Comienza la guerra

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Numerosos alumnos, distintas casas y edades, guardan fila delante de un pupitre

-Siguiente

De cuando en cuando echan breves vistazos a la cerrada puerta, en teoría silenciada, con diversas intenciones. La mayor parte enfrentarse

-Nombre, casa, edad y firma

Toman la pluma de manos de la cortés asiática, más o menos segundos de reafirmar, escriben lo indicado a prisa

Una vez fuera se dirigen hacia otra muchacha de tirabuzones castaños atados con negro lazo, antes rosa, quien les entrega una cuartilla de pergamino

-Mañana, a las siete, abrid el papel

Suponen cálida bienvenida, a juzgar por la sonrisa, respondida por cabeceos y alguna que otra de vuelta

Desconcertada gira sobre sí misma entre la, cada vez más vacía, taberna Cabeza de Puerco. Se sorprende de ver incluso más gente de la recordada, incluyendo de primeros cursos

-¡Ginny!

Da leve salto y casi se abalanza sobre Cho, optando por saludo amistoso

-Si al final viniste

Apenas recordaba cuán bajita era Parvati, más bien es. Ahora está aquí

-Tenemos papeles por...¡Pelirroja!

Lavender acaba de tirar el fajo por los aires, igual que a sí misma quien la recibe

-¿Tan mal os iba?

La irónica pregunta llama atención de una muy abrigada Padma

-Un poco

Ginny debe contenerse una vez más. Años queriendo verla tras su muerte

-Bueno, estando todas

Lavender se frota los guantes como forma de entrar en calor

-¿Qué tal si volvemos al castillo?

Todas apoyan y empiezan a repartir los distintos materiales. De una patada, Cho abre la puerta

-Quinientos colacuernos

Fuera nieva como nunca



La Sala de los Menesteres jamás fue tan clandestina, ni tan ocupada.

Cerca de treinta alumnos intercambian palabras con mayor o menor nerviosismo, los más veteranos se esfuerzan por aplacar ánimos y bajar pies a la tierra.

En preciso instante las puertas se abren, conteniendo más de una respiración, para dar paso a ella

-Bienvenidos al Ejército de Hogwarts, EH para abreviar

Ginevra Weasley. Toda un mito entre tres casas, piedra en el zapato para una

Numerosos alumnos salen a hurtadillas para desagregarse en un punto, curiosamente la misma intersección de años atrás: Sala de los Menesteres

Se esconde rápidamente tras el arco, con todos los veinte centímetros del verano, sumados a los cincuenta y cinco de antes, suficientemente rectos para asomar la cabeza sin ser visto.




-¿Los veis preparados?

Tres estudiantes aprovechan un hechizo silenciador y altas horas

-Sinceramente no mucho, contando con el sistema actual

Una hindú aprovecha los ronquidos de su gemela para pintarle mientras interviene, lo bueno de colar una Huffelpuff

-Tampoco el anterior daba para mucho

Afterwar mess saga {#LosDoceReinos}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora