Ch47: Discúlpenme hermanos...

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Todas bajaron al primer piso a desayunar junto con Linky.

Entonces se sorprenden al verme preparar el desayuno mientras converso con Lori.

Liena se acerca lentamente y dice:

Liena: Hola mami, hola tía Lori, me llamo...

En ese instante Lori la carga y le dice:

Lori: Déjame adivinar, Liena Valerie Loud? O me equivoco?

Liena se alegró y comenzó a conversar con su tía, Lori le preguntaba muchas cosas y Liena le decía literalmente a todo.

Lori solo se reía porque su sobrina decía su palabra favorita.

Mamá solo miraba con una leve sonrisa.

Pero alguien solo sonrió, suspiró y se fue a otro lado.

El desayuno fue de lo más normal, Liena y Lola conversaban sobre peluches, Lola le contó que ella tiene unos peluches hermosos de cuando era niña, Liena dijo que quería verlos, su tía le dijo que por supuesto que se los iba a mostrar y que le iba a dar uno si quisiera.

Liena estaba ansiosa por ver los peluches de su tía Lola, Lucy de repente le dijo que ella tenía un busto de un vampiro.

Nos asustó como siempre, ella solo dio una leve sonrisa, Liena le dijo que sí.

Pero Liena se percata que su tía Luna está algo triste.

Al terminar de desayunar, papá y yo dijimos que íbamos a lavar los trastes.

Lola le dijo que iba a buscar su peluche y después la iba a llamar.

Liena sonrió y se fue a buscar su peluche que había traído.

Las demás habían salido con mamá a comprar algunas cosas para la casa.

Lincoln estaba abajo arreglando algunas cosas de la cochera, se ofreció ha hacerlo.

En eso Liena nota que la escalera del ático está abierta, sin pensarlo sube allí.

Luna estaba en el ático buscando algunas cosas que dejó guardadas, estaba buscando una guitarra acústica que dejo hace casi un seis meses allí.

Entre esas cosas encuentra una pequeña radio, era una a la que le conectabas un micrófono y actuaba como altavoz.

Recordó que con esa radio animaba a su pequeño hermanito cuando esté tenía cuatro y seis años para que no tenga miedo de entrar al kinder y a la escuela primaria, pero siempre para hacerlo sentir bien pero no solo a él sino a todos pero principalmente al lindo conejito.

Le cantaba cosas lindas, su hermano siempre le agradecía con un abrazo y un beso en su mejilla.

Le decía que cantaba muy pero muy bien, que su voz era muy melodiosa pero sobre todo hermosa.

Luna siempre se sonrojaba con los comentarios de su pequeño hermanito, casi nadie la halagaba como él lo hacía de una manera inocente y tierna.

Tanto era eso que una vez ella soñó besándose con su hermanito cuando ella tenía diez años.

Se despertó sonrojada, se toco sus mejillas, no podía creer que soñara eso.

Esa mañana ella solo observaba a su hermano de reojo, cuando Lincoln le pidió que le alcanzara algo, ella se sonrojó y se fue corriendo de ahí.

Lincoln se sorprendió por eso, no dijo nada y me alcanzó esa revista que le había pedido a Luna que le pasara.

Así pasaron los días y Luna seguía soñando a veces lo mismo.

Aprendiendo a Amar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora