Capítulo 34

956 87 26
                                    

Luke había tenido desde siempre en el porche de su casa un banco lo suficientemente grande y cómodo como para que ambos lo ocupemos. Era ya de noche, y luego de aceptar la invitación a cenar de Liz, ambos estábamos plácidamente acomodados sobre él, con vistas a la calle que estaba apenas iluminada por una luna gigante, casi eterna.

Corría una leve brisa verañiega, que me recordaba que, apenas empezó, no tenía idea de lo que iba a ser de mí ese verano. Era otra en ese momento. Y lo que era ahora era debido a él. Extrañaba esta versión de mí, la versión feliz de mí. 

Estaba encerrada entre sus brazos, como si ese fuese mi lugar en el mundo, aquel que nunca debería haber dejado. Jamás. Él observaba a la nada misma en frente suyo, y yo intentaba buscar qué era lo que tanto le llamaba la atención en la distancia. Nadie decía nada, y tampoco se escuchaba nada sonar. ¿Acaso así se sentía la plenitud? 

Pasó un auto por la calle en frente nuestro, y luego otro. 

-¿Cuándo le dijiste? -preguntó, incorporándose un poco en el lugar, y luego dejándome a mí hacerlo. 

-Anteayer -dije de forma casi inaudible mientras volvía a acomodarme contra él.

-¿¡Y recién ahora me lo dices!? -exclamó buscando mi mirada. Luego rió, y entonces recordé otra de las razones por la cual lo eligiría mil veces más. 

Reí con él, y procedí a explicarle. 

-Se hubiese sentido algo extraño salir corriendo hacia ti inmediatamente luego de haber terminado las cosas con él -dije casi avergonzada de mi lógica- Se veía mal.

-Pues yo sigo creyendo que es un imbecil, Williams -condenó. Su voz se tornó repentinamente ácida, y su mirada volvió a perderse en la nada.

-¡No seas así! -reclamé- Es un buen chico...

-Como sea, -suspiró, algo frustrado- ¿has hablado con Michael? 

-No, no contesta ni un sólo llamado... Además, Anna... -comencé a decir, pero inmediatamente luego me arrepentí de lo que estaba por hacer.

-¿Anna qué? -incurrió, volviendo su mirada nuevamente hacia mí con un leve dejo de preocupación oculto en el fondo azul de sus distintivos ojos.

-Ella... -dudé- Ella me llamó hace unos días, y dijo algo de Michael, y de tí, y de cómo le contaría al mundo acerca de que estaba engañando a Dylan, y no sé que más... Supongo que ya le puse un alto al contar todo, pero no termino de entender cómo fue que se enteró que yo sabía que ella estaba usando a Michael.

-¿Te amenazó? -preguntó sin terminar de comprender mi difusa explicación.

-Dijo que si no dejaba de acusarla le diría a todo el mundo acerca de lo que ha estado ocurriendo entre Dylan y yo, y tú...

-Debes hablar con Michael... Lo sabes, ¿verdad?

-Lo sé...

Era verdad. Tenía que, al menos, intentar aclarar las cosas con Mike. El problema era que yo quería salvarlo de Anna, y él quería ahogarse en ella. No llegaríamos nunca a un acuerdo a menos que alguno de los dos cediera, y eso, conociéndonos a ambos, sería muy difícil. Pero debía hacerlo, supongo. No quería dejar que el único amigo que tenía en el mundo sea engañado así.

Ja, engaño. ¿Quién era yo para hablar de ello?

Luke volvió a posar su mirada en la distancia en frente suyo, y sus cálidos brazos volvieron a acercarme a él con fuerza. No me negué. Posó un beso sobre mi frente, y sentí cómo su pecho se inflaba y se descomprimía con cada bocanada de aire que tomaba. Me recordaba que él estaba vivo, que yo estaba viva, y que esto en verdad estaba pasando. Porque amaba tenerlo a mi lado, y amaba que me tocase, pero todo eso ocurría también en mis sueños, los cuales siempre eran tan reales que me hacían creer que en verdad estaba ocurriendo lo que transcurría en mi mente. Esto no era un sueño. Estábamos vivos. Ambos éramos reales.

Más reales que nunca.

-Todo va a estar bien, Williams -susurró- Lo prometo.

-¿Cómo lo sabes? Nunca nada a mi alrededor está bien...

-Yo te amo, -afirmó- ¿eso parece estar mal?

-¡Terrible! Corre, Hemmings, antes de que sea demasiado tarde para salvarte -dije, en parte en broma, y en parte de verdad.

-Nunca -sentenció- Estoy aquí para quedarme.






Trust || l.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora