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Chan intentó cocinar y hacer su tarea a la vez. No estaba funcionando. Se quejó cuando un poco de salsa cayó en el papel donde estaba escribiendo.

"Sabes que te ayudaríamos si pudiéramos" Seungmin se encogió de hombros, sintiéndose mal por su amigo. "Pero sólo sé hacer huevos."

"Y yo sólo sé hacer fideos," añadió Jeongin.

"Yo puedo hacer cualquier cosa," Jisung rió. "Pero es Changbin quien te ayuda a veces, ¿no es así?"

"A veces," Chan frunció el ceño. "Yo solo quiero que no se preocupen por cosas como cocinar cuando deberían estar concentrados en la universidad."

"Escuché mi nombre," Changbin sonrió mientras entraba a su casa compartida. "¿Hablando de lo guapo que soy?"

"Hablando de lo mal cocinero que eres," Seungmin sonrió con suficiencia, ganándose una mirada fulminante de parte de Changbin.

"Sólo estaba diciendo que sería bueno tener algo de ayuda con la cocina," Chan explicó, esperando difusar algún tipo de discusión en el que Changbin y Seungmin estuvieron a punto de meterse.

Changbin asintió. "Tengo tarea que hacer pero puedo ayudar-

Chan sacudió su cabeza. "Nah, ya está todo hecho de todas maneras. Sólo enfócate en tu tarea."

Changbin frunció el ceño. "Pero Chan-

Chan sacudió su mano hacia afuera. "Todo el mundo, siéntense. Vamos a comer y después podrán hacer sus tareas."

Changbin estuvo a punto de hundirse en el plato de pasta enfrente suya cuando sintió algo extraño en la boca de su estómago, reemplazando el hambre que sentía. Pensó en los ojos desesperados del chico, la manera en la que empujaba nerviosamente su cabello hacia atrás, su profunda, temblorosa voz, y su expresión sin esperanza cuando Changbin le había devuelto el medallón. El chico parecía bien vestido - Changbin podría decir que sus ropas eran de diseño. Se preguntó qué trajo a alguien así a la calle, tratando de vender joyería por dinero.

No tengo dinero para nada, no tengo dinero para conseguir un lugar donde quedarme, no tengo dinero para comida. No tengo nada. Las palabras del chico corrieron por su mente y se sintió incapaz de mirar a la comida.

"¿Qué ocurre?" Preguntó Chan, mirando como Changbin arrastraba su pelo hacia atrás y se levantaba.

"Ya no tengo hambre", admintió Changbin. "Comeré más tarde", tranquilizó a un Chan preocupado.

Regresó a su habitación y abrió su libro de matemáticas.

Después de varios minutos, se sintió incapaz de concentrarse. No tengo dinero para nada, no tengo dinero para conseguir un lugar donde quedarme, no tengo dinero para comida. No tengo nada. Suspiró mientras escuchaba las palabras rondar en su mente de nuevo. Se preguntó si el chico habría conseguido a alguien que comprase su medallón. ¿Seguiría en la calle? Changbin miró a través de la ventana la oscuridad, y las estrellas esparcidas en el cielo que le recordaban a las pecas del chico.


Felix se acostó en un banco, su chaqueta no era lo suficientemente apretada como para protegerle del frío hierro. Su estómago sonó de nuevo e intentó ignorar el dolor creciente debido al hambre.

"¿Por qué vendrías a Corea?"

Felix se sentó de un salto. Era el chico de antes. Tenía sus manos en los bolsillos de su chaqueta y daba golpecitos con su pie izquierdo con impaciencia.

"Um..." Felix aclaró su garganta seca. "Yo...uh... es complicado."

"¿Cómo sé que no eres peligroso?" Changbin frunció el ceño.

"No sé," Felix se encogió de hombros. Suspiró. "Mira, sólo déjame dormir un poco si no vas a ayudarme de ninguna manera."

"¿Robaste algo? ¿Asesinaste a alguien? ¿Hiciste algo ilegal?" Changbin le cuestionó.

"¿Qué?" Felix le miró escéptico. "Mi vida no es tan emocionante."

"Llegaste hasta un país extranjero sin nada de dinero, yo diría que es bastante interesante." Changbin alzó los hombros. "De cualquier manera, ¿cuántos años tienes?"

"Dieciocho," Felix le miró engreído. "Así que no me acuses de ser como un niño que se escapó de casa. Soy un adulto."

"Los adultos no se meten en situaciones tan estúpidas como esta," Changbin se burló.

Felix sintió sus mejillas enrojecerse de la vergüenza. "Da igual," murmuró.

Changbin asintió. "Vale." Giró sobre sí mismo para irse, pero luego se dio la vuelta de nuevo, observando como el chico ahora estaba acostado sobre sí mismo en el banco, su espalda contra el metal frío.

Changbin sabía que no debía. Él sabía que estaba metiéndose en un problema. Sabía que era peligroso. Especialmente si el chico no estaba dispuesto a contarle nada... Pero él no podía simplemente dejarle ahí. ¿Podría?

Sacudió su cabeza y giró, convenciéndose a si mismo de que eso era una mala idea. Pero mientras dio algunos pasos hacia afuera, ahí estaba, una ráfaga enorme de viento y el sonido del chico tosiendo. Mierda. Changbin cerró sus ojos y de nuevo, se giró a mirar al chico.

"Levántate. Vamos."

"¿Huh?" Felix le miró confundido. "¿Dónde?"

"Mi casa," dijo Changbin, suspirando. "¿Vienes o no?"

HOME [trad] (changjinlix)Where stories live. Discover now