Chapter One

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Cómo siempre, después de un largo día de clases Kaley caminaba bajo el sol de las calles de Los Ángeles hasta llegar a aquel ruinoso edificio donde se encontraba su apartamento. Quizá no era lujoso ni nada parecido pero era habitable.

Después de andar casi una hora llegó, abrió la oxidada puerta de hierro y subió 3 pisos hasta llegar a su apartamento.

Nada más entrar un pequeño gato salió en su busca, se agachó y acarició a su pequeña mascota la cual ya estaba jugando con los cordones de sus botas.

Rápidamente dejó escapar un suspiro ya que sabía que tenía que comer, ducharse y cambiarse en 1h ya que tenía que ir a trabajar.

Puso un poco de música para no consumirse con sus pensamientos.
Meet you there resonaba por toda la casa. No pudo evitar sonreír, su banda favorita siempre le animaba, eso le dio fuerzas suficientes para continuar con sus tareas.

Llegando al bar donde trabaja de percató de un cartel gigante en el que se podía leer.

" 5 Seconds Of Summer en Concierto. "

Sus piernas temblaban como un caniche en invierno. Una llamada la saco de su trance, ni se molestó en ver quién era cuando lo cogió.

– ¡Kay!, ¡Kay!, ¡Kay! – No podría ser otra persona que su mejor amiga.

– ¿Tu también lo has visto no? – Contesto con un suspiro Kaley.

– ¡Sí!, Tenemos que ir de verdad, es nuestro sueño desde hace aaaaños. – Hablo Cheryl emocionada.

– Cher, sabes que por mucho que quiera ir, no tengo dinero para pagar las entradas. – Soltó la rubia con la voz entre cortada, a la vez que miraba su reloj de muñeca.

– Mi madre ha cobrado una paga extra y yo he conseguido trabajo, yo pagaré tu entrada, pero por favor tenemos que ir. – Lloriqueaba.

– Sabes que odio que la gente gaste en mi pero está vez lo permitiré, eres la mejor amiga que puede existir Cher, te seguiría agradeciendo pero tengo que entrar a trabajar. –

– Sabes que haría cualquier cosa por ti, luego hablamos Kay. –

Cuando la rubia escuchó el pitido que indicaba que la llamada había finalizado no pudo evitar contener un grito, iba a verlos de verdad.

Entro al bar y enseguida se puso su delantal, al fin de al cabo ser mesera no era tan malo pensó.

La noche caía y con ello sabía que se acercaban los disturbios.

La ojiazul terminó de limpiar una de las mesas cuando el pitido de su reloj indicaba que era su descanso. Entro a la cocina del bar y cogió un plato de comida, seguramente de alguien que denegó el pedido o se equivocaron al tomar nota y lo prepararon mal. En 5 minutos ya había acabado con la comida, volvió detrás de la barra donde se encontró con su compañero Dylan.

– ¿Qué tal rubia? – Saludó el chico el cual tenía el pelo más negro que el tizón pero era más blanco que la tiza, perfectamente dirías que es un vampiro por ese blanco nuclear.

– Muerta del asco, para que mentirte, llevo todo el día estudiando o trabajando. – Contesto en un tono cansado la chica.

– No te preocupes pequeña, sabes que si necesitas algo puedes contar con mi ayuda. – Acto seguido dejo un beso sobre su cabeza.
Dylan era la familia que nunca tuvo junto con Cheryl.

– Solo eres 2 años más mayor que yo Dyl. Y se que puedo contar contigo, por eso... ¿Me dejas tu coche el día 15? – Le puso ojos de cachorrito y le sonrió como una niña buena.

Sorprendido pregunta. – ¿Para que necesitas tú mi coche? –

– Pues... Es que viene mi grupo favorito y Cheryl y yo queremos ir a verlos, no es muy lejos de aquí, solo a 30 minutos en coche. – Se apresuró a decir.

– Os llevaré yo, cual quiero problema que tengáis llamadme. – Como si de un hermano protector de tratara.

Me abalance a abrazarle y a agradecerle.

– Eres el mejor no hermano del mundo. –  Hablé con la cabeza apoyada en su pecho.

– Y tu también, pequeña. – Sentí las vibraciones de su pecho cuando río.

00:45

Mi turno había acabado, había salido hace 5 minutos del local y me faltaban por lo menos otros 5 minutos para llegar a casa.
Caminaba apresuradamente por las calles, ya que no estaba en el mejor de los barrios.

Iba a sacar el teléfono cuando de repente sintió como la empujaban hacia una pared, aturdida levantó la cabeza.

– Dame los 1.000 dólares que me debes. –

Ella reconoció al instante la voz de aquel pandillero.

– N-no tengo todavía el dinero. – Titubeó, y era cierto, solo tenía 500 dólares para sobrevivir todo el mes.

– Dije que lo quería para hoy. – Sentenció el hombre. – Entonces ya sabes lo que toca. – Añadió sacando una navaja acercándose aún más a ella.

Kaley, temblando se preparó para correr, con la mano en el bolsillo pulso 5 veces el botón de apagado para así avisar a emergencias.

Pero de nada sirvió echar a correr ya que en un segundo el matón la agarró, la tiro al suelo y le hizo un corte en el brazo. Cerró los ojos esperándose lo peor, no volvió a sentir nada más, alguien había golpeado al pandillero.

– ¿Hey, estás bien? –


Quién será? O.O, no creo que esto lo vaya a leer mucha gente pero bueno aquí está el primer capítulo.



Saviour [m.g.c]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora