× Once ×

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La noche había llegado, todos estaban viendo los sacos de dormir, llegaron a una conclusión..¡Faltaban dos!

—Oh que pena...Supongo que mí hermano tendrá que compartir su saco de dormir con Atsushi

El albino se sonrojo como tomate, ¿Ese era el plan? Qué vergüenza

—Por mí no hay problema

Hablo el azabache con su típica expresión seria, Atsushi estaba un tanto dolido ¿Acaso compartir saco de dormir no lo ponía nervioso o avergonzado? Sin duda jamás lo podría enamorar

—Falta otro más, Dazai, comparte el tuyo con Chuuya

—¡Si!

—¡¿Qué?!, ¡No!

Se quejó el mafioso, no quería dormir  con Dazai, lo haría que literalmente no pueda dormir en toda la noche

—Mooo, deberías agradecer Chuuya, te estoy haciendo un favor. Es eso o dormir en una mesa

—No es mala idea

¿Acaso era una broma?..Chuuya de verdad estaba pensando en dormir en una de las mesas, pero en eso el jefe de la Port Mafia entro en acción

—Si no duermes con él, lo consideraré una traición y te mataré

—¿¡Qué!?

—Tú elijes

Chuuya se quedó molesto viendo el saco se dormir, pero a fin de cuentas acepto

—Bien

Akutagawa y Chuuya fueron los primeros en irse al baño, se iban a poner pijamas, Dazai estaba furioso, ¿Razón? Akutagawa vería a su ChuChu en boxer, vería algo que ni él a podido ver antes, Atsushi no estaba molesto ni celoso, a él le bastó con ver a Akutagawa en traje de baño el otro día. Luego de unos minutos ambos mafiosos salieron del baño, Chuuya usaba un pijama de seda, era burdeo con franjas blancas, le quedaba ligeramente grande, eso hacía que se viera adorable, Dazai aguantaba las ganas de abrazarlo. Akutagawa usaba un pijama negro, nada fuera de lo común, y aún así Atsushi pensaba que se veía guapo

Dazai y Atsushi fueron al baño y se pusieron sus pijamas, salieron en menos de cinco minutos. Atsushi usaba un pijama que consistía en un short y una polera celeste con banco. Dazai usaba un pijama que consistía en un pantalón y una polera azul, ambos se veían normales, pero Akutagawa no paraba de ver las piernas de Atsushi, unas lindas, blancas y hermosas piernas que volverían loco a cualquiera, quería tocarlas

—Akutagawa, te sangra la nariz

Susurró el pelirojo, Akutagawa rápidamente se limpio la nariz, enserio no entendía como Atsushi podía volverlo así de loco
Todos cenaron y luego se fueron a dormir

Shin soukoku/SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora