Quinta parte

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La esperanza tiene muchos nombres, pero los locos lo llamamos amor. Yo me consideraba un loco, un chico que estaba loco por ella, no en el mal sentido si no en el que harías todo para que esa persona este con bien y este contigo.

Tenía esa esperanza de estar con ella, en lo más profundo de mi ser pensaba que me quería, según yo todo iba a la perfección. Dicen que lo bueno tarda y yo llevo esperando tanto tiempo, que lo bueno no quiere venir, pero esas alas que estaban creciendo, fueron cortadas cuando mejor me sentía conmigo mismo.

A la semana siguiente, la chica de mis pensamientos me había dejado de contestar los mensajes y cuando lo hacía era cortante. Fue como si después del evento de magia al que la había invitado, tuvo un cambio completamente hacia mi y de un día para otro cambio mi forma de verme, o simplemente nunca me vio como algo más.

Me había enviado una nota de voz de 5 minutos para decirme que si me quería pero de forma distinta al como yo lo hacía, y que seguía clavado con el chico que la ha lastimado, el que la había hecho llorar varias veces. Así como suena, eligió regresar a donde tanto sufrió cuando había una persona que podía bajarle la luna.

Donde fuiste feliz siempre regresarás, aunque confundas dolor con felicidad y ya no seas tu mismo ni pienses en ti mismo, eso matará. (Ojalá, Beret)

Lo doloroso de todo es que quería conservarme como amigo. La primera noche después de que definitivamente estaba destrozado, mis sueños con ella derrumbados y las ganas de salir se me habían ido. Solo escuchaba música triste mientras me acostaba en mi cama.

Después de varias canciones y mucho pensar, quería tomar las cosas como una persona madura y no dejar que me afectará más esto, así que hable con ella, quedamos como amigos y la iba a ver el día siguiente. No sabía como sería mi reacción al volverla sabiendo que solo éramos y seriamos amigos.

Mi Primer Desamor (Novela corta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora