Capítulo 58

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Natalie

Mi mirada estaba borrosa, no sabía qué hacer si bien aún lo amaba no me sentía segura de aceptarlo, tenía tanto miedo que volviéramos a fracasar pero en esta ocasión no solo debía de pensar en mí sino también en mi hijo, sé que Ares merecía una familia pero ¿Éramos capases de dársela?

Hermosa ¿No piensas responderme?

– Hacia mucho que no escuchaba esa palabra

– Hacia mucho que yo no la decía

– Tengo miedo

– No debes temer a nada – sus manos acariciaron mis mejillas – juro que haremos que esto funcione, solo recuerda los momentos hermosos que pasamos juntos, piensa en lo feliz que estábamos al día siguiente de que nos casamos

– Pero nuestra felicidad termino pronto

– Y ahora durara de por vida

Cerré mis ojos fuertemente, esta era una decisión que necesitaba reflexionar mucho; sentí los labios de Yhojan en mi cuello por inercia moví mi cabeza dándole más espacio, sus manos acariciaron mis brazos hasta que llegaron a mi cintura, su cuerpo se apretó más a mí

Volvió la misma sensación de hace años, esa que solo él podía hacerme sentir, mis manos bajaron de la pared y las enrede a su cuello, acaricie su nuca haciéndolo gruñir, sus labios buscaron urgentemente los míos, su mirada busco la mía, las maravillosas sensaciones volvieron a mí

– Te amo mi Hermosa, dime ¿Tú me amas?

Sus palabras me llenaron de tanta familiaridad que es como si nunca nos hubiéramos separado, esas simples palabras llevaron tantos sentimientos a través de mi cuerpo que me fue difícil no sonreírle; acaricie su mejilla, estaba más que dispuesta a intentarlo

– Yo aún te amo Hermoso

Esas palabras bastaron para que vuelva a atacar mis labios pero esta vez de una manera delicada, sus brazos me rodearon haciéndome sentir una calidez inexplicable, quería pasar el resto de mis días así, a su lado, que Ares creciera teniendo a sus padres juntos

De un momento a otro el beso cambio a uno más desesperado, sus manos bajaron de mi cintura a mi trasero de donde me levanto haciéndome rodear su cintura con mis piernas, sentí como comenzaba a caminar por lo que deduje me llevaba a su habitación

– Si quieres que pare dímelo ahora porque cuando entre a la habitación no te dejare ir

– Quiero hacerlo – deje un leve beso en sus labios – quiero estar contigo nuevamente

– Mi Hermosa, no sabes cuánto te extrañe

Aferrada a él entramos a su habitación, ni siquiera me dejo ver algo de esta porque comenzó a desnudarme con urgencia, yo hice lo mismo pues desde hace más de tres años que no había tocado o si quiera pensado en algún un hombre, solo Yhojan inundaba mi mente

Sus manos me levantaron subiéndome a la cama, me acostó al centro de esta e inmediatamente se posiciono sobre mí, sus labios llenaron de besos mi rostro antes de reincorporarse, sus ojos comenzaron a recorrer mi cuerpo e instintivamente me cubrí el vientre

– No mires

– ¿Por qué no?

– Mi estómago es horrible

– ¿De qué hablas?

– Las estrías y la cicatriz de la cesaría se ven – tome la sabana para cubrirme – así que no mires

– Eres hermosa – Yhojan me quito la sabana – esto son marcas de lo fuerte que eres – bajo su cara a mi estómago donde repartió varios besos – además ni siquiera se te ven

– Me estas mintiendo – levante la cabeza – claro que se ven

– Natalie estás loca – Yhojan me sonríe – no se te ve nada

– Se ven no lo niegues

– Que no se ve nada, además me atrevo a decir que te vez mucho mejor que en el pasado

– Claro que no, mis pechos están más flácidos al igual que mi vientre – comencé a enumerar mis ahora defectos – las estrías se marcan, estoy subida de peso y además tengo la marca de la operación

– Eres perfecta – Yhojan acaricia mi vientre – esto no cambia nada, ni esto – toco mis pechos – estas más hermosa que antes ¿Sabes porque?

– ¿Por qué?

– Me diste el mejor regalo del mundo, Ares es el que me hizo sobre llevar nuestra separación, porque nuestro hijo me hacía verte aunque sea por minutos así que deja de decir que tu cuerpo es feo porque es hermoso como tú

– De seguro tu noviecita tiene mejor cuerpo

No pensé en lo que dije hasta que las palabras abandonaron mi boca, mi lado celoso salió en el peor momento, los ojos de Yhojan estaban sobre los míos aun así no me pasó desapercibida la sonrisita estúpida que adorno sus labios, desvié la mirada pero inmediatamente me hizo mirarlo de nuevo

– Jamás la toque, nunca pude pasar de los besos con ella porque no era tú – sonreí levemente – estaba con Sarah porque creí que tú eras novia de Geovani

– Él es mi primo – le aclare – realmente fuiste un cavernícola al golpearlo

– Entiéndeme estaba enfadado

– Hay otras maneras de desquitar tu enojo

– Yo conozco una – Yhojan me sonrió de manera picara – y sé que te gusta mucho

Se acomodó en medio de mis piernas e inmediatamente me penetro, deje salir un gemido alto que fue callado por sus labios, no espero nada para comenzar el vaivén de sus caderas, enrolle mis brazos y piernas a su cuerpo, el aire me faltaba por lo que me separe de sus labios

– Se siente tan bien volver a llevar el mando

Sonreí ante sus palabras, lo tome de los hombros girándolo, ahora él estaba debajo de mí, sin esperarlo tome su erección dirigiéndola a mi entrada, de un solo movimiento hice que se adentrara en mí; baje mi rostro hasta su cuello mientras comenzaba a moverme

– Ahora yo llevo el control

– Siempre lo has tenido tú mi Hermosa

SABORES AGRIDULCES: Rosseu #3 [COMPLETA ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora