Shin soukoku/Soukoku

× Doce ×

Atsushi estaba nervioso, su corazón no paraba de latir, podía oler a Akutagawa, ese olor tan..Ahg, ¿Cuando fue la última vez que se baño? Aún así Atsushi lo encontraba atractivo, su corazón no paraba de latir, sus manos sudaban, su respiración se agitó, estaba muy nervioso, en eso sintió como en medio de la oscuridad unos brazos lo rodeaban

—Cálmate...puedo sentir tus latidos

Atsushi quería morir, nunca había sentido tanta vergüenza

—Jinko, calma tu corazón, si sigues así no podré dormir

—No lo hago aproposito, es algo inevitable

Susurró el albino, Akutagawa sintió la respiración de Nakajima en su cuello, estaba aguantando las ganas de follarlo, era muy difícil resistirse a Atsushi. Akutagawa sentía como el corazón del albino latía cada vez rápido, suspiro cansado y llevo la mano de Atsushi a su pecho, Nakajima se sorprendió..el corazón de Akutagawa igual estaba acelerado, tal vez más

—Akutagawa..

—..¿Tan difícil es de creer?

—Es que..estoy...am...etto..

—Ya sabes lo que siento, pero no pienses que diré en voz alta algo tan bobo

—Akutagawa.—lo abraza.— Igual me gustas

Susurró el albino antes de quedarse dormido abrazando al mafioso, Akutagawa estaba sonrojado, era la primera vez que pasaba por algo así, no pudo ocultar su sonrisa, pero por suerte para él, nadie lo pudo ver ya que todos estaban dormidos y la oscuridad le favoreció mucho en ese momento

Horas después Dazai despertó, se asustó al no ver a Chuuya a su lado, vio por la ventana, camino afuera y allí lo encontró, el pelirojo estaba acostado en el suelo, viendo las estrellas, mientras lágrimas salían de sus mejillas, el castaño se acercó, lo acorraló en el suelo y lo beso en los labios

—..¿Dazai?

—Funcionó, paraste de llorar

—Idiota

Chuuya explotó en llanto, no aguantaba más, dolía mucho

—No soy tu juguete, no puedes hacer lo que quieras conmigo

—Chuuya..no besaría a nadie más que a ti

—¿Por qué?

—Me gustas...me gustas Chuuya, me vuelves loco

Dazai agarró a Chuuya de la cintura y lo beso con pasión, pasión que estuvo aguantando por años, el pelirojo lo alejó, estaba completamente sonrojado

—..¿Desde cuándo?

—Como seis años

—¿Por qué nunca me dijiste?

—Por idiota..

—Dazai..prométeme que no me dejaras

—Lo juro

El castaño abrazo a Chuuya, nada más importaba, solo el amor que sentían

—..¿Por qué estabas llorando cuando llegue?

—Recordé la violación en la misión.. es muy traumatizante

—Los mataré..

—No, ya no matas gente.—lo besa.— Solo vamos a dormir

—Si

Ambos se fueron al comedor y se durmieron abrazados en el saco de dormir