Final countdown

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Yes, I've got darkness inside
nonetheless we all do
So why couldn't I?

Edel Ashcroft nunca fue una persona mal conocida, de hecho casi todos afirmarían su carácter servicial, reafirmado por aniñadas coletas de bucles azabaches.

La pequeña Huffelpuff tuvo una infancia tan dulce como su cantarina voz, normalmente en tono bajo por cierta clase de vergüenza, en el pacífico barrio de Idsferion. Ya conocen el cambio de la antigua Yugoslavia, tras los Enfrentamientos entre Sangres, se ha vuelto un buen sitio para correr por sus calles tras la quaffle de tela

¿Quién no tiene una buena palabra? Todos la hemos visto sonrojarse al recibir más mínimo cumplido, por ejemplo, o aceptar una chocolatina. ¿La aceptó, verdad? Jamás robaría

Ahora pensando mejor, lleva un poco desaparecida. Más bien cinco años, exactamente desde la guerra, ¿no me crees? Subió por la escalera de Astronomía y no volvió. Ni entre las bajas, raro

Sh'ush suh'esh

Ya dejé la ventana abierta, manías pésimas para noches ventosas, en fin ya ni recuerdo por dónde iba. ¿La edad afecta? Supongo después de cinco huidas, siete identidades y otros tantos cambios físicos sí

Auseshssesh, esh'shan shi'ei-esh

Después de todo incluso la criatura más fuerte se resiente, la historia se repite y caras ocultas surgen a flote. Ya desvarío

Shçass'isshçahosh-shi

Ya debo despertar, si puedo, pues esta pesadilla parece nunca acabar. ¿Cuál? Una amistad perdida, una sombra acechando tras cada esquina e ineptitud personal de rehacer vida

Jamás os carguéis de culpa pudiendo actuar, luego no querréis más que gritar.

Lo sabía, la descubrí y me fui, ¿razón? Amor por el mismísimo Lucifer


Gotta hate you
but I love you


Alguien escribe con rapidez, yemas insensibles trazando rápidas letras, marcando ritmo de apresurada carrera de obstáculos

Bien por especial radar o rapidez de la gente para apartarse, sólo chocó con un par de troncos. Ya debe tener mala cara

Inesperado choque provoca recolocar gafas y túnica aprisa, a tiempo de pedir disculpas, justo para reemprender marcha. Entonces una voz congela cada fibra, cada sílaba le produce arcadas contenidas con apretar aún más el pergamino

-¿Ya ni miras?

Ahí está, gran esfuerzo para mirar al frente, la misma causante de tantos desvelos. Boca ligeramente entreabierta, cejas levemente curvadas y pequeña gota al final del ojo

-Hola

Ahora rueda, apretó los labios antes de asentir. Bajo la túnica una mano tira de un puño de lana

-¿Cómo has estado?

Su turno de tragar. De lo contrario acabaría echando en cara y no es su modo de proceder, prefiere las conversaciones calmas

-Bien

Ella esboza triste mueca de sonrisa, esperaba otra respuesta, antes de agachar la cabeza. Sigue jugando con el jersey

Afterwar mess saga {#LosDoceReinos}Where stories live. Discover now