Henry Potter, heredero de Slytherin

La ceremonia de selección mas extraña.

Septiembre 1 - 1988 - Kings Cross - anden 9 3/4.

En el interior de un gran tren a vapor color rojo se encontraba sentado Henry, estaba leyendo un libro sobre lengua parsel. Luego de salir de su bóveda nueva, Fangaxe el goblin antiguo le informo que desde en ese momento era jefe de la casa mas noble y mas antigua de Slytherin, por lo tanto era un adulto legalmente, su viaje continuo por diagon alley comprando los libros y otras necesidades como su uniforme, calderos y otros útiles.

En su nueva casa, si, ahora vivía en la mansión Slytherin, aunque mas que una mansión era un maldito castillo de la edad medieval, tomo cerca de una semana equiparlo nuevamente, después de todo con su actual suma de dinero no era un problema y hace dos días había vuelto a la bóveda, para retirar todo lo que quería. Ademas de los libros, gracias a los recuerdos de Salazar, encontró unos lentes de marco redondo estos podían funcionar para la vista o no, pero lo mas importante es que tenían varios encantos, ver auras mágicas, cosas invisibles e incluso podrían bloquear a un legilimens cuando lo vea a los ojos.

"Ah, no creí que la magia parsel fuera tan buena en sanación", murmuro Henry para si mismo, el habría continuado en su libro pero, la bocina del tren lo saco de su estado de trance.

"Parece que es hora de irse", Henry giro su cabeza hacia la ventana, a pesar de haber practicado oclumencia sus ojos mostraron emoción, no pudo evitar sentir una punzada de dolor en su corazón mirando la vista en la estación. Padres abrazando a sus hijos, madres llorando por su partida y alentándolos a seguir adelante, se había comenzado a imaginar como hubiera sido su vida con sus padres y hermano.

"No... eso ya no puede ser de esa manera", murmuro Henry en un susurro y sacudiendo la cabeza, para borrar su imaginación.

Toc toc

El golpe de la puerta de su compartimiento logro sacarlo de su estado de reflexión, levanto la cabeza y se encontró con dos niñas de su edad, la primera era rubia, su cabello caía sobre sus hombros y espalda, su piel era de un hermoso color blanco, sus ojos azules junto a su rostro estaban en una expresión sin sentimientos, ella parecía una muñeca sin emociones.

"(Una oclumancer)", pensó Henry sorprendido al encontrar a alguien de su edad que estudiaba dicho arte.

"¿Podemos sentarnos?", pregunto la niña a un lado de la chica rubia. Ella era castaña de cabello al igual que sus ojos, portaba anteojos y se veía mucho mas alegre que su amiga.

"Por supuesto, adelante", respondió Henry volviendo rápidamente a su libro sin prestarles atención, la rubia levanto una ceja ante su comportamiento.

"Mi nombre es Tracey Davis, mi amiga aquí es Daphne Greengrasss", la niña ahora llamada Tracey se presento, y a su amiga junto a ella.

"Puedo presentarme sola, Tracey", dijo Daphne entrecerrando la mirada en su amiga, que solo dio una sonrisa burlona.

"Henry James Potter, un placer señorita Davis, Greengrass", Henry se presento de la mejor forma sangre pura y noble posible, aunque las dos chicas frente a el estaban mas sorprendidas por su nombre

"¿Potter, como el niño que vivió?", pregunto Tracey intrigada.

"Soy su hermano mayor", respondió Henry sin emociones siguiendo con su libro.

"Hermano... nunca escuche que el niño que vivió tendría algún hermano", comento Daphne fría, sus ojos eran como dagas y su voz, como un aliento que podría congelarte si se acercaba demasiado.

"No me extraña, han estado tanto en el tema del niño que vivió, que lo mas probable es que no sepan que existo", dijo Henry con la misma intensidad y frialdad, sus ojos puestos en los de ella sin dar un paso atrás.