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Capítulo 2 [Seguridad]

Mis pies se arrastraban en el piso llegando hacia la entrada de lo que consideraba la cárcel de la hipocresía, la escuela. Mis ojos cansados trataban de retener la luz que me generaba un dolor horrible de cabeza, había pasado otra noche bebiendo tratando de olvidar cosas que me arruinan por dentro y ni siquiera había pensado en que al día siguiente tenía que venir a este asqueroso lugar. No hay nada de malo si quieres ver las cosas de rosa, pero ser diferente a los demás te jode el punto de vista, las chicas fingen ser amables y ser todas unas damas, cuando en realidad son unas zorras que quieren restregar su culo contra algún chico bien parecido. Los chicos pues, simplemente no fingen y ese es el problema, todos quieren coger entre todos pero nadie lo dice hasta que violan a alguien, oh si, porque lo hacen.

Nadie sabía nada de lo que pasaba realmente en esa secundaria, todos se quejaban, yo sólo me metía en problemas y ahogaba mis quejas en el alcohol. Vivía mi vida como me salía, obviamente mi familia detestaba que yo fuera así, deseaban que planeara mi futuro, pero a pesar de que ya iba a pasar al último año yo no tenía ni idea de qué iba a ser además de un pobre barman. Ahora mismo mi único camino era hacia el salón de biología, que deprimente. Justo antes de entrar alguien sopló mi oreja empujandome hacía atrás para no pasar, no fue hasta que se paró frente a mi que logré ver quién era.

-Ellie...- pronuncie su nombre sin ganas al ver su rostro sonriente.

-Espera...no me digas que volviste a beber toda la noche...- su sonrisa se fue al ver mis ojeras y mis posibles ganas de morir.

Mis ojos la miraron con frialdad y simplemente la rodeé para irme a sentar en el puesto a la esquina, así tal vez podría dormir. Ellie me siguió preocupada y enojada pero yo seguía ignorando sus palabras.

-Un segundo,¿de verdad me vas a ignorar? eres de verdad un idiota egoísta.- me dió una pequeña patada para que le prestara atención.

-No hace falta que te diga, ya sabes que bebí...- mis ojos simplemente se cerraron y mi boca seguía hablando.

Sabía perfectamente que su rostro era de "¿Qué hizo este idiota ahora?" ella siempre se preocupa por mi a pesar de que se mete en problemas conmigo y con mi otra amiga Nora. Éramos un grupo realmente contradictorio y sociópata, todos nos metíamos en peleas y sólo una persona nos defendía.

Ellie al final dejó de hablarme y sólo se sentó a mi lado, ella sabe muchas de mis actitudes y sabía que si seguía molestandome iba a acabar insultandola, no es bonito hacerla sentir mal. Cuando todos llegaron el profesor dió su clase y yo cerré los ojos para descansar un rato mientras mi amiga me hacía la guardia para que no me castigaran. Llegué a estar dormido profundamente cuando alguien me empezó a sacudir como si fuera una sábana, le grité para que parará y cuando abrí los ojos estaban mis amigos esperando a que me levantara para comer, que gente tan amable.

-¡Vamos, viejo! tengo hambre.- espetó Axel empujandome hacía el patio.

Me dejé llevar hasta el cafetín arrastrando los pies de lo cansado que estaba, todos nos sentamos en una mesa cerca del aire acondicionado que estaba contra la pared, siempre nos sentabamos ahí y si alguien más lo hacía, bastaba con una amenaza de Axel para que se fueran. Hablábamos tranquilamente sobre cosas triviales y estúpidas, hasta que las chicas empezaron a hablar de la fiesta de verano que habíamos ido hace una semana. Yo no recordaba nada de esa fiesta, absolutamente nada, si acaso algunas escenas borrosas de bailar con una chica, quién sabe qué diablos hice.

-Yo tengo fotos en mi teléfono! estábamos muy borrachas, ¡llegamos a quedarnos dormidas!- Nora empezó a buscar su teléfono pero al no encontrarlo sólo nos dió una vaga sonrisa.- me lo he dejado... Phoe,¿me prestas el tuyo? yo te las pasé.