𝒟𝑜𝓃'𝓉 𝐿𝑒𝒶𝓋𝑒 𝑀𝑒 {kookmin}

#29. La Familia Se Destruye.

Después de la repentina charla con su padre, Jungkook decidió regresar a casa, tenia ganas de abrazar a su pequeño Jungmin, su niño que estaba sufriendo en demasía por la situación.

Las calles poco transitadas por las personas por la fuerte lluvia que se presenciaba es esos momentos, aunque los conductores se mandaban al diablo a cada momento por lo poco que avanzaban.

Jungkook no tenía ganas de pelear con algún pendejo, mantenía sus ventanas cerradas, quitando a cada momento las gotas de lluvia del parabrisas.

Quien iba a decir que Jeon Jungkook, terminaría completamente enamorado de la persona que según detestaba, ¿Por qué? Simple, por amarlo en silencio y no reconocerlo.

Después de dos largas horas de estar atorado en el tráfico, al fin llegó a su casa, estacionando su propio auto.

Al descender del auto las gotas de lluvia mojaron su saco de vestir color negro y humedecieron su negro cabello.

Dentro de la casa el pequeño Jungmin terminaba de hacer sus pocas tareas del preescolar.

– ¡Papi! – gritó bajando las escaleras – ¡Mira!, dibuje nuestra familia – Jimin pelaba unas manzanas gracias al pequeño ser que habitaba en su vientre.

Sin pensar lo que podría causar su acción, el pequeño pelinegro tomó un trozo de manzana del plato de Jimin.

– ¡Deja eso! – Jimin se alteró, cada vez padecía más, elevando una mano para golpear a su propio hijo.

Jungkook al escuchar el ruido en la cocina no se detuvo a quitarse ni los zapatos, lanzó sus cosas algún lugar del living e interponiéndose entre Jimin y su hijo.

– No lo hagas Jimin... – sus ojos se cristalizaron.

– Él se robó un pedazo de manzana, ¡ese niño es malo! – el pequeño de ojos azules comenzó a llorar al sentir el rechazo de su padre.

– Tú y yo hablaremos después, regreso en un momento – algo molesto por la situación, se dirigió a su pequeño cogiéndolo entre sus brazos – ya cariño no llores más – palabras bonitas eran susurradas en el oído del pequeño.

– M-Mi papi...no me quiere...– lágrimas llenas de tristeza recorrían sus regordetas mejillas.

– No digas eso campeón, tu papi está enfermo y por eso nos...–

– Olvida...– término la frase por él.

– si cariño... – sentados en la suave cama y aun en brazos de Jungkook, Jungmin se acurrucaba a su calor – Tendrás que ir con los Abuelos Park –

– ¡No, yo no quiero irme!,¡Quiero estar contigo! – se aferró tanto a su padre que su llanto le rompió por completo su corazón al azabache.

– Yo también, pero no quiero que tu papi te haga daño, prometo ir a visitarte todos los días –

– Pero... –

– Hasme caso, es por tu bien – Jungmin no tuvo de otra que aceptar.

                  🍃🍃

Jimin se había quedado dormido en la madrugada, Jungkook se estaba preparando para ir a dejar a la casa de sus suegros al pequeño, no se arriesgaría a que algo le pasara a Jungmin.

– Es hora de irnos bebé... –

– No quiero papito... –

– Es por tu bien – lo tomó entre sus brazos junto a la maleta y mochila de útiles escolares – iré pronto por ti – salieron se casa sin hacer nada de ruido, la mañana aun oscura.

Asegurando a su hijo en los asientos traseros, abordando enseguida el auto.

El silencio entre su hijo y él era incómodo, aunque pequeño pero entendía bien la situación.

La noche anterior habló con el señor Park, planteando la  situación, así que no habría problema. Cargando a su pequeño y diciéndose a la entrada tocó la puerta.

– Pase joven Jeon... – la mucama lo recibió en la casa – los señores bajaran en unos momentos – Jungkook asiento en respuesta.

Dejando sobre sus pies a su pequeño acarició su carita, y con esa caricia limpio cada gota de llanto en su rostro.

– No llores corazón, que me parte el alma – sus ojos azules sin vida por la tristeza transformándose en lágrimas.

– No me dejes papito – una copia exacta de Jungkook, con la misma tristeza encima.

– Hola Jungkook – saludó el mayor de los Park.

– Buenos días señor – se levantó y limpió sus lágrimas – dejo a su cargo a mi hijo, tratare de venir todos los días a verlo –

– No te apures, nosotros lo cuidaremos mucho – se encamino a la puerta sin regresar a ver a su hijo.

– ¡No!, ¡Papito no me dejes! – su abuelo Park lo tomó de sus brazos para impedir que corriera tras Jungkook – ¡Papito! – cerró la puerta y sentándose en el escalón lloró, su familia estaba destruida.

Tendría que llegar a casa cuanto antes.

Jimin se despertó, como todas las veces tenia sus altas y sus bajas, ese era uno de los días en los que identificaba a todos.

– Jungmin... Cariño – fue directo al cuarto del niño – ¿Jungmin? – buscó sus cosas, no estaban – ¡Jungmin!, ¿¡Dónde estás!?, ¡Jungkook! – se dirigía a las escaleras un dolor fuerte en la cabeza lo hizo perder el equilibrio.

Cayó, rodando por las escaleras quedó inconsciente.

Hola!, estoy llorando, se que esta semana las he tenido muy abandonadas pero aquí estoy.

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