26. Estrella Fugaz.

1.9K 171 53
                                    

— ¿Ahora por donde doblamos? —pregunté en un susurro sin girar a mirarlo.

— Por la derecha llegamos antes, pero estoy seguro de que Park se nos adelantó por allí. —respondió sin darme una respuesta en concreto.

— ¿Pero a que dirección vamos nosotros, Kim? —sentí el jadeo de sorpresa de Tae lo cual me provocó una pequeña risa.— No puedo llamarte por tu nombre, no bajes la guardia y... —me giré a mirarlo sutilmente.— debes estar atento. —repetí sus palabras.

Su gorro tapaba parte de su rostro, sin embargo fui capaz de ver como la comisura de su labio se elevaba de a poco.

— Bien, ya sabes, me toca patrullar de aquí y allá. Jajá. —se escuchaba a un hombre hablar cerca.— Ya falta poco SooYoung, apenas salga de aquí, corro a casa. —cruzó por la esquina frente a nosotros quedando de frente.

Teníamos el mismo traje, pero él lograba resaltar músculos exagerados que hacía ver como si el traje de nosotros fuese distinto, o al menos no se nuestra propiedad. Su rostro tiene facciones duras, pelo corto y rubio junto con un bigote del mismo color.

Traté de bajar mi cabeza tratando de ocultar cualquier rasgo femenino y adopté una postura más firme. No puedo ver a TaeHyung, pero sé que está de pie a mi lado sin hacer movimiento alguno.

El señor que recientemente hablaba por radio se quedó analizándonos un buen rato hasta que se oyó una pequeña y dulce voz a través del parlante de este.

Oppa, ¿Alcanzarás a venir a mi cumpleaños? Aún queda torta... Omma insiste en que me la coma sola. —el guardia cambió sus gestos a unos más frágiles.

— Haré todo lo posible, cariño. —habló con un tono más tierno.— Oppa debe irse, bien? Adiós. —alargó la última vocal como si no quisiera alejarse del radio, aún así, no esperó respuesta y apagó el aparato.— ¿Ustedes que? —nos preguntó molesto.

Le golpeé con el dedo a TaeHyung sin que el guardia lo notara. Teníamos que seguir como si nada hubiera pasado para pasar de inadvertidos. Di el primer paso acompañada de Tae, logramos caminar hasta pasar al hombre por al lado, pero este me tomó del brazo sin verme al rostro.

— Ayúdenme, por favor. —pidió sorprendiéndome como nunca imaginé.

Sé que todos somos humanos, pero estaba mentalizará a encontrarme con hombres robots, duros, firmes, que no demuestran lo que sienten y son bruscos si algo se sale de control. No a alguien que mida el doble que yo, pero esté en una crisis existencial tan grande.

— Ayúdenme a irme de aquí. —reiteró.— Todos vamos a morir de todas maneras, solo quiero que mi hija vea a su padre en su cumpleaños por última vez. —su voz se cortó al hablar de quien ama con todo su corazón.— Ella no sabe que mañana no habrá un mañana, solo sabe que su papá trabaja duro y que debe proteger ese pedazo de pastel que guarda para su tonto padre. —rió agriamente. Su sensibilidad estaba haciendo doler mi pecho y garganta.

Si yo hubiera sabido antes que mis padres no seguirían conmigo no los habría dejado, pero una niña pequeña no piensa en muertes, solo piensa que lo que tiene ahora lo tendrá siempre.

— ¿Y que podríamos hacer nosotros? —preguntó TaeHyung sacándome de mi mundo.

— Pues, ¿Tienen idea de que está ocurriendo allá afuera? —se oía inseguro.

— Depende del lugar por el cual uno vaya, pero ya a esta hora deben haber algunas catástrofes coalizando, y de por si, estamos a horas de la ciudad, aunque salgas corriendo de aquí no llegarías a tiempo. —respondió con informalidad. Pero lo que al tipo le hizo rechistar fue que le quitara un poco de esperanza que tenía.

Atrapada en una isla ➵  j.jk ➵ k.thWhere stories live. Discover now