3| La parte de un castigo

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            ATENCIÓN 1/2


MILÁN


—Solo cálmate, lo vamos a arreglar— dijo Mazklan mientras que Aris hablaba tranquilamente sentado en la silla y el señor Gates hablaba hasta por los codos.

—¿Qué van a decir mis padres de esto? — susurre mientras me dejaba caer en la silla.

—Lo vamos a arreglar Milán— asentí pesadamente y volví a ver una vez más la portada de la revista, en está, estaba una fotografía de Mazklan y yo, mientras salíamos del local de comida China de hace dos días.

—No fue "The Rexy's", pero uno de sus empleados vendió las fotografías, al parecer en venganza de que fue despedido, se metió a la computadora de uno de los paparazzi y robo las fotos— Hablo Aris, mientras guardaba su celular.

—Las revistas no saldrán de la ciudad y el de internet va a ser borrado en el transcurso de veinte minutos— hablo esta vez el señor Gates. —Las demanda ya les llegó— miro a Mazklan quien solo asintió.

—Gracias— asentí, mientras me frotaba un poco la cara con las manos para calmar el estrés.

—Descuida, mi hermanito les va a hacer pagar a ese par de imbéciles— dijo Aris mientras se sentaba en las piernas de Mazklan y lo abrazaba por su cuello, Mazklan le devolvía el abrazo.

Al parecer, creía que eso era todo, pero semanas más tarde, me vi en la penosa necesidad de tomar clases de manejo, ya que en una ocasión, mientras salía de comprar un café, porque el día anterior fue el cumpleaños de un primo de Mazklan y este me llevo a fuerza, creí que iba a ser sólo una aburrida cena, pero fue una fiesta de lo más loca, que por primera vez en la vida, me embriague... o mejor dicho, me embriagaron, entre uno de los hermanos de Mazklan y él mismo Mazklan.

Juré que nunca volvería a tomar de esa manera.

En fin, regresando al asunto, salía de un Starbucks y mientras esperaba al autobús que pasara para dejarme en la empresa, tomaba mi café, decidí tomar asiento, mientras dos personas que estaban también en la parada, me miraban súper raro, ¿uno ya no pude ni traer lentes de sol a las nueve de la mañana?

Si no hubiera sido porque me dormí y que Mazklan no me quiso despertar, no estuviera con mi cara de culo en esta parada.

Faltaban unos minutos para que pasara el autobús, cuando tres personas me interceptaron.

Malditos reporteros.

—¡Milán, ¿Cómo estas llevando la vida a lado del empresario Mazklan? ¿Crees estar a la altura? — esas malditas preguntas me hacían arder de rabia...

No pude más y le hice la parada a un taxi que se venía acercando, aunque estos cobrarán un maldito ojo de la cara.

—Milán, contestanos unas preguntas más— simplemente abrí la puerta trasera y me adentré. Lo que me hizo enfurecer más, fue que antes de cerrar por completo la puerta, el chico pregunto con una estúpida y gran sonrisa.

—Milán, ¿Te va bien la vida de ceniciento? — entonces enfurecí y les saqué mi dedo medio.

Cosa que más tarde me arrepentí, ya que me tomaron una fotografía.

Y sí, nueva portada para las revistas que me hicieron ver hasta lo que ni yo sabía que era.

Ante ese suceso, los Gates, me obligaron a aceptar las clases de manejo, para que algo así no vuelva a pasar.

MAZKLAN +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora