Capítulo 1. Invocación.

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En una enorme ciudad llamada Santiago se pueden apreciar cuatro grandes e imponentes castillos. Éstos son actualmente academias educacionales para jóvenes, aunque solo tres de ellas son para aquellos con habilidades únicas en las conocidas piedras mágicas. El cuarto castillo, la cuarta academia, son para todos aquellos quienes no poseen este mágico poder. Sin embargo, y por reglamento de la ciudad, todos los estudiantes cuando cumplen 6 hasta 13 años deben asistir únicamente a dicha academia independiente si es poseedor de alguna piedra mágica o no. Cuando los estudiantes cumplen 14 años, éstos acuden dependiendo de su piedra mágica a la Academia de Fabricación, Creación o Invocación, donde perfeccionan y aprenden a controlar su don. Sin embargo, para equilibrar y mezclar los conocimientos de los futuros ciudadanos de la ciudad, todos los estudiantes de 14 años, independiente si poseen una piedra mágica o no, debe acudir al último bloque curricular a la cuarta Academia.

La ciudad despierta con los primeros destellos del sol y pareciera que cobrara vida en breves segundos. La multitud sale de sus hogares temprano por la mañana, el sistema de transporte es variado y entrega varias alternativas, desde homúnculos parecidos a las alpacas, perros y gatos inmensos con la capacidad de transportar a dos personas, hasta innovadores y modernos vehículos mecánicos. Los más utilizados son unos grandes buses que entregan gran espacio y comodidad a sus ciudadanos, éstos son atendidos por los famosos A2, unos androides que fueron desarrollados por los mecánicos en la Academia de Fabricación y que en la actualidad están por toda la ciudad ayudando a sus amos, desde ayudantes de medicina, hasta limpiadores de basura. Sin embargo, hay algunos ciudadanos que no toman ninguno de estos transportes públicos, sino más bien se deslizan, vuelan o navegan en sus espíritus. Aquellos son llamados invocadores.

Por alguna razón, la ciudad se encuentra marcada por zonas que dividen a la población: El sector oriente, marcado por los invocadores, quienes no utilizan generalmente transporte público y para aquellos que desean o necesiten llegar a dicha zona, deben esperar el homúnculo transportador que pasa tres veces por día transformando el sector en un lugar difícil de llegar. El sector de los invocadores se destaca por ser una gran zona moderna de la ciudad, conocida como el Gran Santiago Espiritual, concentra gran parte de su capital en el estudio de los espíritus y sus beneficios para la sociedad, sociedad que solo es beneficiada para aquellos que poseen el don de la piedra Lapislázuli. Árboles, praderas, lagos y grandes edificios hacen contraste entre la naturaleza y los ciudadanos, mientras que en el sector poniente se puede observar que gran parte de su edificación es cubierta por un rojo metal llamado cobre. El Cobre, la segunda piedra mágica es la que gobierna en dicho sector, sin mucha vegetación, pero con avanzada tecnología, esta zona de la ciudad posee grandes vehículos, edificios metálicos, androides llamados A2 caminando con sus amos, paseando mascotas, cuidando niños, limpiando y recogiendo suciedad, etc. Aquellos androides fueron creados en la Academia de Fabricación gracias al poder obtenido del cobre. Sin embargo, la presencia de invocadores y creadores es casi nula en la zona. Por otra parte, el sector norte de la ciudad equilibra la flora y fauna de animales, homúnculos y humanos. La zona norte posee los jardines más hermosos de toda la ciudad, con grandes bosques y centros de estudios científicos sobre las propiedades que generan algunos homúnculos a sus amos, desde esporas curativas, hasta espinas venenosas letales para cualquier ser vivo. Los caminos de estos tres lugares se conectan entre si formando una esquina cruzada, donde el camino de los invocadores es blanco, el camino de los mecánicos es de un rojo y el de los creadores es de un verde vivo haciéndolo parecer como si fuera césped. Los edificios de los creadores están bordados por vegetación, incluso árboles crecen arriba de las casas, los puentes que se cruzan en el sector parecen verdaderos campos de flores. Invocadores, Creadores y Mecánicos hacen única a la ciudad de Santiago. Finalmente, la parte sur de la ciudad es la que se encuentra más aislada y menos próspera de la capital. Sus paredes y pisos de piedra la hacen lucir muy antigua, como si se tratase de un lugar atrapado en el tiempo. En aquel lugar, todos los ciudadanos que no poseen el don de las piedras mágicas viven agrupados cosechando sus propios alimentos, construyendo sus propios hospitales y escuelas. A pesar de que pareciera ser un lugar lúgubre o antiguo, éste se mantenía vivo por sí solo, no era un lugar peligroso, al contrario, la gente valora lo que tiene y se esfuerzan aún más cada día en conseguir lo que necesitan. Afortunadamente los mecánicos y creadores comparten sus dones con aquellos que viven en la zona sur de la ciudad, proporcionando transporte de homúnculos y mecánicos, además los A2 de seguridad trabajan en conjunto con los policías civiles de la zona. Sin embargo, la zona sur de la ciudad es la menos visitada por los invocadores, creadores y mecánicos. De no ser por la cuarta Academia que acoge a todos los estudiantes de primer año básico y comparte un bloque de los de primer año medio, sería una zona muerta de la ciudad.

Cobre y el MecánicoWhere stories live. Discover now