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Había pasado una semana, las viejita que le da los buenos días, sabia que estaba en estado, bueno, casi todos en la calle lo sabían, su ayudante ya lo sabía, Harley, gritó, demasiado.

Fue algo así.

La chica olió, frunciendo el seño.

—Tu olor es...—. La Omega lo miró—. Más dulce.

Él asintió.

—Estoy en estado, pero el padre no lo sabe—. Hubiera pasado por una broma, de no ser el semblante serio del Omega.

—¡No jodas! ¡Ja! ¡Seré tía, perras!—. Todos en la calle la miraron. Ella enrojeció. El Omega rodó los ojos.

—Mierda, eres idiota—. Rodó los ojos.

—¿De quién es?—. En cerio la mataría, si pudiera, por lo menos.

—Mío, idiota—. Lo miró incrédula—. Duh.

—Oh, mierda, es de Joshua Dun—. Ella abrió los ojos.

—El no lo sabe, ni lo sabrá, gracias—. Dijo, sin saber que, a unos pasos, estaba la bonita Omega que siempre estaba con Josh, sorprendida.

Bueno, ahora se encontraba comiendo uvas, las amaba y siempre las quería, en cerio, cualquier cosa que viera lo quería, por ejemplo, él odiaba el pescado, pero cuando vió a Jenna comerlo, él lo quería, alerta de spoiler; Jenna se quedó sin comer.

Su olor lo delataba casi todo el tiempo, daba gracias al cielo, o lo que sea que estuviera por enzima de todo, que no se haya encontrado con Josh en alguna de esas tiendas de bebés, con su futura Omega.

Tal vez no le gustaban los omegas varones y solo quería jugar con él. Eso le hacía tener todavía un poco de orgullo.

Ahora miraba la ropa de bebé, se estaba escondiendo de Josh y la Omega que estaba con él el día que pidió vacaciones.

Según había escuchado de Harley, se llamaba Carly.

Era linda, tenía el cabello de color rubio cenizo, ojos marrones y sonrisa deslumbrante.

Ahora solo se dedicaba a darle la espalda a la pareja, que estaban sospechosamente en la sección de bebés.

—Oh, mira ese no es tu trabajador—. Dijo la Omega, con fingida sorpresa, la verdad el olor de Tyler es lo mejor que puedes oler, se queda en tu mente y te sientes tan bendecido por haber olido a Tyler Joseph.

Los dos voltearon al mismo tiempo, mirándose, sintiendo su respiración cortada.

Era una mierda.

—Oh, yo ya tenía que irme, fue un gusto—. El Omega casi logra salir de ahí, casi.

—¿Cuánto tiempo llevas en estado?—. La pregunta sale de la boca de Josh sin ningún aviso, eso hace que el corazón de Tyler lata. Sólo ocho veces.

DIJE QUE LO IBA A PUBLICAR MAÑANA, PERO CON USTEDES NO SE PUEDE SER CRUEL :)

AUNQUE CUMPLÍ DOCE Y NADIE ME FELICITÓ >:"^)  

Lazo. La teoría del Lazo según Tyler JosephDonde viven las historias. Descúbrelo ahora