Día 24

311 37 2
                                    

El silencio reino el lugar, cuatro pares de ojos brillaban en la oscuridad, el aliento contenido y el dolor iba en aumento en mi corazón, mi padre, mi amigo, mi todo, a quien amaba y respetaba, sobre todo, estaba ahí con otra mujer en brazos apenas un mes después de la muerte de mi madre, ellos nos miraban consternados, fue ella quien rompió el silencio pues mi garganta estaba seca y mi mente demasiada perturbada para poderme expresar.

-eres increíble Naomi-exclamo Kagome- tu nunca cambias.

-Kagome-murmuro la maestra-esto…-intento explicar.

-esta eres tú Naomi toda una put…

-respeta a tu madre-la voz de mi padre se escuchó con fuerza.

-usted señor no tiene nada que decirme, acaba de perder a su esposa- lo acuso ella.

-no sabes nada-contesto y su mirada se clavó en mi- ustedes son inmaduros para entender muchas cosas de la vida.

- tal vez-contesto-pero no seriamos tan ruin como ustedes, tú Naomi eres una mujerzuela, si antes te odiaba ahora peor-le grito.

-ya, Kagome, ya, no puedes pasarte la vida echándome la culpa por algo que no es cierto- menciono la maestra.

-una foto vale más que mil palabras- le grito.

-una foto provocada por tu padre-grito esta.

-no trates de manchar el recuerdo que tengo de él-la escuche murmurar.

-pero él sí pudo borrarme de tu vida- contesto- es hora de que sepas quien es en verdad ese a quien amas.

-no quiero escuchar tus mentiras-respondió- eres una…

-BASTA- fue mi voz que resonó en todo el lugar- porque ahora y porque en esta situación-exclame con la voz temblando- usted no quería que ella supiera de esta forma y ahora…. Ahora que ustedes son descubiertos-mencione- acaso eso es ser maduro, utilizar las cosas cuando nos beneficien- hable con rabia- ustedes no pueden hablarnos de madurez cuando se esconden de todos para tener ¿qué? Una aventura tal vez…

-Inuyasha- mi padre trato de calmarme.

-con qué derecho se creen para jugar con nosotros, con qué derecho te crees padre para lastimarme así, pensé que entre nosotros no había secretos y desde la muerte de mi madre me he dado cuenta, que ocultas más de lo que imagine.

-eso no es justo-me dijo- yo… solo pensaba en tu bienestar para ocultar sobre el vicio de tu madre.

- padre, deberías decirme todo acerca de mi madre, esas cosas que escuche en su funeral y de las cuales nunca hablamos, sería bueno escucharlas de ti, deja mentirme ya no soy un niño-mencione con la cabeza en alto.

Sin más, camine sin apartar la mirada de él, intento detenerme, pero me solté y seguí, con Kag en brazos, entre en su cuarto y la deje en la cama, ambos estábamos sin expresión cada uno sumido en sus pensamientos.

-Inuyasha- su voz sonó enojada- dime que sabes.

-ahora no Kag, piensa también en mí-dicho esto salí.

Al bajar me permití llorar, aquello que intente negar o dejar pasar me consumía más que nunca, llegue al cuarto y me senté en el marco de la ventana, mire las estrellas sin molestarme en prender la luz, dejándome envolver por los recuerdos.

***FLASH BACK***

Hay cosas que omití contar, porque, porque a veces la verdad duele, esa noche durante el velorio, mientras me sentaba ahí en ese gran sofá de piel, contemplando el resplandor de las veladoras y la forma uniforme que iluminaba a las flores, la gente a mi alrededor sin importarle mi presencia o situación, susurraron cosas que me esforcé en recordar.

-mira pobre chico, si supiera la verdad- menciono una mujer.

-entonces es verdad-pregunto la otra mirándome.

-ella se estaba escapando con su amante- contesto con muecas.

-Inu no es un gran hombre, como pudo hacerle aquello esa mujer-susurro.

-según he escuchado-tercio ora persona- ellos llevaban tiempo con problemas.

-su hijo mayor los descubrió eso dicen-hablo en voz baja.

-Inuyasha ha de desconocer todo-murmuro la anciana.

-shhh… Inu no le ha dicho que su madre estaba borracha-contesto.

-y quien era ese hombre-pregunto otra persona.

-un hombre que conoció en las carreras- meneo la cabeza el hombre alto.

-esos lugares pueden ser la perdición de cualquiera-la anciana comento.

-lo bueno es que ellos ahora serán felices sin ella-hablo una mujer.

Me negué a creer aquello, me negué a pensar si quiera en esa posibilidad, sin embargo, la puerta del cuarto se abrió y mi padre cruzo la distancia que nos separaba.

-perdóname creí que hacia lo correcto-me dijo compungido.

-  te das cuenta que cabe la probabilidad de que ella y el papá de Kagome estuvieran escapando juntos- dije sin pensar.

Lo mire bajar la cara, suspiro largamente y mi corazón se detuvo, acaso podía ser posible, de su bolsa saco una foto y sin duda Kagome tenía razón una imagen vale más que mil palabras, eran ellos abrazados, ella besaba sus mejillas mientras lo rodeaba con sus manos.

Continuara…

Diario de un joven enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora