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Dominik salió del agua y nadó hasta lo que quedaba de aquella parte de Manhattan, el area estaba deshabitado. El cadáver de un niño de un año de edad fue arrastrado hasta el remolino.

Era todo tan triste, ver toda aquella hermosa ciudad en la que creció, destruida. Cubrió su rostro y comenzó a llorar desconsoladamente, entonces, oyó el llanto de un bebé, Dominik se subió a un trozo de árbol roto para divisar de donde pudo aquel sonido venir, entonces vio una cuna flotar sobre el agua era un milagro, saltó al agua y notó como un trozo de hierro penetró su piel provocando al rubio un inmenso dolor, vio como la cuna era arrastrada hacia el remolino, Dominik intento nadar lo mas rápido ignorando el dolor, apartando restos, pero fue imposible la cuna fue absorbida por el remolina y con él, una inocente vida, ¿El causante?, Eliel.

***

Eliel se encontraba con Medusa planeando donde iban a atacar.

—La playa de Sochi, en Rusia—propuso Eliel mientras le daba un suave beso al craneo de su hermano.

—Perfec-—un llanto ahogado interrumpió a ambos, Eliel nadó hasta el montón de cadáveres encontrándose con una cuna azulada en la cima de aquella montaña de cadáveres. Encontró un pequeño bebe de cabellos oscuros, este miraba a Eliel con el ceño fruncido y las manos echas puño, su rostro se tornó a un color azul debido a la falta de oxígeno, el albino sonrió y besó los labios del bebé haciendo que este pudiera respirar bajo el agua. El bebé balbuceó y golpeó a Eliel y este simplemente rió.

Medusa miró con asco y desprecio la escena y se cruzó de brazos.

Cuanto se nota tu humanidad, espero que esto no afecte los planes o me libraré de ti—dijo Medusa mentalmente.

Eliel le lanzó una daga a esta decapitando a una de las serpientes de su cabello.

—Por algo soy Opídis, Medusa—rió Eliel—atacaremos esta noche, iré a descansar—Eliel salió de la sala con el bebé en brazos mientras Medusa se quejaba del dolor.

***

Los dioses se encontraban en Rusia vigilando a los padres de Eliel, a los dioses les pareció inquietante que el mar y la ciudad estuviesen tranquilo, seguro Eliel iba a atacar.

Teddy no tuvo otra opción de explicarles la verdad a los padres de Eliel, estos estaban sorprendidos ante lo que dijo, pero Ian no le creía al completo.

—...y decidimos ir a mi casa en Rusia, ya que por ahora era tranquilo y la zona era la menos afectada.

—Cierto, pero se que Eliel planea atacar Rusia, seguro sabe que estáis aquí.

Un rugido fuerte sonó haciendo vibrar toda la ciudad. Opídis.

—Quédense aquí, los demás se ocuparan de esto—dijo Teddy mientras corría hasta la salida.

Un tifón se formó en la playa, provocando que varios edificios salieran volando, los habitantes corrían despavoridos, abandonando sus pertenencias. El tifón se detuvo y explotó lanzando agua por toda la ciudad. Eliel apareció flotando mientras emitía una luz azulada.

Soltó un sonido de ultratumba y su cuerpo se transformó a la de una serpiente marino enorme, de 30 metros, agitó su cola y las aletas de su cabeza haciendo que una gran ola arrasara los edificios cercanos a la playa. Los dioses se dirigieron hacia la zona y junto a ellos Teddy.

Medusa se encontraba sobre la cabeza de Opídis, Eliel entrecerró sus ojos y los dioses lo miraron extrañados, entonces Opídis se arrastró a una velocidad increíble hasta la casa de sus padres y abrió la boca tragándose a sus padres y parte se la casa, dio la vuelta y justo cuando iba a. Entrar al agua se detuvo al ver a Teddy detenerlo.

—¡Para, por favor Eliel, ya no más, perdóname!—sollozó Teddy.

Pero Eliel simplemente pasó por su lado y entró al agua formando otra gran ola, Cees corrió hasta los dioses y extendió sus brazos formando una esfera alrededor de ellos, la ola pasó por encima de ellos sin mojarles o lastimarlos, pero dañando la ciudad.

My greek God: Opídis ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora