Padres e hijos (PAUSADA)

Capitulo 19

Año 2040
Tony y Shuri habían empezado a trabajar hace una hora y Wanda lo sentía eterno. Había ido a la cocina a prepararse una taza de té y se sentó en la mesa que había ahí.
Estaba tan preocupada, su pequeña hija estaba en quien sabe que año, nunca se había separado tanto de Victoria, mucho menos después de los ataques que desencadenaron el infierno que ahora sufrían.
Soltó un suspiro y al tiempo que lo hizo Steve apareció.
—¿Estás bien?
—Solo tengo dolor de cabeza y estoy preocupada—Tomo un poco de su taza de té—¿Tú?
—Bueno, mis dos hijos están desaparecidos, así que estoy dentro de lo que cabe bien—Steve se sentó frente a ella—No puedo evitar pensar en Natasha.
—¿Por qué estás pensando en ella?
—Bueno, le prometí que cuidaría de James y Natalie, no dejar que les pasara nada y ahora ni siquiera se donde están—Steve recargó su barbilla en una de sus manos.
—No te atormentes Steve, no sirve de nada, creo que tú y yo lo tenemos más que claro.
—Lo se, pero simplemente llega el pensamiento—Steve la vio beber más de su té antes de hablar—¿Lo extrañas?
Wanda se desconcertó un poco ante la pregunta y no pudo evitar que un recuerdo llegara a ella.
Ella estaba sentada con una taza de café entre sus manos, era la madrugada, el sol aún no salía, llegó alguien más, completamente silencioso, ella no lo noto hasta que entró en su vista, solo lo vio de reojo para después tomar un trago de café el cual le quemó la garganta, quien había llegado simplemente se sentó frente a ella.
—No puedes dormir—Decidió hablar, rompiendo el silencio, aunque ella había hablado mas en un susurro.
Levanto una ceja ante lo dicho para finalmente negar con la cabeza.
—Al parecer tú tampoco, ¿o me equivoco?—Ella lo observo un momento, había hablado tan bajo como ella.
—No, no te equivocas—Suspiro para después tomar más de la bebida caliente—Aunque no duermo bien hace mucho tiempo, así que no es una sorpresa.
—Ya veo, ¿Puedo preguntar por qué?.
Ella lo único que hizo fue mover sus dedos mostrando una pequeña bola roja qué pasó entre sus dedos iluminando un poco el espacio entre ellos para después desaparecer dejándolos de nuevo en la oscuridad.
—Creo que eso responde a tu pregunta, ¿lo hizo?
—Claramente—Seguían hablando en susurros—¿Le temes?
—No, hace tiempo dejó de hacerlo pero todos a mi alrededor parecen temerle, así que eso causa que a veces me sienta insegura de como controlarlos y mi mente juega con ello.
El intruso se paró y antes de salir volteo a verla.
—No me asustan, creo que son impresionantes.
Finalmente salió del lugar y ella sonrió levemente para acabar su taza y decidió intentar dormir un poco más, su pecho se sentía caliente, como hace mucho tiempo no lo hacía, con esa sensación fue con la que durmió.
—Wanda
—¿Eh?—Se había ido momentáneamente, suspiró para después contestar—Lo extraño, más de lo que puedo decir.
—Pronto va a ser el cumpleaños de Natalie—Steve cambio de tema al notar la mirada de Wanda—Espero que alcancemos a encontrarlos antes de eso.
—Es cierto, ojalá así sea.
Wanda acabó su taza sin embargo el dolor persistía.
Ambos adultos se quedaron ahí, sin más que decir, solo compartiendo la preocupación hacia sus hijos.
Años atrás.
La búsqueda no daba resultado, dejaron a Friday trabajando para que cualquier cosa les notificara, al ser tan tarde todos habían ido a dormir, pero los jóvenes no estaban descansando. No realmente, estaban preocupados por su amiga y no solo eso, había muchos recuerdos rondando en su mente, aquella conversación con Wanda seguía haciendo de las suyas.
Natalie jugueteaba con el collar que antes había pertenecido a su madre.
—¿Recuerdas la canción que mamá solía cantar a veces, antes de dormir?
—Si, ¿A qué viene la pregunta?—Natalie últimamente no se sentía segura como para dormir sola, de hecho no le agradaba, casi siempre se pasaba con su padre en la madrugada pero ahora él no estaba pero si James.
—Solo me acorde—Natalie soltó un suspiro—No creo poder dormir.
—¿Qué es lo que tanto te asusta Nat?
—Nada—murmuro un poco vacilante a su respuesta.
—No te creo, últimamente has estado diferente.
—Tengo miedo que algo malo pase, a sido demasiada tranquilidad.
—Bueno, no creo que algo malo vaya a pasar, es mejor que dejes de darle tantas vueltas a eso, sino vas a vivir atormentada.
—Ya estoy atormentada James.
James se acercó a su hermana para abrazarla por los hombros.
—No puedes vivir así Nat, no es sano, sería mejor si intentaras dejarlo poco a poco.
—No es fácil, extraño mucho a mamá y una parte de mi se siente culpable, tú la extrañas y papá también aunque lo quiera ocultar—James empezó a ver como los ojos de su hermana se llenaban de lágrimas y eso desde que podía recordarlo hacia qué su pecho se oprimiera.
—Ya hemos hablado de esto Nat, nada fue culpa de nosotros, el bastardo supo como engañarla, ella se preocupaba por ti porque te amaba y eso no es tu culpa, Ultron encontró su debilidad—empezó a acariciar el hombro de su hermana para tranquilizarla—también podría haber imitado mi voz o la de papá y ella hubiera ido sin pensarlo dos veces solo porque nos amaba, a ella no le gustaría que te sientas así ¿O si?
—Creo que no—murmuró por lo bajo la menor.
—Bueno, hay que intentar dormir, ya es algo tarde y mañana hay muchas cosas que hacer.
—¿Crees que si volveremos a ver a papá?
—Bueno se que él no se rendirá hasta encontrarnos y tiene a los demás para ayudarlo en cualquier cosa así que realmente creo que nos encontrará.
—Lo extraño
—Lo suponía, eres toda una mimada—pellizco la nariz de su hermana quien le sacó la lengua.
—No lo soy—su ceño estaba fruncido
—Claro que lo eres kiddo, bueno ya hay que dormir.
En otra habitación.
Francis se removió en su cama aún sin poder conciliar el sueño, últimamente los recuerdos estaban empeorando, poco a poco su mente le hacía malas jugadas, sino ocupaba su mente en algo empezaba a divagar y eso significaba recordar. Pero ahora intentado apartar los recuerdos, se rindió y dejó que fluyeran libremente.