Capítulo 21. S | Conóceme

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Sam

Cuando Hero abandona el restaurante, una parte de mí se siente mal. Sé que Gael no le ha mandado ningún mensaje, solamente no quería estar cerca de Lucas. He visto la forma en cómo ambos se miraban y eso no hizo más que poner mi mente en blanco.

Cuando regreso a la mesa —sin lograr que Hero se quedara—, Lucas me regala una sonrisa cálida cuando me siento frente a él.
   Con confianza, agarra uno de los platos disponibles y toma un par se trozos de pizza.

—Tu amigo es un poco maleducado— dice antes de probar un bocado de la comida. —. No creí que te llegarías a juntar con personas así.

Cuando tomo el otro plato y me sirvo una rebanada, le dedico una mirada inquisitiva al chico frente a mí.

—¿Personas así?— suspiro. —. Él es agradable.— respondo en modo defensivo.

A mi mente regresa el beso que nos dimos hace tan sólo unos minutos y una sonrisa se dibuja en mi semblante.
   Ha sido tan rápido pero tan necesitado a la vez. No puedo tan siquiera pensar en otra cosa. Solamente sucedió y, aun que me arrepiento un poco, no puedo negar que me gustó.

—Y vaya que has cambiado— suelta. —. ¿Recuerdas cuando estábamos en la preparatoria y un grupo de chicos malos molestaban a los de primer año? Dijiste que jamás serías amiga de alguien así. Y ahora... mírate.

Alza ambas manos mientras con ellas me señala.

—Hero no es un chico malo— me burlo ante su comentario. —. Solamente no es del todo amable cuando alguien no le agrada.

La sonrisa se esfuma de mi rostro cuando recuerdo lo que Hero hace con sus amigos... «con Travis».
   Tal vez no debería defendelo frente a Lucas, no es del todo inocente. Sin embargo, ese chico de actitud prepotente y linda a la vez, se ha convertido en un amigo de una manera rápida y cálida.

—Como digas.— gruñe.

La actitud de Lucas no hace más que sorprenderme a cada segundo que pasa. Algo ha cambiado en él. El brillo en sus ojos que recuerdo, se ha esfumado por completo y ha dejado un par de ojos marrones desahuciados.

Durante toda la cena, Lucas me habló sobre su vida de Ohio y sus amigos. No le fue difícil empezar de nuevo —no tanto como creí—. Me contó sobre sus excelentes calificaciones y sobre algunas chicas con las que tuvo «algo».
   Podía ver la emoción en su rostro cada vez que me contaba algo increíble para él sobre su antigua vida y sus antiguos amigos.

El tiempo pasa muy rápido y para cuando recuerdo, Lucas me lleva de regreso a las cabañas.
  En el camino, puso antiguas canciones que escuchábamos cuando estábamos en la preparatoria y de repente los recuerdos llegan como un balde de agua fría.

—Me agradó verte otra vez.— digo, cuando aparca en el estacionamiento.

No creí encontrarmelo justamente la primera noche del fin de semana. No obstante, ha sido de gran ayuda.

—¿Qué tal si salimos otro día?— me sonríe. —. Sigo disfrutado de tu compañía como siempre.

Yo asiento en modo de respuesta. Me gustaría tratar de volver a ser amigos aun que eso llevara tiempo e implicara muchas cosas.

—¿El viernes por la noche?— sugiere. —. Puedo visitarte, extraño a tu familia.

—Claro, el viernes por la noche.

Lo miro directamente y esta vez me encuentro con sus encantadores ojos marrones que algún día fueron mis favoritos en todo el mundo.
   Lucas era el chico más increíble. Pero ahora, algo dentro de mí insistía que mi ex novio no era el mismo.

Toque de queda | Hero FiennesWhere stories live. Discover now