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POV Jimin
Hoseok está en la casa, lleva rato hablando con Rosé, de vez en cuando me mencionan, ella hace mala cara cuando eso pasa, al poco rato salen y Rosé me jaló del brazo, como reteniendome tal vez para que no saliera corriendo, pero yo quería saber qué pasaba, así que no huiria, por lo menos no en ese momento, necesitaba saber por qué habían dicho tanto "vuelo" "Madrid" "Jimin" "Taehyung"
–¿Haz hablado con él?.–
Negué al instante y suspiré, para después alzar una ceja, intentando fallidamente soltarme y sacar mi celular para enseñarle mis conversaciones de Kakao Talk, al parecer me creyó por la simple intención.
–Taehyung me pidió que los llevará a Madrid, dice que los extraña.–
Hoseok habló, ¿Por qué él tenía contacto con Taehyung y no con Jungkook? ¿No se supone que era su mejor amigo? ¿Tendrán algo que ver esos dos?
Rosé me miró mal de nuevo, intentando llamar mi atención supongo pero yo comencé a divagar con las preguntas anteriores rondando por mi cabeza, tanto que tuve que recargarme en la pared para que aquellos pensamientos no me tiraran de espaldas, Rosé debió interpretar eso como hartazgo o como algo más y por fin me soltó, asintió con la cabeza, como si estuviera concediendo lo que Hoseok había dicho
–Jimin, ¿Podemos hablar? Taehyung tiene un recado privado para ti.– Después de un silencio un tanto incómodo volvió a hablar el "mejor amigo" de Jungkook, quise poner de pretexto a Rosé o algo asi pero antes que pudiera negarme, Hoseok me llevó con él
–Hoseok... Yo no... Tengo nada que...–
El puso los ojos en blanco y puso su dedo índice en mis labios, pero lo quito rápidamente, sacudiendolo como si algo le hubiera dolido o picado
–Callate y escucha.–
Pase saliva, de esas palabras nunca salía nada bueno, Rosé me había dicho lo mismo cuando me quitó las cosas de Jungkook, "Cállate y escucha", esas dos palabras daban miedo y más en una situacion como la mía
–Taehyung y yo tenemos una relación a escondidas, bueno... Ya no... Antes lo era pero Tae le contó todo a Jungkook y ellos han terminado, él dice que te ayudará a regresar con Jungkook pero... Tienen que fingir un poco más, hasta que Rosé te deje libre por fin.–
Se me fueron todas las palabras, solo quería tomar un avión hasta Madrid, ir con mi príncipe cachorro y abrazarlo, besarlo, tenerlo junto a mi una vez más
–Rosé no me dejará solo con Jungkook, Hoseok no funcionará.–
El puso los ojos en blanco y me sacudió, como para hacerme entrar en razón pero yo estaba realmente asustado y sometido por la persona que se hacía llamar "mi esposa"
–Jimin, entiende Taehyung los ayudará, por lo que sé Jungkook dejó el diplomado a la mitad, se la ha pasado borracho desde que están allá y solo se acuesta con Taehyung para "olvidarte" pero Tae es mi novio y... No quiero que...  Por dios Jimin, confía en Taehyung, en Jungkook y en mi, encontraremos la forma.–
Tenía miedo, las amenazas de Rosé eran cosa seria, yo sabía que Jungkook había dejado el diplomado, sabía que se la pasaba borracho, todo eso lo sabía por qué Jungkook tenía dos números, uno español, que era el que estaba usando para hablar con su familia y otro coreano, no el que usaba cuando vivía aquí en Seúl si no uno que había comprado antes de irse para poder contactar conmigo sin que nadie sospechara que era él, yo lo tenía registrado como JungMin, su primer nombre y mi segundo nombre
"Oye... Necesitamos hablar"
Me fui a esconder al invernadero, con el Kakao Talk abierto en la conversación de Jungkook, estaba temblando, había una pequeña posiblidad de verlo antes de que se cumpliera el año de no estar con él.
"Estoy con Taehyung, no puedo hablar"
Puse los ojos en blanco, entonces todo lo que dijo Hoseok era mentira, Jungkook no sabía nada, ¡Más bien era una trampa! Pero decidí arriesgarme y preguntarle... O más bien afirmarle lo que él y yo sabíamos
"Ya sé que tú sabes que te está poniendo el cuerno, hablemos ahora, por favor"
Mi mensaje se marcó como leído y enseguida me entró una llamada y solo podía leer en la pantalla el número español de Taehyung, me asusté demasiado, aunque en realidad no era nuevo, vivía asustado, pero este susto fue tanto que aventé el teléfono, la llamada se perdió, enseguida recibí otro mensaje el cual me dejó más tranquilo
"Contesta bebé, soy yo es que Taehyung tiene saldo para llamadas internacionales yo no, ya sabes... Roseanne"
Me reí, nunca había leído o escuchado que Jungkook llamara a su tía Roseanne, siempre había sido Rosé o tía
Volvió a sonar mi teléfono marcando el mismo número en la pantalla, tomé aire respirando profundamente y esta vez conteste
–Eres.. ¿tú?–
Oí su risita sarcástica al otro lado del teléfono, volteé a todos lados y tape mi boca para que no pudieran leer mis labios
–Jungkook... Di algo.–
Lo oí reírse y después oí la voz de Taehyung diciendo que se apurara, que si Rosé llamaba y el teléfono estaba ocupado todo acabaría y no podría ayudarnos, sentí una punzada en el corazón, ellos seguían juntos era obvio
–Hola mi amor.–
Cuando por fin Jungkook habló, sentí mi alma volver, sentí como todo se arregló dentro de mi, como de repente se me quitaba un peso terrible de encima
–Cosita no tengo mucho tiempo así que hablaré rápido, solo quiero decirte que te extraño, que te amo y que pronto estaremos juntos, sé que Rosé te quitó mis cosas y cerró con seguro mi habitación, pero Jimin... Las llaves están en su despacho, buscalas cuando ella vaya a trabajar y bebé se fuerte ya falta menos.–
Sin darme tiempo a contestar colgó, me quedé paralizado, ¿Cómo es que Jungkook sabía todo eso? Estaba claro, Rosé había intentado quitar todo rastro de Jungkook de mi alcance, me quitó sus cosas días después de que ellos se fueron a Madrid, había escondido el collar de parejas que yo tenía con él, todo me lo había quitado, incluso me besaba constantemente en los labios, pero lo hacía de una forma brusca y atrevida, hasta que yo la empujaba deteniendola, alejandola de mi, incluso eso quería quitarme, el vago recuerdo de los labios de Jungkook sobre los míos. Sin darme cuenta, salí del invernadero y volví a casa, necesitaba comprobar que lo que dijo Jungkook era verdad y justo al pasar por el despacho oí a Rosé gritar por teléfono, estaba hablando con Taehyung
–¡Dije que no Taehyung! Si tanto me extrañas iré yo sola a Madrid, no, no llevaré a Jimin.–
Me escondí detrás de la puerta de su despacho
–¿Por qué? Por el simple hecho que soy tu madre y se hace lo que yo diga.–
Sabía que Taehyung estaba intercediendo por mí y por Jungkook también, se lo debía a él por estarse revolcando con su mejor amigo
–¿Que Jungkook hizo que? Esta bien, iré con Jimin, pero ni creas que los dejaré solos, él irá conmigo a todos lados, incluso si va Hoseok con nosotros, no me interesa, tú te las arreglaras.–
Y colgó, al parecer Jungkook ten muchos hábitos de su tía, como el colgar sin esperar respuesta
–Jimin... Se que estás escuchando, ya vi tu sombra detrás de la puerta, ven acá niño.–
Puse los ojos en blanco y entre en el despacho
–¿Puedes dejar de tratarme como si fuera tu hijo? Soy tu marido, al menos eso dices tú.–
Ella me tomó del brazo y me jaló, trate de poner resistencia, pero ella no me dejó y por primera vez puse atención en su despacho, tenía muchas fotos de Taehyung, JiEun e incluso de Jungkook cuando eran niños, una foto familiar colgada, aún estaba su esposo anterior a mi, Jungkook usaba uniforme de preparatoria y Taehyung de primaria, al igual que JiEun, sonreí al imaginar a un Jungkook adolescente, tan alocado, más descontrolado, más pasional, por instinto me lance a besar a Rosé, tan apasionado, tan desvergonzado como nunca lo había hecho, la tomé de las piernas y la subí al escritorio, ella tiro algunas cosas, pero al abrir los ojos y volver a ver a Jungkook en esa foto me detuve, de repente quería volver a Busan, a su casita, quería que él estuviera frente a mi y no Rosé, ella debió notarlo pero quiso darme la oportunidad de reivindicar mis acciones, oportunidad que no tome
–¿Por qué te detienes?–
Sacudí la cabeza para negar, sin decir algo, me perdí en los ojos de Jungkook en esa foto estaba despeinado, sus ojos eran mi mayor perdición, sus ojitos me hechizaban, al igual que su aroma, pero hace tanto que no podía sentirlo; me separé de Rosé, dejándola ahí sentada e incluso creo que la escuché jadear; camine hacia esa foto como si me llamara
–Ah... El retrato, ¿Te incomoda que mi difunto esposo nos vea hacer cochinadas?–
Seguí sin contestar, ladee la cabeza y Rosé bajó del escritorio poniéndose a mi lado
–Jungkook en ese momento era bastante irreverente, irrespetuoso, en esa época empezó a acostarse con cuánta mujer se le ponía enfrente, pero en el fondo sé que siempre él y Taehyung se quisieron, se que Jungkook y Taehyung se besaron cuando Tae tenía 14 y Jungkook acababa de cumplir 20, me parece que como regalo a Taehyung.–
Seguí mirando aquella foto, perdido y por instinto me pase los dedos por los labios intentando recordar sus labios, ella me tomó del brazo y resopló intentando llamar mi atención
–Estoy cansada cariño, vayamos a nuestra habitación.–
Asentí y caminando a su lado llegamos a la habitación, al principio ella me acariciaba el brazo, me daba besitos pequeños en el cuello, me sentía incómodo pero era algo que podía aguantar, al entrar a la habitación, ella cerró con seguro
–Te haré una oferta, te daré la llave de la habitación de Jungkook si te acuestas conmigo.–
Estos 6 meses me había sentido como un objeto y esto solo lo confirmaba, yo era un juguete que Rosé movía a su antojo, todo por estar enamorado de un hombre, de su sobrino para ser exacto
–No lo haré, veré la forma de abrirlo después, pero gracias.–
Hablé firme y me paré derecho, tal y como Seokjin me había enseñado alguna vez para darme a respetar, según él.
Rosé se acercó a mí y me jaló de la ropa, para nada puse resistencia, eso lo haría cuando ella intentara algo más, pero todo sucedió muy rápido.
Me tiro y se empezó a desnudar frente a mi, no sentía asco pero tampoco me excitaba en lo absoluto verla así, volteé el rostro
–Aunque lo intentes, te recuerdo que soy gay.–
Balbucee, sentí que comenzaba a quitarme la ropa, logré quitarle las manos a tiempo, o eso supuse, se rió en mi cara, me quitó las manos y comenzó a manosearme, masturbarme, me moví para quitarla, pero lo impidió acercándose a mi oído
–Jungkook dejó el diplomado, tengo una excusa suficiente para correrlo de la casa y que no lo vuelvas a ver jamás, coopera.–
Me quedé quieto, estático sentía como ella se movía de arriba hacia abajo sobre mí, obligándome a entrar y salir de ella, pero yo no sentía nada, solo un poco de repulsión hacia ella y hacia mi mismo, tenía ganas de llorar, de empujarla, pero si lo hacía no podría ver a Jungkook jamás, sé que en algún momento mi cuerpo y mis necesidades de hombre cedieron ante sus movimientos, lo sabía por que la oí gemir mucho más fuerte, ella me besó, me tocó, me marco todo el cuello, el pecho, me mordió los labios,  jugó conmigo y mi cuerpo a su antojo, al terminar, se quitó de encima y de su ropa sacó una llave, me la aventó al abdomen y susurró
–No estuvo tan bien pero bueno, vete a esconder a tu lugar favorito, la habitación de Jeon Jungkook.–
Dijo su nombre con tanto desprecio que quise pararme y golpearla, pero ella era una mujer, y yo no haría algo como eso jamás, no sería como ella.
Me levanté de la cama, tomé mi ropa y salí corriendo de la habitación, entrando en la de Jungkook, tirandome en su cama, rompiendo en llanto en cuanto toque su almohada, estirando mi mano como pude hacia el bote de loción que había dejado para mí, rociando toda la habitación, envolviendome en sus cobijas, me sentía ultrajado, Rosé había abusado de mi, había intentado quitarme lo único de Jungkook que había quedado en mi, decidí cerrar la puerta con seguro y la del balcón también, no quería verla, únicamente quería ir a Madrid, acurrucarme en los brazos de mi novio a escondidas y salvarme a mi mismo de esta cárcel, por que eso era mi matrimonio, una cárcel de la que no podía salir tan fácil.

Mi pecado / KookMin (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora