Capítulo 4 [Cosas de adultos]

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Después de algunos días de escaparnos volvimos a la escuela y todo resultó normal, claro que, llamaron a Axel a dirección, como era de esperarse. Cuando llegó al salón le pregunté qué le dijeron, su cara de culo me decía que no la pasó muy bien en la oficina del director, pero, ¿Quién carajos se la pasa bien con un adulto diciéndote que tu estás mal porque los "importantes" Lo convencieron de eso? El mundo debería aceptar que los que tienen más siempre tendrán el control en las personas, ya así sean más notas, más amabilidad, más dinero, cualquier porquería de persona que tenga "más", controla masas.

-El muy imbécil del director dijo que golpear a la gente para quitarle el dinero es malo.- me miró con una cara peor que con la que llegó.

-Oh vamos ese idiota le lamió las bolas a la madre del maldito que tocó a Skyler y dijo lo primero que le ordenaron decir.- dije completamente enojado haciendo gestos groseros.

-¿Cómo es que su madre va a tener bolas si es su "madre"?- rió al escuchar lo que había dicho.

-Es que el chico es una cagada, lo tuvo por el culo.- reí como estúpido por la broma tan infantil.

Es completamente repudiado hablar mal de los padres de alguien más, pero claro, son los padres de un imbécil con tendencias a violador ¿por qué no insultarlos un poco? Al fin y al cabo ellos fueron quienes lo criaron con su montaña de dinero repleto de mentiras. Dicen que siempre es bueno ayudar a un amigo, así que no estuvo mal hablar así de la madre de alguien para verlo sonreír ¿o si? Nadie salió herido además de él, y él no hizo nada.

-Vamos a huir.- le dije a Axel de repente.

-¿Ahora? ¿A dónde iríamos?

-Es la última hora, no haremos nada en arte, podemos ir a tu casa, invitamos a Nora, nos ponemos como zorras y vamos a la disco.- lo último lo dije bromeando con voz de chica.

-Está bien, larguémonos de aquí.- dijo Axel determinado.

Sonreí radiante empezando a correr por el pasillo hasta detrás de las escaleras, ahí había una puerta dónde habían escobas y trapos del conserje. Abríamos la puerta con una tarjeta o con alguna botella de agua cortada y dentro se encontraba una especie de escotilla que llevaba a la parte de atrás del Instituto que no se podía pasar por otro lado porque había una cerca electrificada.

Al hacer todo ese proceso salíamos directamente a la calle y nos íbamos por otra avenida para llegar a su casa, era una manera infalible para escaparnos por las tardes y nunca nos atrapaban. Salté gritando victorioso mientras caminaba junto a mi amigo, él me miro sonriendo, no era tan expresivo como yo, era más como un perro rabioso que le gustaba hacer cosas malas.

-¿Tienes la ID falsa?- le pregunté sujetando las tiras de mi mochila.

-Debe estar en la casa, tranquilo.- dijo relajado mientras seguíamos caminando.

Cuando llegamos a su casa, entramos a su habitación y yo empecé a rebuscar en su clóset desordenando todo lo que tocaba. Su ropa generalmente no me quedaba, él era más musculoso, yo era más un esqueleto, tenía mis razones para no comer o ejercitarme.

Me puse una sudadera negra con detalles blancos y unas bermudas negras con unas botas. Era casual, no me iba a vestir elegante para una disco, iba a embriagarme y bailar, no a hablar, eso no existe para mi en esos lugares.

Nora me envió un mensaje diciendo que ya estaba en la puerta y se escucho el incesante y molesto sonido del timbre. Corrí hasta la puerta y la abrí mirándola enojado esperando a que por fin parara, solo para enojarme un poco más, solo un poco, me dio unas palmadas en la mejilla.

Don't Keep Secrets ©Où les histoires vivent. Découvrez maintenant