La Cruda Verdad

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Quizás en lo más profundo de su conciencia existía una voz que le decía que se detuviera. Una voz que lo hacía sentirse culpable.

Aunque en esos momentos solo quería estar con ella, no era lo correcto. Antes había mucho que aclarar. Era hora de poner las cartas sobre la mesa. Naruto dejó de besarla y se incorporó en la cama.

–¿Por que te detienes?

–No está bien. No quiero que las cosas sean así. Te deseo como jamas he deseado a otra mujer, pero es necesario aclarar muchas cosas.

Hinata se incorporó y se sentó a su lado.

–Quiero tenerte Naruto, necesito sentir que eres mío, que nunca dejaste de serlo.

Naruto tomó su mano y se la llevó a los labios, deposito un tierno beso y le sonrió.

–Siempre he sido tuyo, pero... ¿Por que me dices esto? ¿Por que ahora?

Hinata bajo su rostro y suspiro.

–Hay muchas cosas que no puedo decirte, Naruto, esas cosas te lastimarían demasiado, más de lo que ya lo he hecho, pero de algo puedes estar siempre seguro, y es que te he amado siempre. Eres el único dueño de mi corazón.

A Naruto lo complacía aquello, sin embargo la duda se alojó en su interior, ¿por que entonces se había casado con su hermano? ¿Por que no aceptó sus sentimientos cuando el se los entregó? Algo no encajaba en todo aquello.

–Solo quiero entender porque entonces te casaste con mi hermano.

Hinata desvió la mirada y soltó su mano.

–No puedo decírtelo Naruto.

Naruto se levantó de la cama, frustrado e irritado. ¿Por que tanto maldito misterio? Ya estaba cansado de que ella jugara con sus sentimientos. Ya estaba cansado de que ella siempre se saliera con la suya y consiguiera siempre lo que quería.

–Será mejor que me vaya.

–Naruto, yo...

–No tengo deseos de escuchar nada más– diciendo esto salió de la habitación y comenzó a caminar por el largo pasillo.

Hinata se paró de la cama y salió de la habitación. Ya era hora de aclararlo todo. Si después de contarle toda la verdad el deseaba quedarse, bien, pero si la llegaba a odiar por todo aquello, entonces se marcharía de su vida para siempre. Salió de la habitación y comenzó a correr por el pasillo para tratar de alcanzarlo.

Naruto se encontraba frente a la puerta de su habitación cuando su hermano apareció tras el.

–Dime Naruto, ¿Ya la zorra de mi esposa te abrió las piernas?

Naruto actuó por voluntad propia y le proporcionó un fuerte golpe en la nariz que lo hizo sangrar.

–Deja de llamarla asi, no la mereces.

–¿Y tú si?

En ese momento Hinata apareció y se percató de la escena. Entonces Menma la miró y luego miró a Naruto.

–¿Venias a buscarlo, no es así?

Hinata estaba estupefacta. Menma tenía la nariz llena de sangre. Naruto lo había golpeado. Entonces vio como Menma se incorporaba y se secaba la sangre.

–Es hora de contarle a mi hermanito sobre tus hazañas, esposa mia.

–Menma Por favor...

–¿Ahora me suplicas? Por que debería escuchar tu ruego. No eres más que una arribista que buscaba despojarme de mi fortuna.

Naruto volvió a golpearlo.

–Te dije que la respetarás.

–Naruto basta...– suplicó Hinata.

–¿No ves que te está faltando al respeto? En mi presencia no lo permitiré.

–Esa es la verdad hermanito. Hinata, ¿Se lo cuentas tú o se lo digo yo?

Hinata comenzó a llorar y miró a Naruto con expresión que el no supo descifrar.

–¿Que es eso que me tienes que contar Hinata?

Ella palidecio, a pesar de que estaba dispuesta a contarle toda la verdad, pensaba hacerlo en la intimidad y no frente a Menma, quien se encargaría cizañar.

–Pues, se lo cuento yo. Tu querida Hinata...

–¡Menma por favor!– le rogó Hinata.

–¡Ya basta de engaños! ¿Recuerdas los
documentos que encontramos donde decía  que Hiashi Hyuga era accionista mayor de la empresa y fue despedido? Resulta ser que la madre de Hinata la capacito en contra nuestra. La preparo como un arma en contra de la familia Uzumaki. 

–Menma... por favor... basta...– Hianta no paraba de llorar, miró hacia Naruto y este tenía una expresión indescifrable. El pánico se apoderó de ella y entonces habló.

–Las cosa no fueron así, escúchame Naruto por favor.

Pero Naruto levantó la mano para detenerla. Ahora todo tenía sentido. Como Menma había descubierto su plan ibas tras los intereses de Naruto. De ahí venía su urgencia con acostarse con él, por
Eso le había dicho que lo amaba. Todo era una farsa. Todo era parte de su plan.

Naruto contuvo las ganas de salir corriendo. Se paro frente a ella y le dijo:

–Eres una basura. No quiero volver a verte– diciendo esto se marchó.

Hinata se desplomó al suelo y unos fuertes sollozos comenzaron a salir. Todo había salido mal, lo había perdido todo y no había nada que ella pudiera hacer. Era su culpa. Ella por insistir en vengar algo que ya estaba en el pasado. Algo que no le correspondía vengar.

Aquella noche era la peor de su vida. Estaba en un matrimonio sin sentido que no tendría futuro y había perdido para siempre al amor de su vida. Todo por su terquedad, todo por no decir la verdad  a tiempo. Era su culpa, solo su culpa.

Menma se acercó a ella y le susurro al oído.

–Lo has perdido todo Hinata. Pudiste ser mi adorada esposa pero preferiste ser una basura que quería meterse en mi familia y arruinarla– se dio la vuelta, pero antes de marcharse le dijo.– Para que tengas algo en claro, no deseo continuar con este matrimonio falso, mañana mismo comenzará el trámite de divorcio– luego de donde marchó.

Hinata aun seguía en el suelo. Menma tenía razón, lo había perdido todo. Le había hecho daño a él y a su hermano, había querido arruinar su familia. Una familia que no era culpable de los crímenes de su padre y de la maldad de su madre.

Pensaba en Kushina, una mujer que le demostró tanta amabilidad y amor. También pensó en Menma, al principio el le había demostrado tanto amor y cariño, al principio solía ser un hombre enamorado y entregado. Pero lo que más destrozaba su corazón era pensar en todo el daño que le había hecho a Naruto.

Era hora de marcharse. Tenía que alejarse de allí y no volver nunca más. Ya había causado mucho daño, ahora solo podía desearles a esa familia la absoluta felicidad.

Se puso de pie, se secó las lágrimas y camino hacia las escaleras, comenzó a descender por ellas mientras observaba por última vez cada rostro allí presente. Sería la última vez que  caminaría entre ellos, y sería la última vez que los vería.








Continuara...

No saben lo difícil que se me hizo escribir este capítulo 😭

El próximo es el final, ¿lo quieren hoy?

La Mujer de Mi Hermano -NH-Where stories live. Discover now