Ch37: Cuenten eso Paige y Liena...

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Cuando Liena bajó, les dije a todos que el almuerzo ya estaba listo, procedimos a sentarnos en la mesa, yo me senté al lado de mi hermanito, Paige y Liena juntas, ella quería a su tía Paige pero también a sus tíos Clyde y Ronnie Anne, todos ellos la vieron los primeros días de nacida, después de que Paige conversara con nosotros, vinieron al otro día ellos.

...

Al entrar a la habitación donde estaba descansando por el parto, Ronnie Anne y Clyde se quedaron sorprendidos al ver a una tierna criaturita, entonces Ronnie Anne se acerca a Lincoln y le da un golpe en el hombro y le dice:

R.A: De veras patético que tienes una hermosa hija.

Frotándose el hombro y con una mueca de dolor pero con un tono alegre le dice:

Lincoln: Gracias Ronnie.

Ella me dice:

R.A: A ti también Leni, felicitaciones por tener a tan bella bebé.

Sonriendo le digo:

Leni: Gracias Ronnie, y tú qué piensas Clyde...Clyde?

Estaba con unos ojos cristalinos, no podía creer que su amigo tuviera a una bebé tan tierna, le dice a mi conejito:

Clyde: Lincoln es tan tierna, hermano tienes un angelito, es como el bebé que esperaba que mis padres tuvieran y que al final fue un gato pero me haz dejado sin palabras.

Lincoln: Gracias Clyde, gracias a los dos por venir de tan lejos para vernos.

Entonces Ronnie le da dos golpes en el brazo tanto a Clyde como a Linky y les dice:

R.A: Dos por ser tan sentimentales.

Lincoln/Clyde: Auch!

Yo solo me reía de lo que pasaba ahí, entonces se quedaron un buen rato conversandonos sobre sus vidas y después se fueron, nunca tocaban el tema de nuestra familia.

Días después Liena descansaba en su hermoso cuarto de color celeste, Lincoln me abrazaba por detrás y me besaba mi nuca, no podía creer que Lincoln y yo tuviéramos una hija.

Pensar que ayer era mi hermanito menor, el que siempre tenía un plan y siempre nos brindaba su apoyo a todos en la casa.

Liena era una bebe que desprendía un aura de inocencia y dulzura. Pensar que ella con el tiempo iba a ser una niña problema no pasaba por más de unos segundos en mi mente.

Paso más de un año, era una tierna rubia de cabello corto como yo, su primera palabra fue papá, ya que Lincoln era un padre muy cariñoso con ella, aunque yo también la mimaba pero él sabía que quería con solo escuchar su vocecita, con el pasar del año, yo encontré trabajo en una pequeña agencia de diseñadores.

Lincoln la cuidaba en la mañana hasta las dos de la tarde, porque yo venía a esa hora, y me quedaba lo que restaba con ella.

Lincoln era un padre que se sacrifica por su familia, lo demostró con nuestra familia, ahora lo demostraba con la suya y mía.

Yo solo trabajaba de lunes a viernes, él de lunes a sábado y a veces domingo, el supermercado seguía siendo su lugar de trabajo.

Todas las noches llegaba cerca a las diez y media de ahí, llegaba muy cansado sin embargo eso no le impedía que conversara conmigo y jugara con nuestra pequeña hija y conversáramos sobre nuestro día, pero estaba muy agotado a veces y se a veces se demoraba para cenar y apenas llegaba al cuarto caía rendido al encanto de la cama, lo curioso es que Liena le seguía el paso a su papi y cuando la arrecostaba junto a él se dormía abrazándolo.

Aprendiendo a Amar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora