Cuarenta y cuatro

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- J -

Estoy nervioso. Cuando Jungkook me comentó que el primer día de vuelta a sus clases musicales le importaba una mierda no creí que lo decía en serio, pero sigue dormido y ya casi son las ocho de la mañana.

He intentado despertarle con todos los métodos posibles, pero no hay caso. Es entonces cuando decido hacer un poco de ruido en el departamento y enciendo el televisor.

Lo primero que veo en pantalla es un titular donde pone que el famoso rapero AgustD se halla en el aeropuerto. Una sonrisa se me escapa al verle. No puedo creer que Yoongi sea lo último que vi ayer por la noche cuando vino a despedirse y hoy sea lo primero que vea otra vez.

Sigue pareciéndome irreal que ese chico vestido de camisa blanca, pantalones negros como su cabello largo que cubre sus ojos y un cubrebocas del mismo color, sea mi novio. Todavía me cuesta creérmelo.

El negro queda bien en él. Hace que su piel blanquecina resalte entre sus ropas y ahora como mero espectador desde mi casa, lo veo como algo fantasioso mientras camina rodeado de admiradores y escoltas inmensos.

La voz de la periodista que relata el andar de mi chico se hace oír por todo el salón y logra despertar a Jungkook que con rostro somnoliento aparece para mirar qué sucede.

- ¿Ya se va? – pregunta soltando un bostezo – Pensé que su vuelo era a eso de las ocho.

Tal parece que su ídolo es lo único capaz de levantarlo de la cama.

- ¿Has visto la hora? – le regaño cogiendo un par de emparedados de la mesa – Llegaré tarde por tu culpa. Anda, vístete y vamos. Comeremos en el camino.

Con los ojos aun entrecerrados y el pelo enmarañado, intenta afinar su visión para mirar la hora en el reloj de la pared - ¡Mierda! – suelta abriendo de un golpe sus grandes ojos - ¡¿Por qué no me despertaste?!

Decido que no tengo tiempo para perder explicándole que duerme como un tronco, así que le ignoro y dejo que siga su camino al baño a punta de tropezones. Doy un mordisco a mi emparedado de mermelada concentrado en el televisor pensando en Yoongi y su mundo, mundo que definitivamente no es para mí.

(...)

- Por suerte el taxi fue rápido porque de otra manera estaríamos en problemas – digo maravillado por el campus. Vine aquí muchas veces a dejar papeles y firmas, pero con esto ahora lleno de gente logro apreciar lo hermoso que es el verde que lo rodea.

- Querrás decir que tú estarías en problemas. Yo llevo aquí dos años y un día tarde no me hace daño – Jungkook se acomoda la mochila en su espalda. No sé para qué demonios trae una si todo lo que tiene dentro es un mísero lápiz, ¡Ni siquiera trajo un cuaderno! – Deberías apresurarte a tu edificio para dejar tus cosas, coger tu horario y toda esa mierda ¿Quieres que te lleve?

- No hace falta – contesto sin dejar de mirar a todos lados. A pesar de que no es tan temprano como me gustaría, pero tampoco tan tarde, hay mucha gente recorriendo el campus de un lado para el otro. La mayoría primerizos en esto como yo – Sé donde queda y quedé de verme con Taehyung en la entrada. Tú ve corriendo hasta el tuyo porque es el más lejano. Te hablo más tarde, ¿sí?

- Tienes razón – dice echando a correr hacia el lado contrario de mi edificio - ¡Quedamos para comer más tarde!

Me pregunto si luego de dos años aquí me convertiré en alguien como Jungkook que solo trae un lápiz. Pienso en ello mientras lo observo correr por el campus seguido de varias miradas de algunas chicas que quedan hipnotizadas con sus piernas tonificadas. Da igual, lo único que quiero es terminar luego todo esto para poder ayudar a mi familia.

EMPTY FAME | YOONMINWhere stories live. Discover now