23.- Aléjate de mi Hombre

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Narra _______Tn

Una suculenta noche de pasión y lujuria al lado de mi amigo el rubio malandrín... Pasión, jadeos, gemidos, quince o más poses diferentes, incansable deseo...

¿Eso cambió lo que sentía por Rayan?

No.

De nuevo la respuesta es no.

Aquella vez que me metí con Nathaniel, tratando de olvidar a Castiel, fue exactamente lo mismo.

Dicen que el hombre es el único ser vivo que tropieza dos veces con la misma piedra, es cierto.

A pesar de pasar la noche en brazos de otro hombre, quizás un mejor amante en la cama, no se puede olvidar a la persona que se ama.

Y sí, es cierto.

Pensaba que por alguna razón el sexo con otra persona me haría sentir mejor... La verdad es que sí me hizo sentir mejor cuando grité de placer, pero no hizo que el amor por Rayan se fuera:

Pésimo servicio ★ ☆ ☆ ☆ ☆

Me levanté de la cama un poco aturdida, lo primero que vi fueron mis bragas sobre el escritorio.

Si Yeleen hubiera visto eso seguramente me habría asesinado.

Cada mueble de la habitación tenía una marca de nuestro paso por él. Nathaniel aún dormía y roncaba tal como un niño pequeño.

-Nathaniel, levántate. - Primer llamado -Nath...- Sin respuesta-. ¡Vamos rubio de mierda! ¡Mueve el culo fuera de mi cama!-

Aún bastante somnoliento, abrió los ojos.

-No.- Negó, antes de dar un largo bostezo.

-¡Ya, fuera! Tengo que ir a clase.-

-________Tn, te di por el culo hasta las 2 a.m. Ten un poco de respeto y déjame dormir mis catorce horas en paz. -

Comenzé a agitarlo de un lado a otro.

-No, ¡Vamos, fuera de aquí!-

-¿Puedo ducharme?- Gruñó mientras hacía el intento de sentarse sobre la cama.

-Bien, pero luego te largas. - Caminé hacia la ducha y entré sin más. Después de ocho minutos estaba perfectamente limpia para iniciar mi día.

Fui directo hacia mi armario y acudí en búsqueda de una blusa  holgada y sencilla, blanca con mangas largas, y  un par de jeans rotos. Recogí mi cabello, aún algo húmedo, en un moño desaliñado y, sin una gota de maquillaje en el rostro, me dispuse a salir.

-_______Tn,- Escuché la voz de Nathaniel llamarme antes de llegar a la puerta. Me detuve en seco.- Lo que sucedió anoche no puede llegar a oídos de Sucrette. -

-¿Por qué habría de contarle?- Respondí sin mirar atrás.

-Sólo no le digas nada, si quiero recuperarla no puede saber esto.- Le miré por un momento, estaba sentado sobre la cama, con una pose reflexiva.

-Si quisieras recuperarla no te habrías metido con su hermana. - Adjudiqué, aún sabiendo que fui yo la que descaradamente se lo propuso.

-Oh, en ese caso, creo que entonces te costará trabajo recuperar a tu profesor libidinoso.- Añadió el rubio, junto con una risa corta y mirada de ironía.

-¿Quién te ha dicho que quiero recuperar...? Momento, ¿Tú como sabes de...?-

-¿Es él no? El hombre casado del que me hablaste es ese viejo lesbiano del ascensor.- Soltó una burlona carcajada.

PROHIBIDO/ Corazón de Melón en la Universidad- Ruta Rayan Zaidi #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora