SABORES AGRIDULCES: Rosseu #3 [COMPLETA ✔]

Capítulo 50

Natalie

– ¡Osman!

El dolor es agudo e insoportable, miro el reloj de mi teléfono y son las 2:33 am, un nuevo dolor me inunda por lo que pego un gran grito, de inmediato mi hermano y Lina entran con rostros preocupados, yo estoy igual pues aún me falta más de un mes

– ¿Qué te pasa?

– Tengo dolores, que van y vienen

– Pero aun te faltan seis semanas – Lina toco mi vientre – está muy duro tu estómago

– JODER

Me queje cuando un nuevo dolor más intenso me inundo, Osman me cargo en sus brazos, necesitaba ir al hospital, no quería que a mi hijo le pasara algo, los dolores se hacían cada vez más fuertes, al estar en el auto Calúm salió en bóxer corriendo a nosotros

– ¿Qué pasa?

– Tiene dolor – Osman me dejo con cuidado en el asiento trasero del auto – la llevaré al hospital

– Los alcanzare

– Cal

– Dime

– Llama a Yhojan y avísale

– Pero...

– Es el papá, AHHHH MIERDA

– Solo has lo que dice

Osman entro al auto y prendió la sirena para poder saltarse los semáforos, necesitábamos llegar pronto al hospital, los dolores eran más frecuentes que me estaban haciendo perder el conocimiento, apenas y fui consciente de que mi hermano le marco a Aranza

En cuanto llegamos al hospital una camilla esperaba por mí, todo lo veía borroso y mi voz salía cuando un dolor me atacaba, de inmediato me llevaron a una sala donde me estaba esperando la doctora Carther con otros colegas, ellos fueron lo último que vi

– ¿Cómo están? – La voz de Yhojan llego a mis oídos – ¿Qué dijo la doctora?

– Dijeron que su presión se elevó demasiado – La voz de Osman también la identifique – lo que causo sus contracciones, lo que les preocupa es que se desmayó hace veinte minutos y no reacciona

– Mi... – mi voz salió ronca – mi bebé

– Natilla ¿Cómo te sientes?

– AHHHH

El dolor volvió, vi como mi hermano salía corriendo de la habitación, mientras Yhojan se acercaba a mí, su cabello estaba desordenado y vestía su pijama; mis lágrimas salieron de mis ojos por los fuertes dolores que me estaban azotando, Rosseu tomo mi mano apretándola

– No quiero perder a mi bebé

– No digas eso – Yhojan acaricio mi cabeza – no lo vamos a perder

– Me muero si algo le pasa

– Yo me muero si algo les pasa – él sostuvo mi rostro – son mi vida, juro que no dejare que les pase algo

– AHHHH

Un nuevo dolor me hizo gritar, Aranza y la doctora Carther me revisaron en sus rostros veía preocupación, en minutos estaba siendo trasladada a una de las salas de parto, mi llanto era inmenso pues el dolor no me dejaba ni un segundo aunque lloraba más por miedo

– Aranza

– Dime cariño

– No quiero estar sola

– ¿Quieres que traiga a Osman?

– No, quiero a Yhojan

– Bien lo traeré

Desaparecí a mi amiga, algunas enfermeras retiraron mi pijama y me colocaron una bata, me asuste cuando vi la parte baja de mi ropa pues tenía sangre, era evidente que algo andaba mal, no supe cuánto paso pero Yhojan se encontraba a mi lado apretando mi mano

– Todo va a estar bien

– Prométeme que lo cuidaras si algo me pasa

– Nada va a pasarte – beso mi frente – tú y nuestro hijo estarán bien

– Natalie tienes la dilatación perfecta – Aranza se acercó a nosotros – comenzaremos con el parto

La doctora Carther subió mis pies a la moldura de la cama, me sentía tan expuesta y ante la mirada de al menos una docena de personas, las manos de Yhojan tomaron mi rostro para que lo mirará, sus labios se estamparon con los míos acción que me sorprendió

– Hermosa todo estará bien

– AHHHH DUELE

– Nat – Aranza tomo mi otra mano – cuando venga el dolor puja

Pasaron segundos para que un nuevo dolor golpeara toda mi espalda, cintura y vientre, puje con todas mis fuerzas como mi amiga pidió, Yhojan soltó un gemido cuando enterré mis uñas en su mano, respire profundamente cuando el dolor paso

Pero no tardo nada en volver, nuevamente puje mientras sacaba un gran grito, sentía morir por el dolor insoportable que embargaba mi cuerpo, el tiempo pasaba pero mi hijo no salía y eso me estaba preocupando demasiado; Yhojan me daba palabras de aliento para que no me diera por vencida

– Esto no está funcionando – la doctora Carther hablo fuerte – preparen el quirófano

– ¿Qué sucede?

– Tendremos que hacerte cesaría

– ¿Por qué? – Yhojan pregunta – ¿Qué es lo que sucede realmente?

– El cordón umbilical se ha enredado al cuello del bebé si no hacemos la cesaría lo perderemos

– Salven a mi hijo – mi llanto se hizo más desesperado – salven a mi bebé, no lo quiero perder

Yhojan tomo mi rostro para besarme en los labios, él al igual que yo estaba llorando, sé que estaba más que angustiado por lo que podía pasar, Rosseu no se alejó de mí hasta que le prohibieron el paso; al menos Aranza estaba conmigo así no estaría sola