El Armario (Borusara)

Capítulo Ocho : Eres mio

Llevaban un año y medio saliendo.

La relación se había complicado cuando Sarada se mudó en Mayo y empezó su vida Universitaria lejos de su ciudad natal, de su familia, sus amigos y de su novio. No era tanto la distancia, más bien el deseo de verse y el extrañarse mutuamente. Boruto había hecho varias entrevistas con sus profesores cuando finalizó su cursado, tenía varias opciones y dos Universidades públicas a las que podría asistir gracias a sus calificaciones, las cuales eran perfectas. Eso se lo debía a lo exigente que era su novia y a su capacidad para aprender de manera rápida. Podía desenvolverse en cualquier área, solo que algunas le resultaban más aburridas que otras, como a cualquiera. Después de varias charlas con sus padres, Boruto decidió estudiar profesorado en Educación Física para nivel secundario. No era tan complicado y era excelente en cualquier deporte que practicara. Incluso no le demandaría mucho tiempo de estudio, porque lo más difícil era medicina y todo lo relacionado a los huesos, músculos y demás. Pan comido, pensó. Sumado a eso la currícula era de cuatro años y podía dedicarse a ser entrenador de algún equipo que escogiera al recibirse. En el transcurso lo pensaría.

Sarada había pasado sus exámenes de ingreso sin problemas. No era de extrañarse, ya que era la mejor de su curso y además tenía una beca asegurada. Su receso comenzaba en la primera semana de Diciembre, pero para el rubio eso era una eternidad. No podría estar tanto tiempo distanciado de ella. Quería abrazarla, llenarla de besos y asegurarse de que todavía lo quería, porque temía que en la Universidad conociera a alguien. Se suponía que ella era la insegura, en el transcurso, descubrió que la superaba. Ella tenía sus lados atractivos y se había puesto más guapa. ¿Cómo no caer en sus encantos femeninos? Ahora no usaba gafas y se veía más madura a sus dieciocho años.

Recibió un mensaje de la pelinegra cuando salió de la ducha, se arrojó a la cama y miró el mensaje como si se tratara de algo de suma importancia, pues lo era. El mensaje de su novia era más importante que cualquier otra cosa. Sonrió al ver su fotografía y un mensaje adjunto.

>>De: Sara-chan <3

Creo que ya hice mis primeras amistades. La universidad es enorme.

Me pude instalar bien en mi departamento. Gracias por preocuparte esta mañana.

Se me pasó el dolor de estómago ni bien tomé las pastillas.

Te amo. Cuidate.

PD: Pórtate bien.

Boruto se dio una vuelta sobre su cama y sonrió como un tonto enamorado. Quería llamarla, pero habían quedado que lo harían cuando ella pudiera acomodarse a sus horarios y pasara el mes de prueba en la universidad. Tenía muchas cosas que organizar. El rubio debía alistarse, porque mañana comenzaría la universidad y vería a sus primeros compañeros. No estaba de humor. En este momento hubiera querido estar con Sarada y jugar videojuegos. Le contestó con el mismo entusiasmo, diciéndole que la visitaría al final del semestre en navidad, pasarían esa semana de vacaciones, juntos en su departamento. Enseguida aceptó su oferta. Ya tenía sus planes hechos. No veía la hora que fuera diciembre.

Los meses pasaron volando. El invierno los azotó de una manera impresionante. Boruto tendría que llegar a Suna antes de las nueve de mañana, porque era el horario en que el avión llegaría y había salido con anticipación justamente, por el miedo a que se retrasaran los vuelos. Sus padres lo despidieron en el aeropuerto. Antes de subir al avión llamó a su novia para informarle que ya estaba por abordar. Sarada se puso nerviosa en pocas horas estarían juntos de nuevo y tendrían una semana para ellos dos. Pensó en pasar por el mini mercado para comprar la comida de esta noche, Boruto llegaría con hambre y quería prepararle una buena comida. Así que preparó todos los ingredientes para hacer un estofado. Al cabo de unas horas ya estaba esperando el mensaje de Boruto que le diría que ya estaba en Suna. Sin embargo ese mensaje nunca llegó.