Capítulo 12.

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Pov Windie.

Culpa suya, no mía, suya, no mía, suya, no mía... ¡La culpa es de ÉL! Toda la culpa...

- Hee... Perdone que la moleste señorita pero ¿habría por aquí algún libro sobre maternidad? - me sobresalté al escuchar una voz detrás de mí ya que creía que me encontraba sola.

- Cla... Claro qué tenemos libros de maternidad - le respondí a la chica que se hallaba detrás de mí y cuando me giré vi a una muchacha aproximádamente de mi edad, era delgada, de pequeña estatura y tenía la mirada pérdida en sus zapatos converse, llevaba puesto unos vaqueros grises y una ancha camiseta de color morado.

- ¿Me podría recomendar algún libro?- me preguntó mirándome a los ojos con timidez y pude dislumbrar bajo estos unas ligeras ojeras.

- Por supuesto, si tiene usted la bondad de seguidme - le digo caminando hacía la otra punta de la tienda llena de estanterías con libros. Cuando llegué a la sección de maternidad me paré y revisé con mi mirada la estantería hasta dar con un libro, lo saqué y se lo enseñé a la chica.

- Este libro se lo leyó mi tía cuando estaba embarazada y según me dijo ella está muy bien, le sirvió de mucho - le digo a la chica dándole el libro qué cogí de la estantería.

- Pues entonces me lo llevo y... Ya qué estoy aquí ¿tienen también libros de adolescentes con poderes? - me preguntó mirándome.

- Sí, claro y para serte sincera esa clase de libro me chiflan - le dije con sinceridad llendo a la sección juvenil.

- A mí tambien me encantan, me hubiera gustado tener poderes.

- A mí también ¿sabes? De pequeña cuando leía estas historias me moría (literalmente) de envidia - le contesté riendo provocando que ella tambien lo hiciera.

- ¿Cuántos años tienes? - me preguntó parando de reir cogiendo un libro de la estantería y leyendo la reseña.

- 21 ¿y tú? - le pregunté observando como dejaba de leer el libro.

- 22, ahora mismo estoy estudiando en la universidad historia.

- Yo estoy estudiando criminología - le respondo con una sonrisa.

- ¿Lo de los muertos? - preguntó incrédula mirándome como si quisiese que le dijera que era todo una broma.

- Sí, exacto- le digo riendo por la cara que ponía, a todo el mundo le pasaba lo mismo cuando se lo decía - ¿Como te llamas?

- Me llamo Nerea.

- Yo Windie... Por cierto si no es inmiscuirme demasiado ¿me podrías decir... O sea tú...? - no me salen las palabras para formular la pregunta.

- ¿Si voy a ser madre, quieres decir?

- Sí, exacto, eso mismo.

- Pues... Fue un accidente. Mi novio cuando se enteró de qué estaba embarazada me dejó y caí en una depresión echándome la culpa a mí misma, pero después de un tiempo me di cuenta de que la culpa era de él y mía, la culpa fue de los dos por no haber utilizado protección, pero mayoritariamente de él porqué encima me había dejado cuando se enteró... - me empezó a explicar rapidamente mirando el libro mientras me lo decía - no quiero que me subestimes - dijo casi en un susurro inaudible, pero que pude escuchar perfectamente

- Pero, hay que apechugar con nuestras decisiones aunque no sean las más acertadas - me término de decir dirigiéndose a la caja para que le cobrase los libros y yo la seguí, me puse detrás del mostrador y la cobré.

- Me has caido muy bien Windie que lo sepas, y espero volver a vernos pronto - se despidió de mí dirigiéndose hacía la puerta con cierto toque de timidez.

LA FRATERNIDAD.Where stories live. Discover now