Era una tarde, como otra cualquiera, donde el calor se sentia en la habitación. Una tarde en la que dos galaxias iba a encontrarse en tan solo un abrir y cerrar de ojos.
Mario y Sofía eran sus nombres, y, como si el aire lo quisiese, ponía rojos sus lindos rostros.
Era una tarde, como bien he dicho, donde dos equipos, enfrentados por un balón, jugaban la final. Dos personas que llevaban en su corazón la sangre de equipos distintos.
Entonces el balón entro en la portería y Sofía empezó a gritar el himno de su equipo, y, sin Mario esperarlo, ella le toco graciosamente su torso, duro, firme, seguro... seguramente sus ojos se encontraron por fin en la galaxia y poco a poco la mano fue bajando y bajando...
Hasta tocar algo prohibido, algo que hizo que Mario la agarrase fuertemente y se la pusiera encima suyo.
Sus cuerpos se fundían, sus fluidos viajaban por cada rincón de su ser...
Fue una tarde en la que, no solo dos personas se unieron, sino donde dos galaxias se alinearon.
~mrs. buby~
