Día 2

572 53 0
                                    

Aquí estoy, la oficina del director Renkotsu está perfectamente ordenada, me siento frente a él, lo miro serio, la maestra Naomi se para junto a la ventana tiene una expresión seria y las manos cruzadas.

-eso señor director es muy grave- hablo la maestra mirándome con el ceño fruncido.

-maestra quisiera poder sancionar al joven Taisho, pero ya el viernes terminan las clases-responde con las manos en la mesa-además dado que nunca ha cometido falta alguna por esta ocasión podemos dejarlo pasar.

-entonces puedo retirarme- pregunto sonriendo.

-pero la calificación será reprobatoria-dice Naomi.

-señor director solo le recuerdo que mi padre dona cada año una cantidad generosa a la escuela-digo mirándolo a los ojos.

-con un seis será suficiente- menciona mirando severo a la maestra quien no dice nada.

-gracias le daré su saludo a mi padre-hablo y salgo satisfecho del lugar.

-No es justo- exclama la maestra-lo que hizo Inuyasha es grave, falsificar una calificación, además pretende ponerle 6 a un alumno que no tuvo interés en todo el semestre-se queja.

-maestra permita recordarle que la escuela subsiste gracias a la cantidad que los padres pagan- dice Renkotsu fastidiado.

-al menos déjeme citar a los padres del chico, me gustaría poder platicar con ellos- dice más calmada.

-molestar a Inu no Taisho, está loca-responde alterado.

-o me deja citarlo o me deja reprobarlo-dice está firme.

-ni una, ni otra-contesta molestó el director- deja las cosas como están o mejor dimita ahora.

-yo...- se calla al ver determinación en sus ojos-bien me retiro.

- maestra-la detiene-no cuente con la renovación de su contrato para el próximo curso, es claro que este no es lugar para usted.

Naomi camina frustrada por los pasillos, se deja caer en su lugar, tapa su cara e intenta reprimir las lágrimas, enserio necesitaba ese empleo, debió hacerle caso a Kagura, suspira y odia todo aquello, le da vergüenza mirar como los maestros echan a perder a un puñado de jóvenes, que el día de mañana tendrán a su cargo la responsabilidad de miles de personas, tomando en cuenta que sus padres son dueños de grandes empresas.

-Inuyasha-me llama Rin y corre a mi encuentro.

-quien crees que podrá ir de vacaciones a ese viaje-digo sonriendo mientras la giro en el aire.

-corazón es la mejor noticia que me has dado- sonríe mi hermosa novia.

-bueno creo que ahora podemos empezar a planear nuestras actividades una vez que lleguemos a la isla- le digo mientras caminamos de la mano en busca de Miroku y Sango.

Faltan dos días para salir de la escuela, estoy que no paro de sonreír cuando la maestra Naomi ingresa a su última clase del curso, la veo extraña, no es que me importe, pero en su rostro no está la sonrisa que siempre tiene, bien solo la veo en los pasillos, su clase me aburre, psicología social, es una asignatura tonta, de que me va a servir saber sobre las personas y como relacionarme con ellas, es una pérdida de tiempo esa clase.

-maestra se siente bien-escucho a Ayami preguntarle cuando se acerca a firmar su calificación.

-si- la veo sonreír forzadamente- excelente desempeño, sigue así Ayami.

- estaré deseosa de tomar clase el próximo año con usted- dice la chica de lentes, yo casi me río, pero la cara de la maestra se ensombrece.

-tal vez- escuchó que contesta y baja la mirada para evitar el contacto visual.

Espera unos segundos y continúa llamándonos uno a uno, mi turno llega, siendo el último de la lista, me acerco seguro, ella evita mirarme, ha de estar enojada porque gane, firmó, justo cuando el timbre suena, todos salen, yo voy por mí mochila y me doy cuenta ya que soy el único, me apresuró a salir, pero ella me detiene.

-Inuyasha-escucho su voz diferente, levantó la mirada y sus ojos están acuosos. -si maestra-la digo incómodo.

-la gente siempre va a querer tú simpatía, dirá o hará algo para estar en tu mismo círculo, sin embargo, llega un momento que la vida te cobra tus actos, y sería un desperdicio de ser humano si sigue este camino, usted joven Taisho tiene potencial, solo úselo adecuadamente- me dice con una sonrisa sincera y me deja ahí parado asimilando sus palabras.

Bueno a quien le importa, ni que fuera para tanto, sonrió y salgo en busca de mi chica, hemos quedado en ir a Burger King amo ese lugar, las papas francesas más, salgo más que feliz cuando veo a lo lejos a la maestra Naomi en los brazos de la maestra Kagura, sigo sin darle importancia.

-hey honey- dice Rin dándome un beso- estás ido amor, hey tierra hablando a Inu.

- estoy bien, vamos- le digo y subimos a mi auto para ir a almorzar.

- ¿qué creen? -dice Sango sentándose en nuestra mesa, Miroku y ella nos han alcanzado ahí.

-que chisme traes amiga- se inclina atenta Rin.

-agárrense- dice sonriendo- la maestra Naomi ya no estará el siguiente año en la escuela, el director no renovará su contrato- dice mirando a Inu- y te lo debemos a ti.

Amabas me ven sonriendo, yo estoy sorprendido, no pensé que fuera para tanto aquello, estúpida maestra, si desde el principio hubiera aceptado pasarme, nada estaría pasando.

-bueno ella se lo busco-digo sin darle importancia.

-ha estado hecha un mar de llanto con la maestra Kagura, según Ayami quien lo escucho estaba muy mal por perder el empleo, al parecer tiene a una hija con una discapacidad y necesita el dinero con urgencia-dice mientras toma un sorbo de su bebida.

-dios que horror- murmura Rin haciendo una mueca- no será contagioso, dogo hemos estado en el mismo salón con ella.

-no seas tonta Rin-se ríe Sango- una discapacidad no es una enfermedad.

-de que hablan- dice Miroku sentando sus hamburguesas en la mesa.

Estoy un poco shockeado, enserio ha sido mi culpa, yo he dejado sin empleo a la maestra, si su hija necesita de atención especial, carajo, porque me ha de importar, dejo de pensar en ella y me concentro en mis amigos, dos días y nos iremos lejos, al regresar todo será historia.

Continuara…

Diario de un joven enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora