EMPTY FAME | YOONMIN

Once

- Y -

Aún estoy un poco molesto por la repentina aparición de mi hermano en Seúl. No digo que me moleste su presencia, al contrario, me agrada, es solo que no esperaba que apareciera a la puta media noche comiendo un paquete de galletas de chocolate.
Puedo verlo desde mi posición allí de pie atragantándose con galletitas de animales mientras no deja de mirar hacia todos lados como un faro en medio de la noche.

Podría haber pedido un taxi perfectamente, pero estaba claro que sus planes eran obligarme a venir al aeropuerto y sacarme de mi cama aunque no estuviera en ella. Es un pesado.

Cojo el móvil del asiento del copiloto y le envío un mensaje de texto avisándole que ya estoy aquí.

Ya llegué, estoy frente a ti.
- Yoongi.

Sé lo mucho que adora el drama y todas esas mierdas, es por eso que sé lo mucho que le gustaría que lo recibiera de un abrazo mientras la gente se amontona a nuestro alrededor y lanza gritos emocionados por nuestro ansiado reencuentro. Es una lástima que nadie sepa de su existencia, mantener mi vida familiar oculta de todos los medios ha sido realmente difícil.

Veo como el chico castaño, tristemente mucho más alto que yo a pesar de ser menor, sonríe con su teléfono en la mano y camina con sus pesadas maletas hasta el exterior.
Dios, ¿cuánto tiempo planea quedarse?

Noto como frunce el ceño cuando no da conmigo y mi lujoso deportivo rojo que conoce muy bien, lo que me causa algo de gracia pues he traído a Betzy.

Pobre Taehyung.

No te veo.
- Tae.

Está exactamente a mi lado, pero pasa de Betzy como si no existiera.

Estoy frente a ti.
-Yoongi.

Lanzo una carcajada esperando que pueda oírme, pero no lo hace y dirige su mirada al otro lado de mi nueva camioneta. Lo siento Betzy, eres horrible y al parecer invisible para el ojo humano.

Sin poder dejar de reírme cojo la manilla rota de la ventanilla y la bajo con una sonrisa burlona escondida tras mi cubrebocas.

-¡Estoy aquí, idiota! - le grito sobresaltándolo al punto en que varias de sus graciosas galletas caen al suelo.

Taehyung me mira impresionado, luego a mi nueva camioneta, y luego a mí otra vez - ¡¿Y esta cosa?!

Sonrío quitándome el cubrebocas cuando noto que no hay nadie que pueda verme - Te presento a Betzy - digo con diversión - Ahora sube, deja tu equipaje atrás y vamos a casa.

- ¿Qué pasó con tu auto lujoso? - pregunta confundido - ¿Es una broma?

Ruedo los ojos intentando subir rápidamente la ventanilla, pero entonces la manilla se desprende y quedo con el objeto en la mano.
No pasan dos segundos cuando Taehyung echa a reír como un maniático.

- Te dejaré aquí si no subes ya - digo encendiendo el motor.

Él frena su molesta carcajada y de unos veloces movimientos lanza sus maletas a la parte de atrás de la camioneta - Está bien, está bien.

Un minuto después mi hermano está sentado a mi lado con una risilla traviesa saliendo de su boca - no puedo creer que estés conduciendo esto.

- Y yo no puedo creer que estés aquí, ¿Por qué no me avisaste que vendrías? - pregunto girando a mirarle, pero entonces me sorprende con un abrazo y le oigo suspirar en mi hombro.