Capítulo 47.

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Pov Windie.

Ya ha llegado la nochebuena. Día de felicidad y de prosperidad. O al menos eso es lo que dicen.

- No, yo hago los espaguetis a la boloñesa - María tira fuertemente de el paquete de plástico de los espaguetis aún crudos.

- Lo he dicho yo primero - se queja su hermano mayor.

- Pero yo he cogido primero los espaguetis de la estantería - se queja la rubia.

Siguen tirando del paquete sin dar su brazo a torcer. Para poneros al corriente, amigos míos, lo que pasa es que para la cena de nochebuena se nos ha ocurrido que cada uno haga un plato tradicional de sus nochebuenas con sus familiares.

- Da igual que tú hayas cogido primero los espaguetis de la estantería - Adam tira hacia él el envoltorio, pero María no lo suelta.

- Pues también da igual que lo hayas dicho primero - ahora la que tira del envoltorio es María.

Siguen tirando y tirando, mientras discuten.

- ¿Deberíamos decirles que paren? - la voz dulce de Nerea me hace girar la cabeza hacia ella.

- Deberíamos - asiento con la cabeza mirando de nuevo a los hermanos.

- Pero no lo vamos a hacer, ¿verdad? - niego con la cabeza absorta en la disputa de los espaguetis.

- Tengo curiosidad de cómo va a acabar esto - por el rabillo del ojo veo como Nerea asiente.

- ¡Es mío! - gritaron a la vez ambos hermanos tirando fuerte e impacientemente del plástico.

- ¡¡No, es mío!! - volvieron a gritar los dos al unísono.

Y en un fuerte tirón rompen la bolsa de espaguetis desperdiciando comida, como si la comida cayera de los árboles (aunque alguna sí que lo hace) o como si fuéramos ricos... Aunque ellos fueran millonarios, bueno vosotros me habéis entendido. Lo veo todo a cámara lenta, como en las películas cuando hacen una pelea de almohadas y todas las plumas de su interior salen volando por los aires, disparadas y cayendo por todos lados... Pues es la misma sensación, salvo que en vez de ser plumas... Son espaguetis.

- Yo no recojo - alzo las palmas de mis manos en un gesto de inocencia.

- Yo tampoco - Nerea me imitó en el acto.

- ¿Qué pasa, nenas? - la voz chillona de Alberto se hace presente en la cocina.

- No, Alberto, no es buena idea qu... - le intentamos advertir todos a la vez pero fue completamente inútil nuestra pésima advertencia.

Se resbala con los espaguetis esparcidos todos por el suelo y se cae de espaldas, soltando un grito desgarrador y dramático. Aunque... Aaauuuuu... Eso ha debido de doler.

Intento reprimir una carcajada junto a Nerea, pero se nos hace imposible a las dos.

- ¿Os estáis riendo? - Alberto nos mira desde el suelo, levantando un dedo en nuestra dirección, acusatoriamente.

- No, para nada - ahora las carcajadas salen sin ni siquiera intentar reprimirlas.

Se nos unen a las risotadas los hermanos, e incluso el propio Alberto.

- Vamos, levanta - le tiendo la mano y él la coge, cuando se pone de pie se sacude intentando quitarse algunos espagueti pegados que han quedado en sus manos y en sus brazos - que hay mucho que hacer.

- Y yo que iba a hacer menestra para todos - se lleva una mano al pecho con cara de indignado y dolido.

- Venga, Alberto - Adam se apoya en la isla mirando a nuestro amigo - tampoco es para tanto, solo te has caído.

LA FRATERNIDAD.Where stories live. Discover now