Epílogo

696 88 37
                                    


10 años después



—¡Yah! ¡Byun BaekHyun, no metas las manos en mi comida!

—Pero es que esto huele delicioso, no puedes culparme. — Se quejó el de ojos gatunos, mirando a su amigo con un adorable puchero y obteniendo como recompensa un pequeño plato con la delicia preparada por el menor.

—No hay más, hazlo durar.

—¡Hey! ¿Qué haces todavía en esas pintas? ¡Solo quedan dos horas! — LuHan puso las bolsas de las compras sobre la mesa, dando pequeños empujoncitos en la espalda de su amigo para que corriera a cambiarse.

Las cosas no cambiaban ni a pesar de los años.

—¡Park ChanYeol, eso es mío! — Gritó BaekHyun desde la cocina, y lo siguiente que se escuchó fue un quejido del más alto seguramente producto de un golpe.

KyungSoo iba saliendo de la cocina rumbo a su cuarto, siendo interceptado por SeHun que detuvo su camino, mirándolo con una extraña mueca.

—¿Qué pasa, SeHunnie?

—Soo... ¿Tú crees que él...?

—Ya lo hizo. — Respondió antes de dejarlo terminar, revolviéndole el cabello con una enorme sonrisa. — Él los perdonó hace años, fue él quien me obligó a que yo los perdonara también, ¿Recuerdas? — Respondió entre risas, guiñándole un ojo a su menor. — Todo estará bien, deja de preocuparte.

—Está bien. — Asintió SeHun con un suspiro. — Ve a cambiarte ya. Han pasado diez años, KyungSoo, no uno ni dos. El chico debe verte guapo.

—¡¿Estás diciéndome feo?! — Gritó indignado, corriendo a su cuarto escaleras arriba.

—¡Tómalo como quieras!

—¡Pendejo! — Gritó en respuesta, entrando de golpe a su cuarto con un suspiro.

Se desvistió y miró su cuerpo desnudo frente al espejo. Diez años sin duda habían pasado por él. Treinta y cuatro años le habían otorgado ligeras arrugas en la esquina de sus ojos, sus facciones estaban más maduras, pero se veía bien. Él siempre se lo decía.

"Con los años solo te haces más hermoso, KyungSoo"

Sonrió. Comenzando a vestirse con las prendas que BaekHyun y LuHan habían elegido para él.

Una hora más pasó de volada. Se despidió de sus amigos con más ansias de las que podía controlar, pidiéndoles que tuvieran todo preparado para cuando volviera acompañado. Al menos sabía que ChanYeol era bueno cocinando, no tanto como él, pero haría algo presentable para acompañar el Kimchi que había cocinado minutos atrás.

—¡Suerte, Kyung! — Escuchó por última vez a sus amigos, saliendo de la casa que había comprado hace años para montarse en su vehículo.

Había adornado todo pensando en este día. El día en que JongIn admirara el que sería su nuevo hogar desde ahora en adelante.

Porque lo había esperado, tal y como le prometió. Durante esos diez años no faltó a ninguna visita dominical, y aunque iba contra las reglas, JongIn se las había arreglado para llamarlo por teléfono de vez en cuando, hablando hasta que la situación se volvía algo complicada para el moreno.

Eran las 11:45 AM cuando estacionó fuera de la penitenciaría. JongIn saldría justo al medio día, lo sabían ya desde hace veinticinco días, siendo exactos. Habían contado cada día y cada hora que restaba para estar juntos de nuevo, para poder iniciar de cero sin ningún tormentoso pasado que los abrumara.

—¡KyungSoo! ¡Por acá! — Se giró en busca de aquella voz, sonriendo ampliamente al ver a TaeMin abrazado de MinHo. — ¡Llegó el día! — Dijo emocionado, abrazando al más bajo con fuerza y separándose unos segundos de su ahora esposo, MinHo.

—Hola, MinHo. — El implicado hizo un gesto con su cabeza. — Llegó el día... — Susurró KyungSoo, sintiendo su estómago apretarse.

—¿Estás nervioso? — Preguntó el más alto de los tres.

—¿Qué cosas preguntas? ¡Obvio que está nervioso! ¿No ves cómo se tritura las manos? — Rió TaeMin, y KyungSoo miró a sus manos entrelazadas, justamente se apretaba los dedos con insistencia.

Miró la hora. Solo quedaban cinco minutos.

—Joder, son los cinco minutos más largos de mi vida... ¡Ni los diez años se me pasaron tan lentos! — Protestó, cruzándose de brazos bajo las risas de sus acompañantes.

"Claro" pensó Kyungsoo "Ellos están ahí abrazándose cariñosamente mientras yo estoy muriendo...".

—¡¿Por qué no sale?! ¡Ya es la hora!

—Deberías dejar de reclamar. — Aconsejó MinHo.

—¡No puedo! Ellos dijeron al medio día, ¡Ya han pasado cinco minutos de eso!

—¡Yah! Do KyungSoo... Cierra esa bocota y ve a recibirlo, te está mirando con cara de idiota. — Dijo TaeMin.

—¡Te escuché! — Reclamó JongIn, y KyungSoo se dio vuelta como si tuviese un resorte en el cuello, plasmando aquella amplia sonrisa que JongIn tanto adoraba.

Porque se habían extrañado demasiado, y las visitas no hacían acopio a todo lo que deseaban estar juntos.

Porque habían aprendido muchas cosas durante esos diez años, una de ellas; Su amor era incondicional.

Todo ese tiempo no había sido suficiente para deshacer sus sentimientos.

Estaban más viejos, sí, pero el amor entre ellos era más joven que nunca.

—Te extrañé. — Murmuró el moreno, dejando que el bolso cayera al piso mientras sus manos rodeaban la pequeña cintura de su novio.

—Yo te extrañé más. — Aseguró el más bajo, acariciando el largo cabello contrario. — Te amo, JongIn.

—Te amo, KyungSoo. — Y sellaron aquella promesa hecha hace diez años con un beso, uno tranquilo que duró el tiempo suficiente, recordando cómo era sentir los labios del otro sobre los propios con aquellas ansias que deseaban.

No era lo mismo haberse besado por breves instantes durante las visitas, claro que no.

Porque ahora eran libres, libres para poder iniciar de cero.

—Lo primero que haremos al llegar a casa será...

—¿Hacer el amor? — Interrumpió JongIn, emocionado.

—No, imbécil... — KyungSoo puso los ojos en blanco. — Será afeitarte, me haces daño. — Se quejó, la creciente barba de su novio le picaba el rostro. — Y después haremos el amor.

JongIn rió, uniendo sus labios de nuevo junto a los del contrario. No importaba cuánto tiempo habían perdido estando lejos, porque aún les restaba toda una vida para recuperar esos años que no estuvieron juntos, que no durmieron en la misma cama.

—Kyung... Cásate conmigo.

Finalmente, la vida de JongIn pertenecía, ahora sí, a la vida de Kyungsoo.

Con tu vida en la mía [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora