Este no eres tú

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─── ❀ I. Tenía que admitir que la tomó por completo con la guardia baja.
¿Era real, o sólo una inusual alucinación?

Katsuki Bakugou se definía a sí mismo como lo mejor entre lo mejor. Fuerte, altivo, intimidante.
¿Podía acaso existir fragilidad dentro de esa implacable coraza? Se sintió estúpida por siquiera dudarlo, después de todo el también era un humano, y no sólo eso sino que también era un chico, como ella, en aquella edad repleta de emociones posiblemente sin sentido.

Temía acercarse. Estaba segura de que el rubio no notaba aún su presencia pues su posición encogida recubriendo su cara entre sus rodillas seguramente lo aislaba de todo su alrededor.

— Qué mierda quieres.

Dio un respigo. ¿Acaso era tan poco sigilosa? Quizá aun estaba a tiempo de abortar la misión y huir del sitio antes de enfurecerlo y hacerlo gritar, pero algo que desconocía hizo lo opuesto a su voluntad moviendo sus pies con lentitud y firmeza en dirección al muchacho.
Pese a su inseguridad no detuvo su andar hasta estar apenas a un metro de él. ¿Qué debía decir ahora?
Frunció los labios sin dejar de mirar las puntas bien definidas de su cabello, pasó saliva pesadamente y finalmente se atrevió a preguntar.

— ¿T-te sientes mal? ¿estás enfermo?... S-si es así puedo llevarte con Recov...

— No tengo una puta mierda. Sólo lárgate.

Retrocedió un paso con una mano sobre su pecho. Pero aquella fuerza desconocida nuevamente le dio un empujón, junto a una confusa convicción de no ceder.

— No lo haré. No me pidas que simplemente me vaya y te deje aquí solo en ese estado. — Se detuvo un momento. Ladeó la mira al suelo, y bajó levemente el tono de su voz. — Déjame llevarte a la enfermería. Te prometo que no le diré a nadie, yo...

— Há. "En ese estado", dices... ¿Así de patético me veo? ... — Su timbre áspero se notaba distinto. Ya no podía percibir aquel aire amenazante en él, desde su perspectiva, incluso sonaba levemente quebrado. Inesperadamente el chico levantó su cara, buscando directamente la mirada castaña de la joven. Se quedó impávida. — Dime, Uraraka ¿Lo soy?

Y entonces entendió. Ella conocía bien esa mirada y ese tono de voz tembloroso.
La voz depresiva y asfixiante de la derrota.

Lo miró con condescendencia; algo que en otras circunstancias posiblemente lo hubiera hecho enfurecer pero por algún motivo no ahora.
Los irises carmines que por primera vez observaba con calmo detenimiento suplicaban respuesta. No estaba segura de tener una que fuese correcta...
¿A qué se debía aquel desplome en su actitud siempre victoriosa? Había ganado su contienda después de todo.
Fuese quizá algo más profundo, algo que quizá jamás entendería porque el no se lo diría abiertamente nunca; ¿Porqué lo haría? no podría decirse que eran amigos tan siquiera; pero siendo o no siendo la infinita empatía de la chica gravedad le hacía sumirse en esa indecible aflicción que Bakugou sentía ahora mismo.

El seguía mirándola con agudas pupilas en espera de su respuesta.
Tampoco entendía porqué de pronto a él le importaba su opinión, pero le daría una sincera.

Negó con la cabeza.
La mirada encendida le impedía mentir.

La mirada encendida le impedía mentir

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[...]


─── ❀ II. Entonces... Así es cómo había empezado.

Toda esa maldita confusión en ella comenzó por la estúpida casualidad de estar en el lugar preciso en el momento indicado.

Aquella tarde después de un examen práctico en la que había regresado a buscar su chaqueta y había encontrado a Bakugou en un estado extraño y solitario.
En su ingenuidad lo primero que había concebido su mente era un mal del estómago o una herida de batalla resentida, pero entonces el choque de su mirada afligida le había hecho entender en un segundo que quizá no era todo el tiempo tan fuerte como pretendía ser... ¿Era egoísta sentirse aliviada por ello? De algún modo ver ese lado tan humano del rubio no sólo le conmovió, sino que también removió algo dentro de ella.
Algo que nunca antes había sentido, ni siquiera con sus padres, ni siquiera con Deku.

¿Era solamente la sensación de una fugaz superioridad al ser lo suficientemente fuerte para ser hombro de consuelo de una persona como él? ¿O era el hecho de tener el privilegiado placer de conocer éste lado del chico? Por cualquiera se sentía egoísta y ególatra. No estaba bien, pero se sentía bien.

Cuando ella respondió a su pregunta negando con su cabeza el bajó la vista escondiendo aquellos rubíes entre su crespo cabello. Era obvio que estaba dañando su orgullo, pero a la vez a ella le preocupaba su estabilidad.
Dudosa se arrodilló frente a él temerosa de tocarle o no, manteniendo sus manos flotando a centímetros de los anchos hombros masculinos.

Y luego su peso cálido.

En algún segundo él se había abalanzado contra ella apoyando su frente en el hombro suave de la castaña.
El hormigueo escaló sin clemencia desde su vértebra hasta sus mejillas y la punta de sus cabellos y dedos. El calor de su rostro, ¿Podría Bakugou percibirlo? No podía culparla, era un movimiento que no esperaba.
El quizá sólo trataba de ocultar el rostro de su vergüenza y debilidad.
Ella sólo se quedó inmóvil, con las manos en sus hombros y firme para ser el pilar que lo mantuviese para no caer.

Su suave respiración golpeaba la piel tersa donde comenzaba su cuello, y cada vez le costaba menos mantener relajada su respiración.

¿Podrían sus latidos ser tan estruendosos o sólo ella lo sentía así?

Su cuerpo emanaba un agradable calor pese a estar levemente tembloroso.
Luego de unos minutos él se levantó con brusquedad y le dio la espalda llevando su antebrazo sobre sus propios ojos.
Ella se quedó arrodillada, expectante.

— Estoy bien, joder. Soy el puto amo, lo sé, tú lo sabes. ¿Cierto?

Uraraka sonrió con ironía y alivio.
El mismo de siempre.

— Seguro... — Respondió con un tono burlón. —Oye...

— Es tarde. No pasó nada, y no le dirás esta mierda a nadie o te acabaré con mis propias manos, cara redonda.

Le echó una mirada de soslayo antes de adelantarse.
Tal como supuso, estaban enrojecidos, y ella simplemente se levantó sacudiendo sus rodillas con una sonrisa, tomó su chaqueta y salió unos minutos después.

No había ocurrido nada realmente.

Simplemente el inicio de todo.

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|| Hi! Bueno, éste es el último de los que tenía listos para ésta "ruta" de su desarrollo. Espero pronto inspirarme para traerles aún más de estos. Estoy acostumbrada a narrar desde la perspectiva sensible de Uraraka, quiero experimentar el lado opuesto.

Originalmente éste se dividía en dos, pero preferí publicarlo junto por mero gusto personal. Espero les guste. <3 
¡Nos leemos después! ||

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⏰ Last updated: Jun 28, 2019 ⏰

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Caramel Boombs, Spicy TeaWhere stories live. Discover now