Atrapada en una isla ➵ j.jk ➵ k.th

24. Oscuridad.

Jungkook me miró con una mezcla de inseguridad y determinación. Se giró para así yo poder ponerme encima el traje sin vergüenza a que viese mi cuerpo en ropa interior.

Menos mal no hay cámaras... o bueno, confiaré en Jin sobre que no trabajan con ese tipo de cosas por precaución a virus y a qué hackearan los computadores centrales.

— Lista. —comenté y ambos chicos se dieron vuelta a verme. Jin fue quien me dio tres aplausos por ello y finalmente con un guiño se fue.

— Vamos. —inclinó la cabeza mirándome. Sonó como una pregunta más que una afirmación, pero simplemente asentí.

Nos introdujimos en el túnel con determinación; cada paso que dábamos encendía una luz sensitiva a unos dos metros más adelante de nuestros pies, el único sonido en el ambiente eran las botas de guardia que debíamos usar y en lo personal sentía que mi corazón era de igual manera audible por la adrenalina que sentía.

Jin nos dio consejos sobre cómo mantener fuera las sospechas antes de irse, y es que "nadie habla con nadie a menos que un superior o compañero de vigilancia se te dirija, por mucho que sea alguien pidiendo ayuda, acá nadie es así.", no es algo muy difícil de hacer, pero de igual manera espero recordarlo; sin contar que para no levantar sospecha debíamos intentar memorizar el mapa, ya que se supone que estos guardias tuvieron un tipo de entrenamiento donde debían memorizar todos los canales.

— Bien hay que ponernos en marcha. —dije algo ansiosa.

— Chae, ¿Estás segura que no sospecharán de lo que haces? —me preguntó mirando como arreglaba de nuevo algunos mechones que se salían dentro del gorro.

— Claro que lo estoy. —mentí con una sonrisa que salió torcida y lo notó.

— Bien, estrellita, yo te cubriré pase lo que pase. —tomó mi mano besando el dorso de mi mano.

Gracias...

[...]

Llegamos de nuevo a una esquina de cemento igual a todas las esquinas anteriores, pero esta con tres opciones de caminos. No podíamos consultar al mapa, ya que después de unos minutos de entrar al túnel nos encontramos con varios guardias paseando.

— Chae- Digo... —vió mi placa de uniforme y corrigió.— BaekHyun. ¿Recuerdas algo del mapa?

— Pues, recuerdo que los tres caminos significan que estamos cerca de nuestra meta. —respondí con voz dura tratando de persuadir mi voz aguda.— Vamos por el centro.

Al final del túnel se podía ver una puerta de metal del cual se veían una línea de luz por los bordes de esta. Miré a Jungkook quien sonrió.

— Necesitamos llegar lo antes posible, siento que solo faltamos nosotros. —habló caminando algo más rápido.

Tiene que ser esa puerta, en el mapa solo mostraban una puerta y es esa.

— ¿Qué tenemos aquí? Jeon Jungkook y su nueva compañera de vida. —escuchamos detrás de nosotros sobresaltandonos.

El miedo me dejó estática. Por favor no ahora, estamos a menos de quince metros de llegar. Jungkook se dio vuelta y tomó mi brazo para quedar encarando a la chica.

— JiJoo, por favor. —le rogó. La rubia se acercó con los brazos cruzados mirándonos con una sonrisa en su rostro.

— Siempre me ha encantado que me ruegues, Kookie. —se paró frente a él.— Lo que si me sorprende es que yo sé que no hay ninguna chica trabajando para mi padre. —me miró risueña con una chispa de rencor.