1: La Carta.

10.1K 763 1K
                                    

Bueno Selene_5sos_Tw espero que haya quedado decente. Si no han visto Good Omens se las recomiendo!

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

A veces no importa cuántas veces lo intentemos es imposible evitar ciertas cosas, al final del día terminan ocurriendo incluso cuando esa no era tu intención; cuando las creías olvidadas como la basura bajo tu cama ocurría algo o llegaba alguien que pasaba la escoba debajo de ella y te demostraba que no limpiaste bien y que ahora deberás rendir cuentas con tal cantidad de cosas que tenías escondidas.

Algo así le estaba ocurriendo a Castiel.

Aquel habría sido otro día normal en sus muy anormales vidas en el búnker; terminaban una cacería y volvían agotados a casa; Sam y Dean discutiendo como siempre, Jack prestándoles especial atención intentando adivinar si el comportamiento entre todos los hermanos era como el de los Winchester y Castiel intercediendo de vez en cuando, sabiendo que mientras menos durara la discusión él y Dean tendrían más tiempo para estar juntos. Claro que eso se habría esperado de su día si no fuera por la carta que apareció en la mesa de la biblioteca con su nombre escrito en el sobre. No había remitente, ni siquiera una dirección precisa. Tan sólo se leía en elegantes letras sobre el papel blanco el nombre de aquel ángel:

Castiel.

Apenas había tomado el sobre se había alejado de los Winchester, mirándolo como quien ve algo que creía perdido desde hace muchos años, milenios se podría decir. Reconocería esa letra sin importar el tiempo transcurrido, y el papel...todo aquello le decía que no podía mantenerlo en el olvido, que no podía aparentar que no estaba sólo porque se encontrara lejos de su persona.

Sí, había sido una simple carta de aquel día lo que había transformado por completo lo que era ahora la vida de Castiel recordándole el pasado que creía olvidado, tan lejano como lo es el sol de la tierra. Incluso le tomó varios minutos si decidía abrir aquella carta como si no, sabiendo que evitarlo no sería lo catastrófico sino ocultarlo, volver a barrer y meter bajo la cama las cosas que no quería que nadie viera pero que quería seguir conservando, sin embargo con Dean a su lado iba a ser difícil, ya debería de saberlo.

Castiel no abrió la carta aquel día, simplemente la escondió en el estante más alto de la cocina, detrás del café, y decidió pensarlo mucho mejor antes de proceder, no quería meterse en problemas con Dean sin pensarlo bien, además de que arrastraría a Jack en el proceso, ya no se trataba sólo de él ¿no es así? Pero, aunque no lo admitió, le daba cierto consuelo haber recibido aquella carta, como un recordatorio de que no estaba solo a pesar de haberse sentido así durante mucho tiempo.

Los días pasaron y aquella carta no fue abierta, día tras día el polvo comenzaba a cubrirla detrás del café, haciendo que comenzara a oler a esos granos tostados que eran la perdición de cualquiera, ese aroma picante, similar a la canela pero mucho más potente. Día a día la vida seguía su curso como venía siendo desde hace mucho tiempo y ese pequeño sobre se quedó escondido ahí, portando noticias que quizá deberían de ser consideradas, quizá no, pero sin duda esperando ser abierto en algún momento.

No fue hasta que una mañana Dean se levantó, sorprendentemente, antes que todos deseando una taza de café para poder despertarse bien; Cass y Jack seguramente habían ido por el desayuno, con ellos nunca se sabía, así que el mayor de los cazadores decidió poner a funcionar la cafetera deseando empapar sus sentidos con el embriagante aroma a café pero la suerte de aquel día comenzaba a cambiar al descubrir que la cafetera estaba vacía y era su turno de llenarla lo cual le requería un esfuerzo titánico a esas horas de la mañana. Se quedó inmóvil, mirando aquel electrodoméstico y mirando su tasa vacía, preguntándose si en serio necesitaba una taza de café para comenzar el día.

Family DinnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora