32: Te perdono

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Me desperté cómodamente en la habitación de mi cuarto, no sabía cuanto tiempo había pasado desde lo que ocurrió con Devon, pestañeo varias veces para acostumbrarme a la luz que atraviesa el cristal de la ventana, ya es día otra vez, reviso mi pierna y tiene un vendaje alrededor amarrado con bastante fuerza, me incomoda un poco pero supongo que es necesario para recuperarme.

Intento levantarme cuando la puerta se abre, mis ojos se abren de par en par al ver de quien se trata.

— Oye, oye, tranquilo, no te levantes aún, estás delicado aun con tu herida - Me dice él sentándose a mi lado y mirándome con una sonrisa de "Todo esta bien y nada pasó" Eso no es cierto, muchas cosas han pasado.

— ¡¿Scott?! - Digo con sorpresa al no poder creer que esté sentado frente a mí - ¿De verdad eres tú hermano?

— ¿Quien mas va a ser tonto? Claro que soy yo, mirame, aquí estoy, estoy libre, estoy bien, aunque debo admitir que la cárcel no es lugar mas recomendable para pasar vacaciones, además de que....

Lo Interrumpo con un fuerte abrazo que lo sorprende, lo abrazo lo mas fuerte que puedo, no quiero despegarme de él, es mi hermano mayor, mi amoroso y sobreprotector hermano mayor, lloro sin poder contenerme en su pecho mientras él me abraza envolviendo mi cuerpo con sus fuertes brazos.

— Tranquilo Tayron, aquí estoy hermanito, ya regresé y no planeo irme - Dice sin dejar de abrazarme.

— Lo siento Scott, de verdad lo siento, lamento mucho todo lo que te dije, no era en serio.... Por favor perdóname - Mis lágrimas se desbordaban de mis ojos y mojaban su camisa, pero a él parecía no importarle.

— Sshhh, calla, calla, calla.... No tienes nada que disculparte, tenías razón y fue bueno que lo dijeras.... Además.... ¿Que creías.... Que te odiaría solo por decirme eso?.... ¿Que clase de hermano mayor sería? - Siento que sonríe y llora al mismo tiempo.

Me despego de él para verlo a los ojos y comprobar que efectivamente está llorando, pero su llanto es silencioso, solo sus lágrimas lo evidencian.

— Amo el regalo que me diste Scott.... Tú y yo contra el mundo, es verdad - Dije secando mis lágrimas.

— Me alegra que te guste ese regalo.... Porque te tengo dos más - Dice con una sonrisa - Cierra los ojos.

— ¡Scott! - Trato de decir pero me interrumpe.

— Nada... Scott nada, cierra los ojos - Vuelve a decir.

Yo le hago caso y cierro los ojos, esperó por varios segundos que parecen eternos hasta que por fin él me pide que los vuelva a abrir... Al hacerlo, nuevamente mis ojos se abren con sorpresa al ver a mi mamá sentada del otro lado de la cama junto a mi papá.

— ¿Mamá?... ¡Mamá! - Le digo abrazándola fuertemente sin creer tampoco que esté aquí presente, esto es como un sueño... ¿Acaso me morí sin saberlo?

— Hijo, te vas a quedar huérfano si no me sueltas pronto - Dice mi mamá faltándole el aire, yo la suelto de inmediato.

— Lo siento, lo siento, es que... De verdad no puedo creer que estés aquí, quiero decir... Papá me dijo que estabas muy enferma, que contraiste una bacteria durante las vacaciones en Kenya.

— Y es verdad, pero el tratamiento que me pusieron fue excelente, ya estoy curada - Dice ella con mas calma sonriéndome, miro a mi papá y él asiente con una sonrisa, rápidamente los abrazo a los dos y ellos corresponden también.

Esto es como un maravilloso sueño hecho realidad, al separarme de ellos por segunda vez, miro a Scott.

— Oye... No lo entiendo, papá me dijo que la única manera de que salieras de la cárcel es si Bradley retiraba todos los cargos en tu contra.

Destinos cruzados: (Trilogía enlazada 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora