algo avergonzado, de pronto la mirada de KyungSoo lo había intimidado.

—Él... Él está celoso de ti.

KyungSoo palideció.

—Oh, por Dios... — "Lo que me faltaba", pensó. Y enseguida tomó al menor del brazo para arrastrarlo hasta el sofá y sentarlo en aquel sitio, haciendo él exactamente lo mismo a su lado, mirándolo. — Dime qué fue lo que te dijo exactamente.

El menor se tomó sus segundos antes de poder formular alguna palabra, se sentía incómodo de pronto hablando de este tema con KyungSoo, sobre todo después de que lo notara mirándolo de aquella forma tan detenida...

Mierda.

El comentario de LuHan sí que terminó de descolocarlo por lo visto. ¡Era KyungSoo! Su amigo de toda la vida. Carraspeó un poco su garganta antes de hablar.

Con tu vida en la mía [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora