Un golpe de suerte.

1K 95 8
                                    

Hola a todos, es momento de continuar con este relato que más bien parece una historia de ficción muy cliché, pero es lo que hay.

Los días transcurrieron, yo me veía con mi padre cada vez más, y nos habíamos vuelto muy buenos amigos, eso estaba bien, pero no podía dejar de pensar en que habría un momento en el que tendría que verlo enamorarse de mi mamá, y eso está bien, de lo contrario yo no existiría, aunque si intentará separarlos me detendría el mismo flujo natural de las cosas, de lo contrario no estaría yo aquí en este preciso momento...
Los viajes en el tiempo son demasiado confusos.

En fin, les contaré, mientras caminabamos hacia su casa nuevamente, pude notar que habían bastante tensión en una parte de París, pero no podía entender porque, aunque lo que era más confuso es que nadie más que la policía estaba ahí.
Mi curiosidad aumentó, así que le pregunté a mi Padre-

Adrien: Oye... ¿Nadie hará nada para ayudar en esa situación?

Gabriel: Pues la policía está ahí, así que no creo que sea algo necesario.

Adrien: ¿Aquí no hay... Superhéroes?

Gabriel: -soltó una carcajada en cuanto lo escuchó- Esto no es un cómic, Adrien, esto es la vida real, aquí no existen los superhéroes.

Esas palabras... Fueron como una tajada a mi realidad, yo sabía que Ladybug y ChatNoir siempre habían existido, pero supongo que los Miraculous de París llegaron hasta mi verdadera época.
De igual manera, en algún momento, alguien tiene que ayudarles, ¿Y porque no que sea ChatNoir?.

En casa de mi padre, hicimos los deberes como siempre, ya era una costumbre hacerlo, pero ahora me sentía diferente, me sentía como si estuviera en mi época, por la actitud que tomaba mi padre últimamente.

Gabriel: Adrien, me gusta mucho estar contigo... Es como si necesitara de ello para poder continuar mi día a día. -recargaba su cabeza en su mano, admirando al compañero que tenía a su lado- Es... Como si fuera otra clase de sentimiento lo que debería tener por ti.

Adrien: -volteo a verlo, dejando sus cosas en la mesa- A mi también me gusta mucho estar contigo... Más de lo que crees, muchísimo más -poco a poco, se acercó para poder verle cara a cara-

Gabriel: -sin dudarlo ni un momento, pasó una mano por su rostro y halo el mismo, besando los labios de quién tenía enfrente, sin previo aviso-

Adrien: -sin dudarlo un momento, correspondió, pasando sus manos por sus hombros hasta abrazar su cuello- Gabriel... Te amo -era más que obvio que extrañaba estar en compañía de su pareja-

Gabriel: -poco a poco comenzó a abrazar su cintura, y para completar el gesto romántico, pegó su frente en la de él, esbozando una ligera sonrisa- Adrien, yo también te amo.

Creo que no es necesario describir lo que pasó después, pero les daré una pequeña idea, ambos terminamos cediendo a nuestros impulsos carnales, lo que nos llevó a la cama, para recordar un poco mi época, y lo feliz que estaba de que aún así sus sentimientos fueran los mismos, aunque yo fuera para él ahora un completo extraño y no su hijo.

En verdad que es una suerte que eso haya sucedido, pues así no me sentiré tan solo, inseguro y triste.
Pero bueno, en otra ocasión les contaré cómo fue que los parisinos de esa época conocieron a ChatNoir.
Hasta la próxima amigos, cambio y fuera.

CONTINUARA...

Aunque hubiera sido antes.Where stories live. Discover now